El Consejo de Administración de la Real no va a tomar medidas drásticas de momento, según ha anunciado en un comunicado oficial que publica en la página web de la Real. En principio, ese momento no llegará hasta "el momento en el que se conozca, inequívocamente, cuál será la situación de la Real en la próxima temporada". En otras palabras, que hasta que la Real no descienda o se salve matemáticamente no se debatirá ni el futuro del Consejo, ni el del entrenador, ni el de los jugadores.
Es fácil llegar a esa conclusión no sólo por esa afirmación del comunicado. La directiva que preside Miguel Fuentes proclama que la Real tiene "un equipo unido y comprometido" (alusión que parece desmentir las informaciones que apuntaban a que el Consejo estaba desilusionado con la supuesta negativa de los jugadores a aparecer junto a Miguel Ángel Lotina en la lectura del comunicado dle pasado viernes) y "un entrenador con experiencia y entregado al cien por cien". Es obvio, a tenor de esta declaración, que no se tiene prensado cesar a Lotina, a pesar de que también se publicaron informaciones que apuntaban en ese sentido ante una debacle ante el Deportivo el pasado sábado. Él será el entrenador con el que la Real se salve o descienda. Y el Consejo, que vuelve a apelar una vez más a la unidad, sigue creyendo que es posible lograr el objetivo. "Somos de primera. Y nos tenemos que quedar en primera", sentencia.
Aunque no se hagan juicios sobre la labor del Consejo, y estos queden de forma más explícita para el final de la temporada (yo no lo haré todavía, esperaré efectivamente a conocer el futuro de la Real), lo cierto es que Anoeta dictó sentencia el pasado sábado. Quienes rigen la Real dicen que han tomado nota y que su trabajo se evaluará en su momento, y siguen apelando a la salvación para posponer ese debate. Ahora lo que cabe plantearse es si la decisión del Consejo es acertada o si, por el contrario, puede provocar daños mayores. Si la Real consigue alguna que otra victoria en los próximos partidos, el Consejo se verá reforzado en esta postura (que no en la de fondo, en su continuidad y en la situación general de la Real). Pero si los de Lotina no consiguen la victoria ni el domingo en Zaragoza ni dentro de once días en Anoeta, el clima en la grada se puede volver muy tenso. El equipo, como siempre, tiene en su mano lo que vaya a suceder en el futuro. El domingo, a las cinco, tienen su primera oportunidad de enderezar el rumbo de todo lo que rodea a la Real.
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