Cada vez es más difícil escribir sobre la Real. No importa que delante esté un Real Madrid o una mediocridad de equipo como este Deportivo de La Coruña. No importa que juegue bien o que juegue mal. No importa nada de lo que sucede durante los 90 minutos del partido. No importa ningún llamamiento que se haga durante la semana o el trabajo que se supone que se hace en los entrenamiento. No importa nada. Porque el futuro de la Real no existe. No hay nada que diga que no estamos viendo a un club en absoluto proceso de descomposición. ¿Qué más da que la afición anime durante 90 minutos, como pedía Lotina en la víspera, o que no lo haga? ¿Qué más da que se generen ocasiones de gol o que no pisemos el área rival? ¿Qué más da que el equipo que se sitúa en el campo contrario tire una sola vez o 16 contra la portería de la Real? El resultado siempre es el mismo: la Real pierde. Y así no hay futuro.
La Real fracasa en todos sus aspectos. Fracasa el Consejo de Administración, con su presidente a la cabeza, porque no ha sido capaz de fichar un solo jugador que marque diferencias, ni en el verano ni en el mercado de invierno (Rivas en el banquillo, Fabio Felicio traspasado, Herrera desesperante, Víctor López casi inédito; nadie que marque diferencias). Hoy la gente ha estallado, más tímidamente de lo que sería admisible en una situación como la actual, pero ha estallado. Rekarte pagó las iras de la gente casi desde el principio y al final se vieron muchos pañuelos que buscaban el palco, y mucha gente se quedó en las inmediaciones de Anoeta tras el final del partido, clamando contra el Consejo. Con razón. Hay que decirlo por mucho que el Consejo pida unidad. Fracasa el entrenador, que no es capaz de hacer que este equipo sea capaz no ya de ganar un partido, sino siquiera de marcar un gol. Y fracasan los jugadores. Los buenos y los malos. Los de casa y los de fuera. Los que se dejan la vida y los que no.
Y lo difícil de todo lo que he escrito antes es que la Real, una vez más, no ha merecido perder el partido. Es más, ha merecido ganarlo y con claridad. Pero eso, dicho en una temporada como ésta, pierde todo su sentido. La Real creó ocasiones de gol, pero la mayoría cayeron en los pies de un jugador que sigo exigiendo que se explique quién lo ha fichado, Germán Herrera, que no enchufó ninguna. La Real defendió tan bien que sólo el gol del Deportivo fue una ocasión clara, y el otro acercamiento peligroso, de Arizmendi en la segunda parte, se quedó en un despeje de la defensa. La Real presionó desde le principio y jugó con dos delanteros como demanda un equipo en la desesperadísima situación en la que está este equipo. La Real encerró por completo al Deportivo en su área y terminó el partido colgando balones, como se le exige a un equipo que lucha por la vida. Pero todo da igual. No hay futuro. Lo que hay es otra derrota. Otra.
Más difícil todavía se hace decir todo ésto cuando sigue siendo posible la remontada que nos dé la salvación, algo que Lotina sigue considerando viable. Ya sé que suena casi a burla después de ver lo que vemos cada fin de semana, pero quedan puntos. Hay ejemplos en el pasado a los que aferrarse y los hemos recordado durante la semana, pero ya es insufrible tener que aferrarse a ellos. Ahora son 14 partidos y hay que ganar ocho. Mi corazón realista no aguanta todo este sufrimiento, esta impotencia, esta desilusión, esta desesperanza. Porque no importa lo que haga la Real: pase lo que pase la Real pierde. Y nadie es capaz de dar una explicación. Sólo se hacen llamamientos a una unidad ya estéril.
Hoy la alineación era un poco más ilusionante que de costumbre, pero, insisto, da igual. El resultado sigue siendo que la Real pierde. Kovacevic jugó por primera vez con otro delantero a su lado durante los 90 minutos, pero el argentino Herrera no aprovechó ni uno solo de los balones claros que le cayeron, sobre todo en la primera parte. Díaz de Cerio apenas sí tocó el balón. Aranburu, además, estaba en el campo. El espíritu de la Real volvió a estar en el once. Pero dio igual. Derrota de la Real. La gente no se ha ensañado con Lotina, pero su incapacidad es ya imposible de ocultar. Sólo un punto de los últimos 21. Y sólo un gol en esos partidos, que además no sirvió ni para puntuar. Sus primeros cambios fueron delantero por delantero y medio centro por medio centro. Quedaban sólo quince minutos cuando hizo esos primeros cambios. Me vino a la cabeza lo que hizo Ziganda con el Osasuna perdiendo 0-1 en casa contra el Celta (terminó el partido con un solo defensa y tres delanteros). Después retiró a Gerardo, lateral, por Novo, extremo. Ya sin tiempo para que el partido cambiara.
