lunes, marzo 11, 2013

ATLÉTICO DE MADRID 0 - REAL SOCIEDAD 1. El Calderón, asaltado con una defensa descomunal y un regalo arbitral

Habrá que pensar que Montanier no tiene una flor, sino todo un jardín que luce con un esplendor cada vez más intenso. No hay otra forma de explicar que la Real sea ya un equipo acostumbrado a ganar partidos en los que hay cosas muy discutibles en su proceder o en las circunstancias que lo rodean y en la que sus merecimientos no dan para tanto. La Real ha ganado en el Vicente Calderón. Eso es un hecho tan incuestionable como el hecho de que sea el primer equipo, no ya en ganar sino siquiera en puntuar en el feudo rojiblanco en lo que llevamos de Liga. Ha ganado sin apenas generar ocasiones de gol, casi limitadas al tanto que subió al marcador... que se produjo además en un clarísimo fuera de juego de Xabi Prieto. Ojo, con Ayza Gámez pitando. Ni que arbitre un tipo con el que nunca ha ganado la Real es impedimento ya para que los de Montanier se hagan con los tres puntos. Eso sí, es incuestionable también que la victoria viaja a Donosti por una defensa descomunal en la que, siendo un trabajo de todos, han destacado con un nivel sencillamente espectacular, los dos centrales, Mikel González e Iñigo Martínez, que han dado un recital de cortes y despejes como pocas veces se ha visto.

Montanier dio entrada en el once a Zurutuza en su puesto de mediapunta, el más habitual desde que subió al primer equipo lo que, después de varios meses, devolvió a Xabi Prieto a la banda derecha. El sacrificado fue Agirretxe, movimiento con el que el técnico francés colocó nuevamente a Vela en la punta de ataque, alternándolo, lo cual es todavía más sorprenden (aunque no inédito) con Griezmann. Markel tiene ya asegurada la etiqueta de titular, y eso conlleva que la estrella de Rubén Pardo se apague irremediablemente con Montanier como entrenador sin que quede realmente claro el motivo, más allá de agarrarse al resultadismo. Sobre el papel, esa decisión justificaba que los primeros minutos del partido fueran de claro dominio del Atlético. Y lo fueron. Pero había ya ahí un elemento que pintaba bien para los intereses de la Real: el partidazo de sus centrales. Cada balón bombeado al área encontraba la cabeza de Iñigo Martínez o Mikel González, cada balón a la espalda de un jugador txuri urdin encontraba la gran respuesta de uno de ellos dos, cada pelea por el balón convertía a uno de los dos defensas realistas en un muro infranqueable.
Y con el paso de los minutos su formidable actuación fue contagiando a Carlos Martínez y De la Bella, incluso a Markel Bergara en algunos momentos, aunque éste, que tampoco ayuda en la construcción del juego, perdió además algún balón muy peligroso, como el que le costó la tarjeta amarilla a Mikel, y estuvo otra vez cerca del penalti en su marcaje a Falcao a balón parado. Estas circunstancias desconcertaron al Atlético, que encontraba sus mejores ocasiones en la estrategia o desde lejos, sin llegar a encontrar nunca la portería. Bravo, de hecho, apenas tuvo que intervenir a lo largo del partido. La Real, no obstante, no generaba peligro y dejó pasar toda la primer mitad sin poner a prueba a Courtois más que en un despeje de puños tras una falta lateral botada por Illarramendi y un balón que cayó en sus manos tras un acrobático toque de Griezmann ya sin demasiadas opciones desde la línea de fondo. El 0-0 era un resultado más que justo al descanso, ya que los locales no eran capaces de encontrar las vías para llegar a la portería de Bravo y los visitantes se conformaron con montar un entramado defensivo que progresivamente iba minando la moral del Atlético.

