miércoles, febrero 16, 2011

Disfrutando

Recuerdo que cuando la temporada estaba a punto de empezar, dije que esta Liga me la iba a tomar de otra forma. Los tres años en Segunda fueron, para mí, de gran sufrimiento. Cada partido lo sufría. Os tengo que confesar que incluso el año del ascenso lo sufrí día a día. La Segunda no era el sitio de la Real, no podía disfrutar viéndola ahí, por mucho que domingo tras domingo sí me llevara la alegría de la victoria. Y sí, celebré el ascenso. Con pasión y sin infravalorar el logro conseguido en el marco de una historia gloriosa y, cómo no, sufrida. Pero sabiendo que quería celebrar otras cosas con la Real. Y, por eso, ese cambio en la forma de afrontar la temporada sólo podía tener un camino: quería disfrutar. Disfrutar viendo domingo tras domingo a rivales de Primera. Disfrutar con la evolución de unos jugadores en los que siempre he confiado. Disfrutar con los jovenes valores de Zubieta. Y disfrutar con los veteranos también. Disfrutar de la Real y del fútbol, algo que hacía muchos años que no sentía. Cuando se habla del subcampeonato de 2003, brotan las buenas palabras y los recuerdos gratos. Yo os confieso que di la temporada por amortizada en la tercera jornada, en aquel empate a tres en Anoeta contra el Betis. Aquel día la Real me devolvió la ilusión perdida años atrás. Eso quería también para esta temporada.

Ya han pasado 23 jornadas de este regreso a Primera y, como no lo escucho lo suficiente en el entorno txuri urdin, siempre dispuesto a encontrar pegas y problemas, tengo que proclamarlo: estoy disfrutando. No estoy viendo los partidos tan tranquilo como hubiera querido, tampoco voy a engañaros, pero estoy disfrutando de lo lindo. Yo confiaba en este equipo, aunque sé que muchos no lo hacían. Yo sabía que hay que asegurar la permanencia lo primero, pero estoy igualmente convencido de que este equipo puede aspirar a más. Yo tenía el convencimiento de que aquellos jugadores sobre los que había dudas por el salto a Primera iban a responder. Y yo estaba seguro de que las bajas no iban a ser un problema en esta Real. El domingo ganamos sin Llorente (la gente se llevó las manos a la cabeza cuando se lesionó) y sin Xabi Prieto (y llevábamos ya unas cuantas temporadas llevándonos las manos a la cabeza cuando se lesionaba). Y ganó bien. ¿Pero sabéis lo mejor? Que lo fácil es decir que el héroe del partido fue Tamudo, pero en los dos días siguientes al encuentro cada cual ha destacado a algún otro jugador de la Real. Que si De la Bella, que si Demidov, que si Zurutuza, que si Aranburu.... Eso no es nuevo esta temporada. Siempre hay un protagonista secundario que alza la voz para elevar el nivel de la Real. Y eso quiere decir que hay equipo y que hay plantilla.

El domingo, aunque Tamudo se llevara la gloria, yo me quedé con Aranburu. Voy a haceros otra confesión. ¿Os acordáis de aquel maravilloso 4-2 ante el Real Madrid en la temporada del subcampeonato? Claro que sí, cómo no os vais a acordar si fue uno de los días más felices que hemos vivido nunca. De aquel día todo el mundo recuerda los dos goles de Darko (¡homenaje ya!), el tanto de ratón de Nihat, o el golazo de Xabi Alonso coronando el partido que le encumbró a los ojos de la Liga. ¿Pues sabéis qué? Para mí el mejor jugador de aquel encuentro siempre ha sido Aranburu. Qué forma de dominar el centro del campo, cuántos balones pudo robar. El ahora capitán txuri urdin tuvo mucho que ver en que aquel equipo jugara como los ángeles, aunque los parabienes se los llevaran Darko, Nihat, Xabi Alonso, Karpin o De Pedro. Por eso, cuando le destrozaron la rodilla, para mí fue un día inmensamente triste. Por eso, cuando juega bien me alegro más todavía. Durante los años más duros de la Real, hay gente que le ha visto como una rémora. Como un jugador que nunca recuperó el nivel anterior a la lesión. Incluso fue silbado. A mí, como a Lillo, esos silbidos me dolieron. Para mí, Aranburu es la Real. Como otros muchos antes que él, como otros muchos lo serán de aquí en adelante. Pero ahora él también me hace disfrutar. Y que sea por mucho tiempo.

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