Zurutuza, en el partido de la temporada pasada. |
Debido al estado físico de alguno de sus jugadores, Arrasate ha decidido aplazar sus decisiones sobre la convocatoria al día del partido. Así, son veinte los seleccionados en primera instancia, que son todos los futbolistas de la primera plantilla que tiene disponibles el técnico. No estarán los lesionados de larga duración, Granero e Ifrán, ni tampoco Dani Estrada, del que se sigue desconociendo una fecha aproximada para su regreso a los terrenos de juego. Los tres jugadores sobre los que se podía tener dudas están en la convocatoria. Se trata de Cadamuro, que terminó el partido de Valladolid con molestias; Iñigo Martínez, que ya se perdió ese último partido; y Elustondo, que sale de una lesión más larga. Los nombres de los dos descartes que se unirán a los tres lesionados en la granda se conocerán cuando el equipo llegue a Anoeta, hora y media antes del comienzo del partido.
El técnico txuri urdin ya adelantó hace una semana que ante Almería, Valladolid y Osasuna se verían tres once distintos. Bravo estará bajo palos, con Carlos Martínez en la banda derecha y Mikel González en el centro como únicos seguros en defensa. Iñigo y Ansotegi se disputan el otro puesto en el centro, probablemente con más opciones para el segundo. Y José Ángel podría regresar al lateral izquierdo. Por delante, la apuesta de Arrasate es toda una incógnita. Markel es el que lo está jugando todo y el que no entra en las rotaciones. Si es titular, probablemente le acompañarían Pardo y Zurutuza, para dar descanso a Xabi Prieto. Por delante de ellos, también es difícil saber los planes de Arrasate, pero Chory Castro podría tener una nueva oportunidad, probablemente para que descanse Griezmann. Vela y Agirretxe completarían ese once. A la espera de los descartes, menos opciones tienen Zubikarai, Cadamuro, De la Bella, Ros y Seferovic.
La Real comienza la duodécima jornada en la décima posición, con 14 puntos, cinco por debajo del Getafe, que ocupa la sexta posición, la última que da acceso a la Europa League, y a la misma distancia de los puestos del descenso, que cierra el Betis. Su rival, el Osasuna, salió precisamente de las tres últimas posiciones con su victoria ante el Rayo del pasado fin de semana y es decimosexto con diez puntos. El equipo txuri urdin ha jugado cinco partidos en casa, de donde se le han escapado ya siete de los quince puntos posibles y donde ganó el primer partido que jugó (2-0 al Getafe) y el último (3-0 al Almería). Anoeta es el campo en el que menos goles del equipo visitante se han visto, sólo tres. Osasuna ha perdido cuatro de los cinco partidos que ha jugado lejos de su terreno de juego y ganó el otro, 0-1 en Málaga. La Real llega al partido después de tres jornadas sin perder, sumando siete de nueve puntos posibles, y el Osasuna ya de Javi Gracia, ex jugador realista, perdió en Sevilla su partido entre semana, pero ganó los dos anteriores. La Real no consiguió marcar ningún gol a Osasuna en los cuatro choques de las dos últimas temporadas.
Ambos equipos se han visto las caras en Donosti en 37 ocasiones, 30 de ellas en Primera División. En la máxima categoría, hay una clara superioridad realista, con 19 victorias, siete empates y sólo cuatro derrotas. La mayor goleada lograda por el equipo txuri urdin es el 4-1 de la temporada 1959-1960, con goles de Gallastegi, dos de Aznar y Paz. El triunfo más claro de Osasuna fue el 1-3 de la temporada 1992-1993, el último choque disputado en Atotxa. En Anoeta son once los partidos disputados, con siete victorias de la Real, dos del Osasuna (la última de ellas, 1-2 en la campaña 2005-2006) y dos empates, en los dos últimos partidos. Ninguno de los dos equipos ha sido capaz de marcar más de dos goles en sus partidos en este estadio, pero es que en Atotxa sólo lo hicieron en esa goleada de cada equipo ya reseñada. El cuadro estadístico se completa con siete partidos en Segunda, de los que la Real ganó seis (el más claro, el 2-0 en la 1965-1966) y perdió el restante (0-2 en la 1940-1941).
La pasada temporada, la 2012-2013, Real y Osasuna empataron a cero en unas fechas muy cercanas a estas, en la decimotercera jornada de Liga, en un partido que se distinguió por ser muy aburrido y de bajísima calidad. Ante la colocación y el trabajo de Osasuna, la Real apostó por balonazos largos y no consiguió apenas crear peligro. El colegiado, Velasco Carballo, se convirtió en un aliado más de los rojillos al sancionar cada contacto de un jugador txuri urdin con tarjeta amarilla y, sin embargo, consentir muchas faltas a los visitantes. En la segunda mitad, Mendilibar vio que podía sacar los tres puntos y ordenó a su equipo tener algo más el balón. Montanier apostó por el contragolpe y no intentó cambiar el partido con las sustituciones hasta muy tarde. Con ese planteamiento, las pocas ocasiones de peligro fueron de la Real, pero Andrés no necesitó hacer el mismo partidazo que protagonizó un año atrás para mantener su portería a cero. Ni unos ni otros fueron capaces de marcar y el resultado inicial no se movió.
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