Estamos ya a mediados de julio y el futuro es de lo más incierto. Y no, no estoy hablando de la situación económica de la Real, ni tampoco de la viabilidad del club, ni mucho menos de la configuración de la plantilla txuri urdin de la próxima temporada. En todo eso confío de sobra, a pesar de todo. Me refiero al lío en el que nos ha metido la incompetencia de los comités que tienen que velar por el buen funcionamiento de la Liga. A día de hoy, hay peligro real de que la Segunda División no comience a finales de agosto, tal y como está previsto. ¿Agorero? ¿Pesimista? No, me temo que no. No se le está dando importancia a los turbios asuntos que hay en juego en estos momentos, pero es posible, ya lo creo que es posible. Seguramente no pasará, claro, porque todo el mundo acabará lavándose las manos, pero el riesgo está ahí y hay que valorarlo seriamente.
Los comités deportivos afrontan en los próximos días dos decisiones vitales que afectan al futuro de la Liga en Segunda. El primero de estos asuntos se debe a que el Cádiz está peleando en los despachos por no bajar a Segunda B. Denunció una alineación ilegal de un jugador del Hércules en el último partido de Liga. Si le dan la razón y los tres puntos de ese partido, el equipo gaditano saldría de los puestos de descenso, a los que caería el Córdoba (rival de la Real en aquella última jornada que ya parece tan lejana en el tiempo). Pero parece ser que no se puede descender a un equipo que no haya cometido irregularidad alguna una vez finalizada la competición. Por ello, si no pudiera bajar el Córdoba y el Cádiz estuviera salvado, se hablaba de una Liga de 23 o 24 equipos en Segunda, algo que las altas esferas se apresuraron a negar.
El Comité de Competición no aceptó el recurso del Cádiz, que lógicamente ha acudido ahora al de Apelación, convencido de que tiene toda la razón. Se espera una decisión en los próximos diez días, entre el viernes 18 y el lunes 21. Sea cual sea ese dictamen, lo normal es que la parte afectada negativamente acuda al Comité Español de Disciplina Deportiva y, de no prosperar ahí el recurso, incluso a la Justicia ordinaria. Y el Cádiz ya ha anunciado que, de no conseguir de la justicia deportiva la permanencia en Segunda, solicitará a un juez la paralización del comienzo del campeonato liguero tanto en Segunda como en Segunda B. Y lo normal sería que se lo concediesen, puesto que se da el supuesto de daño irreparable en el caso de que, finalmente, le den la razón al Cádiz dentro de uno, dos o tres años. ¿Quién puede devolver al Cádiz tres años en Segunda o un puesto en esa división dentro de tres temporadas? Nadie, eso es obvio.
Pero es que la Real también tiene su parte en todo esto. El próximo miércoles, nada menos que el 16 de julio, mes y medio después de tenerse conocimiento de este tema, un mes después del final de la Liga, el Comité de Competición tomará una decisión sobre la denuncia a Lorenzo Sanz por el caso de la presunta compra del Sevilla Atlético para que se dejara perder contra el Málaga. Hasta ahora lo ha postergado y ninguneado, lo que no hace que se puede ser muy optimista desde el prisma txuri urdin. ¿Pero se imagina alguien que el Comité decida finalmente sancionar al Málaga con lo que está previsto en el reglamento, es decir, con seis puntos? El Málaga lleva un mes planificando una plantilla en Primera y la Real el mismo tiempo haciendo lo propio en Segunda. Nuestro club se ha visto obligado a acogerse a la Ley Concursal. ¿Y si ahora resulta que el próximo año la Real juega en Primera? No va a suceder, claro, pasa lo mismo que con el Cádiz, pero pensar en la posiblidad evidencia el descontrol absoluto en el que vive el fútbol español.
Los comités tienen parte activa y decisiva en ese descontrol. Ellos debieran velar por la limpieza de este deporte y se limitan a quedar una vez por semana para leer actas arbitrales y dictar sanciones rutinarias. A la primera noticia de un intento de compra de un partido o de una prima a terceros (ilegales, me permito recordar), lo que tendrían que hacer es investigar de oficio. Pero no. Están muy ocupados... haciendo nada. Noticias, rumores y acusaciones sobre maletines y sobres han volado durante meses, entre los equipos que luchaban por subir y los que lo hacían por no bajar. Y nadie ha hecho nada para evitarlo. Convivimos con la ilegalidad y a nadie le importa. La Segunda División es una jungla peor de lo que nos podíamos imaginar. Y no estoy hablando de lo que sucede en el campo cada fin de semana.
Pensemos en las consecuencias que puede tener todo esto si las decisiones finales favorecen a Cádiz y Real Sociedad. La Real estaría en Primera, pero, debido a la Ley Concursal, sus recursos para hacer una plantilla competitiva estarían seriamente menguados. Sufriríamos para seguir en la élite, sin duda. Pero al menos estaríamos allí. El Málaga, que está pensando como un Primera, tendría que adecuarse otra vez a Segunda. Vistas estas hipotéticas consecuencias, no creo que el club andaluz dejara pasar la oportunidad de presentar una demanda por daños y perjuicios contra las altas instancias futbolísticas, ante la desidia mostrada en este asunto. La Segunda tendría 23 o 24 equipos. El Rácing de Ferrol daría palmas con las orejas, porque sería probablemente el equipo que completaría la Segunda División en este último caso. Y no me pongo a pensar los malabares que habría que hacer para buscar fechas si la competición no empieza a finales de agosto...
Siendo justos, el cisma que provocaría la paralización de la Liga es algo que el fútbol español se tiene totalmente merecido. Porque está dirigido por incompetentes. Porque la justicia deportiva no es tal en este deporte. Porque no parece importarle ni a los clubes (que deben pensar que pueden salir favorecidos con estas prácticas), ni a los medios (que en su triste faceta de forofos se limitan a denunciar sólo lo que les interesa como aficionados), ni a los dirigentes federativos (aquí sí que no hay explicación honrosa posible...). Y ya va siendo hora de que alguien haga algo. Por eso, todo mi apoyo para el Cádiz. El Córdoba se ganó la permanencia en el campo y también la defiendo. No sé si el Cádiz tiene la razón, porque en el fútbol cada cual interpreta la reglamentación a su manera. Pero el Cádiz tiene que llegar hasta el final. Y ojalá consiga que le den la razón. Quizá así alguien quiera abrir los ojos y ver lo que sucede en las cavernas del fútbol.
1 comentario:
Sería un estocazo muy duro para el Málaga. Estamos bastante ilusionados con la próxima temporada en primera y además la gente ya se ha sacado los abonos con los nuevos precios. Sería un auténtico desbarajuste. Un saludo.
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