Impresionante victoria de la Real. Y una victoria además que significa muchísimo. El equipo txuri urdin ha dado hoy una respuesta de grandeza a una situación compleja y lo ha hecho en un escenario inmejorable, la casa del líder, el Xerez. Son sólo tres puntos, sí. Hoy no se ha conseguido nada, desde luego. Pero la tarde de hoy puede ser una de esas para recordar si al final se consigue el objetivo. Por la victoria, por cómo ha llegado y por dónde se ha producido. La Real encadena por primera vez en la temporada dos victorias consecutivas y se coloca en disposición de lograr la tercera en Anoeta. Duerme a cuatro puntos del ascenso. Y quizá mañana vuelvan a ser siete, pero ahora da igual, eso no elimina la felicidad. Hace una semana se dio el primer paso en la ansiada caza de los tres primeros puestos de la tabla. Hoy se ha dado el segundo. Quedan catorce partidos más. Y ahora se afrontan con un poquito más de ilusión.
Para entender la dimensión de lo que ha conseguido hoy la Real, hay que ver la primera media hora del partido. El Xerez ha entrado enchufadísimo y ha bailado a los jugadores realistas, sobre todo gracias a un magnífico juego por banda. La tarjeta que vio Mikel González, hoy titular en el lateral izquierdo por delante de Castillo, fue el fiel reflejo de lo que estaba sucediendo en el verde. El centro del campo que formaban Markel, Aranburu y Sergio estaba siendo superado por completo y la única forma de sacar el balón desde atrás era el pelotazo largo de Bravo. Marcos, Xabi Prieto y Abreu estaban totalmente aislados y el nerviosismo que el portero realista mostraba en algunas jugadas hacía temer que el gol del Xerez estaba cerca. Y llegó a balón parado. Error de Bravo en la salida y error de Labaka en el marcaje.
Cuando la cosa parecía que podía empeorar, apareció el talento realista. Si durante la primera media hora se había visto lo peor de esta Real, el sufrimiento que padece cuando no tiene el balón, los pequeños errores defensivos que cuestan puntos y la inoperancia del centro del campo, todo cambio con el primer gol de los de Lillo. Marcos recibió en la media punta y dejó solo a Abreu. Zurdazo y adentro. 1-1 y partido totalmente nuevo. Los últimos quince minutos de la primera parte mostraron un partido más acorde a lo que se esperaba. El equipo realista empezó a tocar el balón, agradeciendo que Sergio se enchufara al partido, y el Xerez empezó a mostrar más respeto a las posibilidades de los visitantes. Tampoco es que se viera venir el segundo gol de Abreu (un golazo de cabeza, con un salto portentoso), pero las posibilidades habían crecido mucho y era una opción realista. Llegar al descanso con ventaja terminó de tranquilizar a la Real, un equipo acostumbrado a recibir palos y que hoy vio como la suerte, esta vez sí, le sonreía.
La segunda parte fue un recital. El partido finalizó con un 1-3, con el tercer gol de Abreu (por mucha falta de movilidad que tenga, y ya se le ha criticado estas semanas pasadas, un fichaje descomunal para este equipo; ya lleva seis goles) y la tercera asistencia de Marcos (impresionante partido el suyo, una pena no haber sabido aprovechar su estado de forma en otros momentos de la temporada), pero nadie podría haberse extrañado si el resultado final hubiera sido un 1-5 o 1-6. La Real, esta vez sí, bordó el fútbol de contraataque y contó con ocasiones clarísimas para aumentar algo más la ventaja en el marcador. El propio Abreu lanzó al palo, tras otra asistencia de Marcos, una preciosa jugada y Necati se encontró con una impresionante mano del portero jerezano. Lástima que el turco no acabara con su sequía, pero quizá sea mejor que se reserve el gol para cuando dé tres puntos.
Si el partido parecía acabado desde que Abreu marcó el tercero, quedó totalmente muerto con la entrada en el campo de Diego Rivas y Castillo. Markel cortó balones, pero no ofreció salida al balón, y Mikel González jugaba fuera de sitio. Los dos tenían tarjeta, con lo que los cambios parecían claros. Y la fortaleza defensiva de ambos bastó para evitar que el Xerez apenas tuviera llegadas claras al área de Bravo, que calmó los nervios de la primera parte y volvió a mostrarse como el porterazo que es. Que nadie infravalore lo conseguido: delante estaba el líder de la Segunda División, un buen equipo que, además, mostró sus armas en este mismo partido. Pero la victoria no es casual. Es una muestra de que la Real tiene fútbol y tiene alma. Hoy el equipo lo ha sabido hacer todo: ha controlado el partido, ha defendido, ha tenido efectividad de cara a gol, ha acabado tocando el balón y con una sensación de tranquilidad como hacía mucho tiempo que no demostraba.
No deja de ser curioso que el equipo de Lillo sufriera lo indecible hace una semana contra el colista y esta semana haya acabado con un paseo su visita al líder. Es la muestra de que la Segunda División es una categoría sorprendente en la que es necesario mostrar atención absoluta desde que el árbitro señala el inicio hasta que marca el final. Además, la Real rompe dos registros negativos con este partido: suma la ansiada segunda victoria consecutiva y marca por primera vez en la temporada tres goles. Como visitante y ante el líder. Es un buen golpe sobre la mesa, muy similar al de Málaga de la pasada temporada. Esta Real, la de hoy, no tiene nada que envidiar a ningún equipo de Segunda División y quizá, me van a perdonar el toque de optimismo exagerado, a algunos de Primera. Pero el ascenso hay que ganarlo sobre el campo y eso todavía no lo ha hecho la Real.
Si el partido deja bastantes noticias positivas, quizá la mejor sea que el equipo donostiarra ha recuperado una de sus grandes virtudes de la temporada: ha sabido sobreponerse a un mazazo. Y de los grandes. Tras el gol encajado, seguro que muchos han temido incluso una goleada, y más viendo que el Xerez estaba demostrando una gran superioridad sobre el césped. Pero la Real ha despertado, ha ganado y ha goleado. Ha sido la Real que todos queremos que sea. Duerme a cuatro puntos del ascenso. Y el ascenso es una ilusión que no ha muerto, ni mucho menos. Sigue ahí. Como la Real. El 21 de junio sigue en rojo en el calendario. Quedan 14 estaciones y vamos a pasar por todas y cada una de ellas.
1 comentario:
Gran triunfo en un partido vital, ahora a ganar al Girona para seguir peleando el ascenso.
Gracias Abreu por venir a la Real, es el único con gol del equipo.
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