jueves, enero 17, 2013

PARTIDOS INOLVIDABLES Real Sociedad 4 - Barcelona 3 (1979-1980)

Eran todavía las primeras jornadas de la temporada 1979-1980, esa que acabó convirtiéndose en sueño y pesadilla casi al mismo tiempo, con un récord de imbatibilidad extraordinario y una única derrota, en Sevilla, que se llevó por delante la que tendría que haber sido la primera Liga de la Real. Pero el equipo de Alberto Ormaetxea ya sumaba seis puntos, dos victorias y dos empates, cuatro jornadas sin perder que sumadas a las seis del final de la temporada hacían ya un total de 10. Entonces no lo sabíamos, pero quedaban 28 más antes de que llegara esa fatídica derrota. La Real llegaba a ese partido después de una victoria memorable pero amarga, el 2-0 al Inter de Milán, la primera victoria en un partido de competición europea en la noche más memorable que vivió Atotxa en aquellos torneos continentales, pero que no bastó para remontar el 3-0 del partido de ida. El Barcelona, aún con la baja de Krankl, venía a ser entonces una buena piedra de toque para medir cómo se había recuperado el conjunto txuri urdin.

Desde el arranque del partido se vio a un Barcelona de muy alto nivel, con Asensi como sorprendente libre por detrás de Migueli, y a una Real a la que le costó dominar el centro del campo, una zona en la que sólo Periko Alonso (en la foto interior) estaba dando la talla. Diego no se encontraba y Zamora fue de menos a más. Para terminar de complicar la situación en esa franja del terreno de juego, al Barcelona le vino bien incluso un infortunio. En el minuto 6, y tras chocar con Alonso, Canito se golpeó en la cabeza con la visera de cemente del banquillo de su equipo, hasta el punto de que el inolvidable doctor Echevarren le tuvo que aplicar ocho puntos de sutura en la frente. Después del partido, Canito seguía convencido de que había recibido un golpe de un rival. Rifé optó por meter en el campo a Rubio, que se descolgó aún más de la defensa para hacer la vida imposible al centro del campo de la Real.
Aún así, el hombre de esos primeros minutos fue el bravo Celayeta. Primero vio como Asensi le sacaba un balón de la misma línea de gol y al minuto siguiente, en el 17, protagonizó un jugadón en el que regateó a tres jugadores blaugranas y estrelló el balón en el palo. Del 1-0 se pasó al 0-1 con mucha rapidez. Simonssen volvió loca a la defensa realista con dos quiebros en la misma frontal del área, cedió el balón a Carrasco y éste colocó un certero remato con la pierna derecha, junto al palo y lejos del alcance de Arconada. Pero si hay algo que aquella Real no sabía hacer era rendirse. Apenas tres minutos después, Zamora botó una falta desde la banda izquierda, Idígoras llega a tocar con la cabeza y el cuero le cae a Alonso, que burla a Landáburu y marca el gol del empate con un tiro tan raso como contundente. Con el empate, la lucha abandona las áreas y se vuelca en el centro del campo, ligeramente dominado por el Barcelona de ahí al final. Arconada mantiene el empate con un paradón tras un cabezazo a bocajarro de Rubio.