Illarramendi se multiplicaba en el centro del campo para dar todas las coberturas necesarias y complementar el gran trabajo de la defensa hasta el punto de que parecía que Falcao no estaba en el campo. Quizá en la ausencia del colombiano, a quien se ha agarrado el Atlético muchas veces esta temporada para ganar partidos espesos, es donde empezó a ganar la Real. El escenario al descanso era bastante halagüeño para los de Montanier. Consolidada la rocosidad de su planteamiento, era el momento de dar un paso adelante para conseguir los tres puntos. No lo dio, porque muchas veces esta Real no da esos pasos, pero como el fútbol es un estado de ánimo y el del equipo txuri urdin está por las nubes, ese momento se le apareció de la nada. De la nada y de su calidad, bien es cierto. Una contra de libro con tres toques y en la que Griezmann pone un gran balón a la carrera de Xabi Prieto se convirtió en el 0-1. El capitán ha marcado todos los goles de la Real esta temporada en Madrid, tres en el Bernabéu y el del Calderón. Que tiemblen Rayo y Getafe. La contra, perfecta. Salvo por un detalle. Prieto está en fuera de juego en el momento en el que Griezmann mete el pase, con lo que las quejas del Calderón estaban sobradamente justificadas por esta jugada.
Que la Real marque un gol ilegal con Ayza Gámez de árbitro lleva a pensar cómo fue capaz la Real de ganar un partido con, por ejemplo, Japón Sevilla. Es algo realmente inconcebible, pero que se acaba consiguiendo en algún momento para sorpresa de casi todos. Y hoy los realistas lo han conseguido arbitrando el mismo trencilla que impidió su victoria contra el Atlético en los dos partidos que le arbitró en Anoeta contra este rival. Curioso. La afición del Atlético no cesó de reprochar sus decisiones como si no hubiera mañana, y con razón en algunas ocasiones, olvidando su actuación en el partido de ida. Lo cierto es que sigue siendo un colegiado desquiciante, que hoy en el Calderón no supo administrar sus tarjetas, soliviantado a la grada y provocando el más que justo enfado de los realistas. Lo más grave es que perdonó la expulsión a Diego Costa por un alevoso pisotón a Agirretxe cuando éste estaba en el suelo. Basta ya de defender a un jugador así, que genera violencia, provoca a los contrarios y no es expulsado ni la mitad de las veces que lo merece. Me da igual que sea bueno o malo, o que los haya más ruines que él. Su fútbol es mamporrero y violento. No merece pisar un campo de fútbol y acciones como la de hoy lo demuestran.

Tras el gol de Prieto, el Atlético gozó de una clarísima ocasión de gol en un cabezazo que obligó a Bravo a realizar su única intervención de mérito de toda la noche, lo que habla a las claras del gran trabajo defensivo del equipo. Después se sucedieron los centros colgados, los "uy", los intentos y los balones peleados, el Atlético se diluyó cual azucarillo y la Real no sufrió para mantener el 0-1. Y eso, en el campo de un equipo que había ganado todos sus partidos como local, es muy meritorio. Es también cierto que el partido estaba para el 0-2 y que, en realidad, este tanto no se llegó a buscar con ahínco, ni siquiera con la entrada de un peleón Agirretxe por Vela (que se jugó su segunda amarilla en un lance muy protestado por la grada) o por la sorprendente inclusión de Estrada (para jugar como extremo derecho) en lugar de Zurutuza, pero a diferencia de lo que sucedió hace una semana cuando el equipo remontó el 0-2 del Betis, en Madrid la ventaja sí se defendió con sosiego. Sólo Griezmann pudo marcar en un balón peinado hacia al área que no alcanzó a tocar en el segundo palo, aunque bien es cierto que parecía estar en posición antirreglamentaria aunque el árbitro no la señalara.
Y así pasaron los minutos hasta que sólo la decisión de Courtois de volver a subir al ataque para intentar rematar un córner en el descuento (la última vez que lo hizo, en Europa League, su valentía acabó en el segundo gol de su rival), pero era tal el nerviosismo del Atlético que lo botó antes de que el árquero alcanzara el área de la Real. No obstante, tuvo una segunda oportunidad en la que tampoco se generó peligro. Montanier dijo en la víspera, como ya apuntó en otras ocasiones sin acertar en su pronóstico, que habría que hacer un partido perfecto para ganar en el Calderón. Lo de hoy no ha sido un partido perfecto ni de lejos. Es más, mirando la estadística es difícil saber en qué fue superior la Real más que en las sensaciones generales, en la confianza propia y en su rigor defensivo, pues tuvo menos balón, remató menos veces, provocó menos intervenciones del portero rival, perdió más balones y recuperó menos que el Atlético, e incluso botó menos córners. Pero metió un gol, que es lo único que sirve para dirimir quién se lleva los puntos en juego.

