Sin tiempo para celebrar o lamentarse del empate ante el Espanyol, según sea la lectura de cada cual de aquel encuentro, vuelve la Liga (martes, 20.00 horas, Anoeta, Canal + Liga 2, PPV). Y lo hace con la primera oportunidad real de finiquitar la temporada. De vencer, la Real alcanzará los 40 puntos. Sólo para alcanzar esa cifra, el Zaragoza tendría que ganar cuatro de los siete partidos que restán. Otra victoria txuri urdin más hasta el final de la Liga obligaría a que fueran cinco de siete. Seis en el caso de los otros dos equipos que están en puestos de descenso. Todo un mundo. La temporada quedaría casi finiquitada y la permanencia de los realistas sería prácticamente un hecho en el caso de derrotar al Betis, un equipo que no conoce el empate a domicilio en lo que llevamos de Liga. Montanier, pese a que habla de 45 puntos, sabe que vencer acerca al objetivo, y por eso sus mensajes previos a los dos últimos encuentros hablan de mantener la intensidad hasta el final de la competición.
La precariedad se asoma a la lista de Philippe Montanier por las lesiones, las bajas inesperadas y el asombroso funcionamiento de las instancias federativas. Son 19 los jugadores que forman la convocatoria de la Real para enfrentarse al Betis debido a que el Comité de Competición no decide hasta mañana si sanciona a Claudio Bravo por las dos inverosímiles tarjetas que le mostró Muñiz Fernández. Apelación no se reúne hasta el jueves, así que la Real solicitará la suspensión cautelar de dicha sanción. El chileno está convocado junto a Zubikarai y Toño. Se cae de la lista, como hacía temer su sustitución en Barcelona, Demidov. De forma inesperada y por enfermedad, tampoco estará Rubén Pardo. En el lugar de ambos, los que vuelven a la convocatoria son Mikel González e Illarramendi, aunque no es fácil calibrar en este momento el nivel de riesgo que se está corriendo con ambos para disputar este encuentro. Su presencia o su ausencia en el once titular será el mejor baremo para tenerlo claro.
Si ya es difícil anticipar el once de Montanier, las circunstancias lo complican aún más. Perdonado o con la suspensión cautelar en la mano, Bravo estaría bajo palos. Sin esa opción, Zubikarai, que jugó en la Copa, tendría ventaja sobre Toño. En la defensa, la precariedad imposibilita adelantar el cuarteto que formará de inicio. De la Bella en la izquierda y Ansotegi en el centro parecen los más seguros. Estrada y Carlos Martínez luchan por la banda derecha y Mikel sería la opción lógica si está para jugar. Cadamuro sería la única alternativa posible. En el centro del campo, si Illarramendi está al cien por cien será titular. Si no, Montanier tendrá que repetir con Elustondo, Aranburu y Zurutuza, que ya formaron esta segunda línea en Cornellá-El Prat. Y en el ataque se reproduce el mismo dilema de siempre, cuatro hombres para tres puestos. Xabi Prieto, Vela, Griezmann y Agirretxe son los que tienen posibilidades. Ifrán y Llorente, a tenor de la confianza que tiene en ellos Montanier, no parecen contar.
El empate en Cornellá-El Prat hizo perder una posición en la tabla a la Real pero le dio un punto más de colchón con respecto al descenso. El equipo txuri urdin es decimoquinto con 37 puntos, con nueve de ventaja sobre el Zaragoza. Que desde esa plaza se esté más cerca de Europa que del descenso, y que Europa haya sido tabú para la Real esta temporada, habla mucho de esta extraña Liga española. Su rival, el Betis, está un punto y dos puestos por encima. Los de Montanier buscan afianzar unos números en casa cada vez mejores, con siete victorias, cuatro empates y otras tantas derrotas. Los de Pepe Mel ofrecen un rendimiento extremo como visitantes: cinco victorias (Granada, Athletic, Atlético de Madrid, Zaragoza y Málaga) y diez derrotas, ni un solo empate. Por sorprendente que parezca, el Comité de Árbitros vuelve a colocar en un partido de la Real a otro árbitro que ha perjudicado claramente al equipo txuri urdin, esta vez a Mateu Lahoz, que pitó en San Mamés y no concedió un gol de Vela que traspasó la línea con claridad.
El Betis ha visitado Donostia en un total de 42 ocasiones, 38 de ellas en Primera División. El balance en la máxima categoría es de 23 triunfos locales, cinco visitantes y diez empates. En Anoeta, sin embargo, la estadística está más igualada: doce partidos, de los cuales seis acabaron en empate, dos en derrota y cuatro en victoria de la Real. Entre esos partidos destaca el inolvidable empate a tres de la temporada del subcampeonato, la 2002-2003. La última victoria realista data de la temporada 2004-2005, con un solitario gol de Kovacevic. La más contundente, un 6-0, se produjo en dos ocasiones, en las campañas 1961-1962 (tres de Villa, y uno de Urreisti, de penalti, Rivera y Herrera) y 1971-1972 (dos de Boronat y Ansola, uno de Urreisti y Arzak). El 0-4 de la temporada 2003-2004 es tanto la última victoria del Betis como la mayor goleada que ha conseguido en terreno donostiarra. En Segunda División, los cuatro partidos se saldaron con victoria local, incluyendo el del último partido jugado entre ambos, el 2-0 de la 2009-2010.
Aquel encuentro fue uno de los mejores que disputó la Real en el año en que regresó a la Primera División, el último de los que disputó en el 2009 en el que celebraba su centenario. El 2-0 final fue incluso corto para los méritos de los realistas en este encuentro, jugado a las doce de la mañana y con la nieve rodeando el espléndido césped de Anoeta. Carlos Bueno marcó el primer gol del encuentro, después de que minutos antes se le hubiera anulado otro tanto por un fuera de juego inexistente. Xabi Prieto, ya en el tramo final del encuentro, hizo el 2-0, encarando y regateando con maestría al meta bético. El 10 txuri urdin, que además asistió a Bueno en el primero, coronó así un auténtico partidazo por su parte. Como todos los jugadores en este gran día, Bravo también tuvo su protagonismo con un par de buenas intervenciones. Aquel partido supuso la séptima victoria consecutiva en Anoeta y sirvió para dejar en aquel momento al Betis a nueve puntos de distancia. El gran final de 2009 tuvo su merecido premio, el ascenso, en junio de 2010.
En el encuentro de la primera vuelta de la presente temporada, la 2011-2012, la Real consiguió una inverosímil victoria que, además, puso fin a la racha de ocho partidos sin conocer el triunfo que sufrió el equipo en la primera vuelta. En la primera mitad, sin Xabi Prieto en el campo, Griezmann falló un penalti cometido sobre él mismo. El partidazo de Agirretxe se plasmó, ya en la segunda mitad, en el primer gol del encuentro, de cabeza y a la salida de un corner, y en la asistencia a Carlos Vela para que estrenara su cuenta goleadora con el equipo txuri urdin. El cómodo 0-2 a falta de un cuarto de hora para el final invitaba a pensar en que el partido estaba hecho. Pero Montanier hizo uno de sus inexplicables movimientos, colocó una innecesaria defensa de cinco y todo se fue al traste. El Betis empató en cinco minutos y estaba más cerca el 3-2 que el 2-3. Pero Iñigo Martínez, con toda la raza del mundo, robó un balón, se apoyó en Griezmann e hizo, ya en el descuento, el gol de la Liga desde su propio campo. El segundo desde una distancia así, pero éste además valió los tres puntos. El gol salvó la cabeza de Montanier.
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