Ya estamos metidos de lleno en esta aventura incierta que es la Ley Concursal. Durante las últimas semanas, los medios han ido desgranando lo que es, así que no incidiré mucho más en ello. Tampoco soy experto en economía o en derecho, así que poca luz podría aportar sobre lo que le espera a la Real. Sólo puedo decir que mantengo el optimismo. Málaga y Sporting pasaron por la Ley Concursal y hoy están en Primera. La Real tiene una buena base y puede aspirar a hacer fichajes interesantes. Aquí no encontrará nadie mensajes agoreros. La Ley es una solución para clubes en situación de quiebra, como está la Real desde hace años. Y las responsabilidades no hay que buscarlas ahora, sino hace mucho tiempo.
Lo primero que hay que decir es que la Ley Concursal protege a los trabajadores de la Real por encima de todos los demás acreedores. Cuando se salden las deudas, ellos serán los primeros en cobrar. Y eso incluye tanto a los jugadores como al resto de empleados del club. Lo que parece claro, eso sí, es que la plantilla del club se reducirá y habrá despidos. El recorte drástico del presupuesto tendrá ese terrible efecto negativo, por necesario que sea para devolver a la Real a los parámetros económicos de los que nunca debió salirse. Porque la Real nunca ha sido un club rico pero desde que Luis Uranga se marchó de la Presidencia ha actuado como tal y, por tanto, por encima de sus posibilidades.
A los jugadores, en todo caso, les resta credibilidad si utilizan este argumento para escapar de la Real. Porque al final cobrarán, aunque no sea inmediatamente. La Real podrá fichar jugadores y hacer todas las operaciones que considere conveniente (aunque tendrán que tener el visto bueno de los administradores que nombre el juez). En lo que interesa de verdad al aficionado, que son los fichajes, no hay nada prohibido en la Ley. Sólo el dinero que tenga la Real pondrá límites a lo que pueda fichar. Los equipos que se meten en este proceso suelen tirar de jugadores que acaban contrato y de cesiones. Y en este sentido que a nadie se le olvide que la Real disfrutó de cinco cesiones el pasado año, cinco jugadores que han dado un buen rendimiento. Habrá que buscar más y mejor en el mercado, pero jugadores habrá, que nadie tenga la más mínima duda.
Dicen los que entienden de este tipo de procesos que la Real tiene una ventaja y es que dos acreedores acumulan buena parte de la deuda, Kutxa y la Diputación, lo que facilita la negociación. El beneficio inmediato es que impide cualquier medida administrativa contra la Real (en la práctica, el descenso a Segunda B) por impago a los jugadores. A partir de ahora, y como ha dicho uno de los letrados que creó la Ley, Bernardo Pinazo, la Real tendrá que asumir una economía de guerra. En román paladino, no gastar un euro más de lo que pueda generar. Por eso su presupuesto para la próxima temporada se verá reducido en más de un 50 por ciento, hasta quedarse en algo más de diez millones de euros. Por eso los despidos y por eso habrá que buscar salida a jugadores con sueldos elevados que no cuenten (y el ejemplo perfecto sería Rivas, fichado como estrella en Primera y que vuelve tras su cesión al Cádiz).
Ahora bien, hay dudas que surgen de todo este proceso, explicaciones que habría que dar y exigir. El letrado Bernardo ha asegurado que hace dos años el Consejo que presidía Miguel Fuentes se interesó por la posibilidad de acogerse a esta Ley. No sólo no se hizo sino que agravó la situación económica. ¿Por qué no se adoptó esa economía de guerra cuando la situación era tan precaria? Y cuando Badiola denuncia las irregularidades que desvela la famosa due diligence, las críticas son a Badiola. No lo entiendo, de verdad. Durante años se ha vivido en la creencia popular y mediática de que los Consejos de Astiazarán, Fuentes y compañía son los que han llevado a la Real a la situación en la que está y ahora algunos sólo tienen ganas de acusar a Badiola incluso de lo que no ha hecho. Perfecto, así sin duda se ayuda a la Real.
Pero la actuación de Badiola también genera dudas que tendrá que resolver. Si la Ley Concursal era inevitable, ¿cómo es posible que tuviera apalabrado el fichaje de Carlos Villanueva (que ya nadie espera ver de txuri urdin) por más de tres millones de euros? ¿Cómo es posible que haya presentado un escrito al alcalde de San Sebastián con una oferta de compra de Anoeta por 17 millones de euros? ¿Cómo es posible que se hablara de la fusión con el Bruesa de baloncesto o con el Txuri Urdin de hockey sobre hielo? ¿De dónde iba a salir todo ese dinero? ¿Aquella era humo o es que el ascenso a Primera División era la solución de todos los males de la Real? ¿Era la Ley Concursal evitable si la Real hubiera finalizado la temporada entre los tres primeros?
Badiola debería aclarar estos extremos por el bien de su propio proyecto, porque hay gente que empieza a creer que las promesas del presidente de la Real hay que cogerlas con alfileres. Y mucho más después de la confirmación definitiva de que Francis Cagigao no será el director deportivo de la Real, después de estar nada menos cinco meses hablando de él y de su futura presentación. La misma determinación a la hora de afrontar y publicar la due diligence (de la que me gustaría conocer más datos y más precisos para saber qué achacar a qué presidente) es la que debe tener ahora para no maquillar la realidad de la Real. Ni a los trabajdores, ni a los jugadores, ni a los accionistas ni tampoco a los aficionados. Lo que está claro es que tiene una tarea dura y de gran trascendencia para la Real. Y aunque sólo fuera por eso, ya tendría mi apoyo. Suerte y al toro, presidente.
2 comentarios:
Mas que la ley concursal a mi lo que me siembra dudas es Badiola y como va gestionar el club, aun no sabemos donde están los inversores chinos, su dinero, el director deportivo, ect. Si segun el puso dinero en enero podria volver a ponerlo, o mejor dicho adelantarlo, para pagar las fichas o parte de ellas.
Aupa Real, y que se solucione pronto todo.
...que tristeza...esperando que se solucione pronto todo porque no merecemos esto...
Un saludo y aupa Real desde Roma!
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