La Real es hoy una ruina, un equipo muerto y un club que, si sigue así, puede seguir el camino de equipos que bajaron a Segunda División y acabaron desapareciendo. Todos recordamos al Logroñés o al Oviedo. Y nadie ofrece soluciones, nadie parece tener ideas para detener una espiral que, como poco (y ya casi hay que cruzar los dedos para que sólo suceda eso), tiene visos de llevarse por delante 40 años consecutivos en Primera División. Seguiremos escuchando palabras vacías apelando a la unidad, pero nadie asume su responsabilidad. Y los que perdemos somos los realistas de corazón. Los presidentes pasan, los entrenadores pasan y los jugadores también, pero somos nosotros, los aficionados, los que vamos a estar siempre con el equipo. En Primero o en Segunda.
Caparrós se ha presentado en la sala de prensa de Anoeta diciendo que se le ha aparecido no sé qué virgen. Que siga así, porque el fútbol que propone es una vergüenza para este deporte. Fútbol, ninguno. Gestos antideportivos, todos los del mundo. Desde perder tiempo hasta hacer faltas, perfectamente calibradas para evitar expulsiones. Si Caparrós cree que contribuye a aficionar a los chavales al fútbol está equivocadísimo. Si la Real no está en el campo, desde luego, yo jamás veré un partido del Deportivo. Ni de ningún equipo que entrene Caparrós. Qué rabia me da ver que un equipo que tira una sola vez entre los tres palos gana un partido. Qué rabia que encima haya sido a la Real y en la situación en la que estamos.
No quiero terminar sin hacer una mención a los árbitros. Puedo soportar que me roben partidos por su incompetencia o incluso por mala fe. El de hoy lo ha hecho (por imcompetencia), puesto que el gol del Deportivo es un pase con la mano de Taborda. Puedo soportar que no corte la violencia del equipo rival. El de hoy lo ha hecho, no ha sancionado muchas faltas, no ha sacado todas las tarjetas que debía. Lo que no voy a soportar es que un linier chulo, rencoroso, prepotente, incompetente e ineficaz demuestre su nula profesionalidad insultando a un jugador de mi equipo. Uno de los dos tipejos que se han colocado en la banda lo ha hecho, ha insultado a Kovacevic. Sanciones ya para estos impresentables, los únicos que campan por los terrenos de juego sin que se les pueda sancionar por nada.
2 comentarios:
Duro, muy duro, durísimo!. Ya no hay palabras para describir el estado de la Real, o por lo menos yo no las encuentro.
Ayer estube en Anoeta, y he de confesar que ya no se si estube porque soy socia y ya que está pagado pasamos la tarde allí o por qué voy, es más, dudo de si en caso de no ser socia y tener entradas gratis como era el caso de ayer hubiera ido, pero bueno, dudas personales aparte... esto es una ruina.
Qué horror, que tristeza!, no hay a qué agarrarse, llevo muchos años viendo futbol, (por la tele claro, que en Anoeta, quitado el subcampeonato y 4 partidos sueltos ya me diran dónde está el futbol) y no he visto cosa igual.
Claro que el futbol no es como antes, que las goleadas no se dan y que cualquiera pierde en cualquiera campo, que para ganar hay que sufrir y pelear a muerte no un partido sino ¡cada minuto de un partido! y esta real de los últimos años no sabe de eso. Perdemos partidos increibles, por apatía, falta de concentración, aptitud, falta de calidad, de garra y pundonor, asi, estar en la élite se me antoja imposible.
Futbol es futbol y GOLES SON AMORES!!!, y la real está sola, reñida con el gol, sin pareja, sin novia, viuda y de luto.
Ojala los partidos empatados por la real hubieran sido 2-2 y los ganados y perdidos 2-3 3-2 por decir algo, asi por lo menos hubieramos tenido unos segundos de extasis por partido con cada gol, pero nada, ni eso, más triste no puede ser ver un partido de futbol, se imaginan un partido de baloncesto 20-20?, de balonmamo 5-5?, sería insufrible, pues asi está la real, abonada al 0 en casa y fuera, 0 en goles, 0 en actitud, 0 en calidad, 0 en estrategia, 0 en defensa, 0 en la directiva, (otro dia me extenderé más en ese aspecto que no lo tengo olvidado pero hoy es dia de reflexión deportiva), total, que con tanto 0 y tan redondo, estamos apañados. Solo hay dos cosas que llevan el 1 delante del 0.
El Club histórico que es la Real Sociedad por encima de estas temporadas: 10
La afición txuri urdin: 10
Gora erreala!
Y tenéis un mérito increíble los que seguís yendo cada quince día a Anoeta, los que os mantenéis ahí a pesar de todo. Ojalá yo pudiera acudir tan a menudo, aunque este año sería un sufrimiento imposible que ya incluso por la tele me tiene triste y rabioso...
Gracias, Messinha, por dejarte ver por este foro. Espero que vuelvas y que nos sigas dejando tu opinión. Ya pondré algo sobre el Consejo para que te lances...
Publicar un comentario