El partido que se vivió en el Calderón era de empate. Probablemente a cero. Pero acabó 0-1. Y estos tres puntos colocan a la Real en la quinta posición con 44 puntos, los mismos que tiene el Málaga, equipo que si cumple la sanción promulgada por la UEFA no podrá participar la próxima temporada en sus competiciones. Eso significa que ahora mismo la Real sería equipo Champions. En todo caso, hay que recordar que la Real ya ganó en La Rosaleda por 1-2, con lo que esa cuarta plaza sería suya de sumar de aquí al final de temporada los mismos puntos que el Málaga si ninguno de sus perseguidores les adelanta. No deja de ser curioso que Montanier siga siendo un técnico discutido con razones más que argumentadas (sigo sin ver que, en un partido para manejar y machacar, Pardo ya no tenga ni la oportunidad de saltar al césped en el minuto 70; ¿mejor Ansotegi para perder tiempo en el 90?), pero dicen que los resultados manda. No lo comparto ni ganando, pero sí, los resultados alegran. Y esa alegría es la que produce ver a la Real quinta en la clasificación, ganando en Mestalla, San Mamés, La Rosaleda y el Vicente Calderón. O perdiendo sólo uno de los últimos 17 partidos ya. ¿Y sabéis qué? Sigo pensando que damos para más. Qué cosas.

3 comentarios:

Doctora dijo...

Hacía tiempo que no me mosqueaba tanto con una derrota, ni con la patética cantada de la Europa League salí tan quemada como ayer.

Típico partido en el que atacas, atacas y atacas, tienes el balón y el al final el rival te gana en su única ocasión (en fuera de juego, para más inri). En fin, un partido odioso (tanto como Diego Costa, a ver si este verano llega el Inter o la Roma y se pira a Italia, que allí molan esta clase de jugadores), pero bueno, todos hemos sufrido partidos así (aunque es normal que cuando un árbitro te está perjudicando no te acuerdes de que la última vez te benefició).

Respecto a la Real en Champions... entre los seis primeros es fácil que se meta si se prolonga esta racha, pero francamente veo más candidato a Champions al Valencia o incluso al Betis (eso descartando de entrada al Málaga, que a luego a saber en qué quedaría la sanción).

toni dijo...

Un paso mas cerca de la champions, pero este paso con mucho merito. Yo tambien creo que la real no esta usando todo su potencial, que podria ser incluso mas grande que el barça o el madrid

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, sí, desde el punto de vista del Atleti tuvo que ser un partido frustrante, y creo que el paralelismo que algunos han trazado con la forma en que perdimos precisamente con vosotros en la ida es acertado. A ver qué pasa en la final de Copa... Yo creo que sí tenemos muchas opciones, sobre todo si se mantiene la sensación al Málaga, porque tenemos averages ganados y duelos directos. A ver, a ver...

Toni, casi todo el mundo me toma por loco cuando insisto en que, tal y como está la Liga, la lucha de la Real este año tendría que haber sido por el subcampeonato con Madrid y Atleti.

Javi, mucha seriedad defensiva, sí. Y por supuesto que la crítica ayuda. Es que si no, ¿de qué sirve opinar? Animamos y punto. Y si la Real se tira por un precipicio, como de hecho hizo hace unos años, todos detrás. No, las cosas no son así. Y estoy plenamente contigo. Muy caliente con el tema de Pardo y preparado para estallar si la cosa no cambia. Clemente mandó a Xabi Alonso al Eibar porque no le veía hecho, vino Toshack, lo repescó y nos salvamos. Si Montanier pudiera, a saber a dónde habría mandado a Pardo. Tuvimos la suerte de verle en aquel Europeo sub-19 y que no fuera un desconocido para quienes no vemos al Sanse.