Qué poco es un punto en la situación de la Real, pero cuánto valor puede llegar a tener. El empate sin goles en el Sánchez Pizjuán deja al equipo de Lotina todavía a ocho puntos de la salvación, que ahora mismo marcan el Celta y el Athletic de Bilbao. Pero la Real que jugó en Sevilla deja señales para la esperanza, deja una sensación de nuevo de optimismo que, en todo caso y en buena lógica, no todo el mundo compartirá viendo a la Real en penúltima posición y a casi tres partidos del objetivo.
Pero este equipo no es tan malo y lo demostró en Sevilla. Es capaz de plantar cara al segundo clasificado en su campo y, además, tiene capacidad de generar ocasiones de gol que podrían haber dado incluso los tres puntos a la Real. Puede ser serio en defensa cuando se lo propone y tiene recursos para anular al contrario y, al mismo tiempo, llegar a gol con opciones. Hoy sí se vio a la Real. Lo que deseamos todos es que esta Real sea la que veamos en los 17 partidos que quedan. Así, Anoeta seguirá siendo un campo de Primera.
La Real jugó como un equipo ante el Sevilla. Esta vez sí, Lotina acertó con la estrategia aunque algunas cosas no funcionaron del todo. La mejoría se notó desde las bandas, donde Garrido hizo un gran partido y donde Gerardo también rayó a gran nivel. Rekarte se quedó por fin en el banquillo y los dos laterales que hoy defendieron la camiseta de la Real cerraron uno de los puntos fuertes del fútbol del Sevilla.
La mejoría también se notó por el centro. Mikel González sigue rayando a un grandísimo nivel y se ha convertido en el seguro de la defensa de la Real. Tanto, que Bravo apenas tuvo trabajo en todo el partido. Las acometidas del Sevilla, que si es verdad que gozó del dominio territorial, morían antes de convertirse en ocasiones de gol. Elustondo respondió a la confianza que le otorgó Lotina con un magnífico encuentro. Se le vio a veces algo lento en la salida del balón, pero tiene una visión de juego que, es cierto, le asemeja a Xabi Alonso. Suyas, además, fueron dos de las ocasiones más claras de la Real, un lanzamiento desde la frontal en la primera parte y un disparo mucho más lejano en la segunda que casi sorprende a Palop.
Arriba las cosas no anduvieron tan finas. Germán Herrera fue titular por primera vez y demostró que tiene una capacidad de lucha descomunal. Se llevó bastantes balones en los que apenas tenía opciones y nada más comenzar el encuentro forzó ya una tarjeta amarilla. Pero fútbol parece que tiene poco el argentino. La distancia que le separa de Kovacevic en este aspecto es enorme. El serbio salió en la segunda mitad (hoy el sacrificado sin un solo minuto fue Skoubo) y provocó mucho fútbol. Muchos balones bajados, muchas segundas jugadas, muchas faltas y, sobre todo, la ocasión más clara del partido, un cabezazo franco que fue a parar a las manos de Palop. Seguro que Darko esta noche le va a dar muchas vueltas a esa ocasión. Gari no jugó en punta, sino en banda izquierda, y ahí se le sigue viendo algo más perdido, aunque suyo fue ese centro que Kovacevic no pudo aprovechar. Savio también anduvo perdido en la mediapunta y fue sustituido por Aranburu. Lo peor es que la Real sigue sin gol y ya son cuatro los partidos que lleva sin perforar la portería contraria. Los de Lotina tienen ocasiones en casi todos los partidos, muy claras algunas, pero no hay suerte en este vital aspecto del fútbol.
Al margen del resultado, la gran noticia del partido es que la Real parece dispuesta a sobreponerse a todas las adversidades que le sucedan. El concierto de silbato y tarjetas del colegiado no afectó en absoluto a los de Lotina, que defendieron con la misma intensidad durante todo el partido. Los continuos piscinazos de jugadores del Sevilla dentro y fuera del área no mermaron la concentración del equipo. El cuarto de hora que la Real se quedó con diez, después de hacer los tres cambios y lesionarse Gari Uranga (tenía mala pinta, ojalá no sea una rotura de ligamentos), no evidenció que el Sevilla tuviera superioridad sobre el campo.
Y ahora llega la prueba de fuego. Es necesario que este empate tenga continuidad en casa. No será fácil ganar al Real Madrid (serán baja por tarjetas Gari, aunque de todos modos la lesión, insisto, no tenía buena pinta, y Garitano), pero es casi impresindible conseguir esos tres puntos. El futuro de la Real está en juego y Anoeta se merece un gran partido ante uno de los mejores rivales. Ganar dentro de seis días será una afirmación del deseo de la Real de seguir en Primera. Anoeta debe vibrar otra vez.
2 comentarios:
sigo tu blog desde hace un tiempo, sólo tengo una sugerencia, sería más cómodo de leer si separases el texto en párrafos. Un saludo y aupa real, que todavía hay esperanza!!
Gracias, amigo Aitor, por leerme y por tu sugerencia. A partir de ahora separaré los párrafos para hacer más comoda la lectura.
Al menos el empate de ayer sirvió para eso, para mantener la esperanza. Espero volver a leerte por aquí. Un saludo.
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