Sin embargo, es la Real el equipo que se adelanta. Ausocua Sanz convierte un claro derribo a Zamora dentro del área en una falta fuera. López Ufarte (en la primera foto), muy trabajador durante todo el partido, dio muestras de su inmensa calidad botando esa falta directamente a la cabeza de Kortabarria, que conecta un cabezazo inapelable y sube el 2-1 al marcador. Y aunque apenas quedaban dos minutos para el descanso, el Barça consiguió empatar en la primera mitad, con la colaboración de un colegiado que alargó sorprendentemente este primer acto. En la enésima falta al borde del área con las que castigó a la Real, el equipo blaugrana subió el empate al marcador. Los realistas esperaban el disparo de Landáburu, pero fue finalmente Heredia quien ejecutó el lanzamiento, sobrepasando la barrera y haciendo inútil la estirada de Arconada, que aún así llegó a tocar el balón.
Con el arranque de la segunda mitad, se vio a un buen Barça, que tuvo dos claras ocasiones para adelantarse en el marcador, primero con un disparo de Sánchez que sacó lo mejor de Arconada y después con un lanzamiento de Rubio que repelió el larguero. Pero un minuto después, el equipo catalán sí consiguió ponerse por delante, con un gran disparo de Sánchez. La segudna vez que la Real se puso por debajo en el marcador abrió la fase más delicada para los de Ormaetxea. El colegiado tampoco ayuda, con fueras de juego que sólo ven sus asistentes. Un loco que no merece el nombre de aficionado llega a lanzar una navaja abierta en dirección al colegiado. Afortunadamente, falla y el incidente no pasa a mayores. La grada recrimina la acción del inconsciente y el propio Ausocua Sanz, al final del partido, reconoce que el "comportamiento del público ha sido muy correcto en todo momento y que por culpa de un incontrolado no se puede castigar a toda una afición".

Ormaetxea se la juega con los cambios. Y aunque parece cantado que va a sustituir a un desparecido Diego, no lo hace. A nueve minutos para el final, Satrústegui es derribado en el área, pero el árbitro no señala penalti, como no lo señaló en otro empujón de Migueli sobre Idígoras. El balón acaba en la esquina, bota López Ufarte el saque, Kortabarria remata y Satrústegui engancha el balón a bocajarro (en la foto superior). Artola se lamenta por no haber salido. Empate a tres y la Real se lanza desaforada a por el triunfo. Gaztelu, todo corazón hasta el final, protagoniza una espléndida carrera y fuerza un nuevo saque de esquina. Él mismo lo saca para no perder tiempo, porque se ha alcanzado el minuto 90. Se forma una melé en el área, despeja un corto un defensa, Idígoras dispara, Artola desvía el balón y sobre la misma línea es Diego el que impulsa el cuero al interior de la red y da la victoria a la Real en el último suspiro por 4-3 (en la foto inferior). "La Real ha tenido mucha, mucha suerte", diría el entrenador culé, Rifé, al final del encuentro. Suerte, sí. Pero también muchísimo corazón porque era un equipo campeón que, efectivamente, nunca se rendía.
Real Sociedad (Alberto Ormaetxea): Arconada, Celayeta, Gajate, Kortabarria, Olaizola (Gaztelu, 80'), Diego, Alonso (Iriarte, 69'), Idígoras, Zamora, Satrústegui y López Ufarte.
Barcelona (Joaquín Rifé): Artola, Asesini, Estella, Migueli, Serrat, Sánchez, Landáburu, Canito (Rubio, 7'), Heredia, Simonssen (Zuviria, 86') y Carrasco.

Goles: 0-1, minuto 20, Carrasco; 1-1, minuto 23, Alonso; 2-1, minuto 43, Kortabarria; 2-2, minuto 45, Heredia; 2-3, minuto 68, Sánchez; 3-3, minuto 81, Satrústegui; 4-3, minuto 90, Diego.

Árbitro: Ausocua Sanz. Tarjeta amarilla a Idígoras.

Unidad: "Gran victoria de la R. Sociedad. Sigue la gran racha de la Real. La calidad y el buen juego barcelonista hicieron más meritorio el triunfo blanquiazul".
El Diario Vasco: "¡Qué espectáculo! Impresionante partido y sensacional victoria".
La Voz de España: "Siete goles en delirante tiovivo. La Real impuso su fútbol fuerza ante un Barcelona de gran calidad".
Mundo Deportivo: "Gran partido y triunfo a un minuto del final. La fe mueve montañas... y marcadores".
ABC: "La emoción del gol".

1 comentario:

Juan Rodríguez Millán dijo...

Javi, por eso es bueno que añadamos a la memoria recuerdos que no vivimos in situ. La Historia de la Real es muy rica en ese sentido. Efectivamente, en la 82-83 se ganó 1-0 con gol de Uralde. Y cómo no recordar aquel 4-1... Lo incluí en su día también en esta sección, está enlazado en la previa que acabo de publicar, por si quieres verlo.