La Real busca la sentencia de la temporada (domingo, 12.00 horas, Anoeta, Canal + Liga 2), llegar a los 42 puntos que, no de forma matemática pero sí virtual, confirmen lo que ya se vislumbra con cierta claridad, que el equipo txuri urdin estará la próxima temporada en la Primera División. Lo curioso de la cita es que el rival será el Villarreal, entrenado por el técnico que comandó a la Real Sociedad que se fue a Segunda División, Miguel Ángel Lotina. Toda una ironía que se quedará en segundo plano en cuanto comience el encuentro. Entonces sólo habrá un rival que está por debajo de los realistas en la clasificación y la necesidad de ganar para que siga siendo así hasta el final de la temporada. Anoeta volverá a juzgar cómo está viendo la temporada, después de haber pedido la dimisión de su entrenador, Philipe Montanier, en la última comparecencia en casa, el empate ante el Betis.
Según se aproxima el final de la temporada, Montanier está viendo reducidas sus opciones para configurar sus convocatorias. De esta forma, sólo ha tenido que descartar a un jugador para enfrentarse al Villarreal y ese ha sido Cadamuro. La expulsión de Mikel González la pasada semana en Málaga reveló cuáles serán los planes del técnico francés en caso de sufrir un contratiempo en el centro de la zaga, colocar a Elustondo como central. Una semana más no habrá ningún central en el banquillo. Son cuatro las novedades de la lista. Entra Zubikarai en el habitual relevo de porteros suplentes. Vuelven tras sus molestias Demidov, Aranburu e Ifrán. Y se quedan fuera con respecto a la pasada jornada, en la que sólo hubo 17 jugadores, el sancionado Mikel y Javi Ros. Bajas por lesión son Markel Bergara e Iñigo Martínez.
Bravo estará bajo palos. Por delante, los centrales serán los únicos disponibles, Demidov y Ansotegi. De la Bella tampoco tendrá recambio en el lateral izquierdo y estará en el once. En la derecha se juegan la titularidad Estrada y Carlos Martínez. El primero viene ocupando ese puesto en las últimas semanas, pero Charly regresó al equipo en la segunda mitad ante el Málaga, eso sí, de extremo. Por delante, acostumbrados a que Pardo no sea titular, hay cuatro jugadores con opciones de formar esa línea: Elustondo, Aranburu, Illarramendi y Zurutuza. El suplente, presumiblemente, saldrá de los tres primeros. Y en ataque, con Llorente e Ifrán en la misma situación que Pardo, sería una sorpresa que el tridente no lo formaron tres de entre el cuarteto que forman Griezmann, Vela, Xabi Prieto y Agirretxe. El 9, adelantado por el mexicano como máximo goleador del equipo, fue quien se quedó en el banquillo la semana pasada. Montanier ya no sorprende tanto en sus onces como en la primera vuelta, pero nunca se sabe.
La Real comienza la jornada en la decimoquinta posición. En circunstancias normales, ese puesto podría ser un drama con sólo cinco partidos por jugar, pero no lo es por el bajo nivel de los tres equipos que ocupan los puestos de descenso. Así, el equipo txuri urdin tiene un margen de ocho puntos sobre el Zaragoza, cuando quedan quince por jugarse. El Villarreal está tres puntos por debajo de la Real y una derrota en Anoeta sin duda le complicaría el final de la temporada. Los de Montanier, que encaran ahora dos partidos consecutivos en casa, han ganado siete de los dieciséis encuentros que han disputado como locales, han empatado cinco y ha perdido cuatro. Sólo tres equipos han encajado más goles que la Real. Los de Lotina, tercer entrenador del Villarreal esta temporada, es el peor visitante de la categoría junto al Sporting, y sólo ha sumado dos victorias y tres empates. Lotina vuelve de nuevo a San Sebastián, ya lo hizo la pasada campaña con el Depor. Por si alguien lo ha olvidado, es el técnico que se sentó en el banquillo del equipo que acabó con 40 años consecutivos de la Real en Primera.
El Villarreal ha jugado en San Sebastián en nueve ocasiones, todas ellas en Primera División y todas ellas en Anoeta, desde que lo hiciera por primera vez en la temporada 1998-1999. Y es un rival muy poco propicio para los intereses de la Real, que sólo ha conseguido derrotar a los castellonenses en dos ocasiones, ha empatado en tres y ha caído en cuatro de esos encuentros. Lo dice todo que el marcador más claro a favor del equipo txuri urdin es el agónico 2-1 de la temporada 2001-2002. De Paula consiguió el gol del triunfo en el minuto 86, tras empatar Arruabarrena el gol inicial de Aranburu. Las victorias del Villarreal, además de ser más que las de la Real, han sido mucho más claras. La mayor goleada fue el 0-4 de la temporada 2004-2005, con dos goles de Forlán, uno de Riquelme y otro de José Mari. El Submarino Amarillo, como se ha venido a conocer este equipo, sumó cinco visitas consecutivas a Donostia sin conocer la derrota entre las campañas 2002-2003 y 2006-2007, la del descenso txuri urdin.
La última comparecencia del Villarreal a Anoeta fue, precisamente, el partido que suponía el regreso a Primera de la Real, en la temporada 2010-2011. Y el equipo comandado por Martín Lasarte logró una victoria de categoría ante un equipo que acabó clasificándose para la Champions League. Comenzó mandando el Villarreal en el juego, pero la Real, en un espléndido partido defensivo, apenas le concedió ocasiones de gol. Poco a poco, y bajo el mando de Zurutuza, los realistas se fueron haciendo con el partido. El gol llegó a los diez minutos de la segunda mitad, en un jugadón de Llorente, que dejó de tacón a Xabi Prieto para que éste marcara el gol del regreso a Primera. El Villarreal intentó cercar el área de Bravo y lo consiguió, pero sin estar demasiado cerca del gol gracias al descomunal despliegue físico de la Real. Fueron tres puntos de oro que demostraron que, pese a las dudas de muchos, la Real estaba más que preparada para competir en Primera.
En el partido de la primera vuelta de la presente temporada, la 2011-2012, el resultado fue de 1-1, pero era un partido que la Real podría haber ganado de no haber mediado la lamentable actuación arbitral. Aranburu hizo el 0-1 ante la pasividad de la defensa local. El Villarreal consiguió en algunos momentos jugar con soltura frente al área de Bravo, pero apenas disparó a portería. Hasta que Undiano Mallenco convirtió una faltita de Elustondo, aunque fuera una temeridad por su parte, en su segunda tarjeta amarilla y llevó el partido a una fase completamente nueva. El Villarreal entonces sí se lanzó en busca del gol y lo encontró a veinte minutos para el final. Nuevamente la Real tuvo que tirar de casta y sacrificio y así consiguió, al menos aguantar el punto que tenía. Fue la cuarta jornada consecutiva del equipo txuri urdin sin conocer la derrota después de la racha de ocho partidos sin ganar. Vencer en Anoeta no sólo distancia al Villarreal en seis puntos, sino que le otorga el golaverage particular. Por si acaso.
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