viernes, agosto 10, 2007

LEYENDAS Darko Kovacevic

"Llevo sólo tres meses y todavía creo que tengo que estar muchos más en un club donde todo está a la perfección. Aquí espero crecer como futbolista y como persona". Esta frase la pronunció Darko Kovacevic en una entrevista que el diario Marca pubñicó el 20 de septiembre de 1996. Han pasado casi once años de aquello. Y Darko es, hoy, el jugador extranjero más importante de la historia de la Real Sociedad. Sin discusión. Por tantas tardes de gloria, lo único que los realistas le podemos decir a este sensacional delantero serbio es gracias. Porque, como dijo él mismo al llegar a Donosti, "si Darko gol, no problem".

Llegó procedente de la Premier, del Sheffield Wednesday, aunque la Real le tenía echado el ojo desde que estaba en el Estrella Roja. Su primera temporada en la Real, con Irureta de entrenador, demostró de lo que podía ser capaz el 9 que debía heredar el inmenso valor que tuvo Kodro en el equipo txuri urdin. Ocho goles en una primera vuelta sensacional, pero ninguno en la segunda. Una malísima racha, entonces la peor que había vivido Darko. Pero quedó la seguridad aplastante de que estábamos ante un jugador muy valioso, el delantero centro que debía tener la Real Sociedad en el futuro.

Bernd Krauss fue quien le hizo explotar. En las dos temporadas que coincidió con el alemán marcó 17 y 16 goles en Liga. Los de la campaña 97-98 sirvieron para que la Real fuera tercera (¡nos llegó a hacer soñar por algunos partidos que ganar la Liga volvía a ser posible!) y volviera a Europa. A los de la segunda hay que añadir los ocho tantos que marcó en la Copa de la UEFA, torneo del que fue el máximo goleador. La leyenda de Darko creció tanto (110 partidos, 53 goles, casi un tanto cada dos partidos) que se convirtió en el traspaso más caro de la historia del club. Después de que media Europa se pegara por él (incluso el Madrid le quiso), fue la Juventus el equipo pagó por él 3.400 millones, pero nunca llegó a apostar verdaderamente por él y le dejó demasiadas veces en el banquillo.

Tras su oscuro paso por Italia (donde volvió a salirse, eso sí, en la UEFA con la Juve y después se marchó al Lazio), regresó a San Sebastián. Lo hizo como un héroe, en una presentación como nunca antes se había vivido en la Real. Con Toshack de entrenador, Darko volvía para mantener a la Real en Primera en una temporada muy difícil. Volvía con el número 24, pero el 9 volvería pronto a su espalda. Fue ya con Olabe en el banquillo, cesado el galés, cuando anotó la mayor parte de sus decisivos ocho goles. El objetivo estaba logrado.

Pero echemos la vista atrás, a esa presentación del 30 de diciembre de 2001 y a lo que dijo entonces Darko. "Cuando me fui no esperaba volver tan pronto, pero el fútbol es así. Mis tres mejores años como futbolista los pasé en la Real y cuando salió la opción de volver no me lo pensé". "La Real es un gran equipo y un club que está al nivel de los mejores en su funcionamiento. Yo he estado en dos grandes equipos de Italia, como la Juventus y el Lazio, y puedo decir que tiene el mismo nivel que ellos". "Espero acabar mi carrera en la Real. Estoy seguro de que el equipo se va a salvar y muy pronto irá de nuevo a Europa". Esto fue lo que dijo aquel día.

Darko no pudo cumplir su sueño de acabar su carrera deportiva en la Real (y que a nadie se le olvide que la responsabilidad es del actual Consejo de Administración, que se ha portado fatal con él; muchos aficionados, yo desde luego, no se lo perdonarán nunca), pero sí cumplió en lo relativo al regreso a Europa. Y por la puerta grande. Si Darko había jugado en la Real sus tres mejores años, el mejor de verdad todavía estaba por venir. La temporada 2002-2003 será siempre un glorioso recuerdo para todos los realistas, por más que aquella Liga se escapara entre los dedos. Darko marcó 20 goles (tercer máximo goleador txuri urdin en una sola temporada, después de los 25 de Kodro en la 94-95 y los 23 de Nihat en esa misma 02-03) y la Real fue segunda.

Sólo él podía ser el jugador que marcara el primer gol de la Real en Champions. Lo hizo al transformar un penalti que él mismo había forzado en el primer partido, ante el Olympiakos (precisamente el equipo que le ha fichado y al que animaré en la Champions con todas mis fuerzas sólo por la presencia de Darko). Con ese gol se convertía en el máximo goleador de la historia de la Real en Europa, por encima de Satrústegui. Y quizá ahí acabó la auténtica gloria para Darko, aunque entonces ni él ni ningún realista podía saberlo. Eso sí, los datos seguían avalando a este sensacional delantero. Desde su regreso, la Real no ganó ni un solo partido con él en el banquillo y estando disponible para jugar, y todos sus goles salvo uno (precisamente el primero, ante el Alavés) le dieron puntos a la Real. Si Darko gol, no problem, ya lo dijo él.

Pero fue en aquellos días cuando comenzaron unas molestias en el tendón de aquiles que fueron en aumento. Él no dejó de jugar, tanto era su compromiso con la Real, pero sus cifras goleadoras fueron decayendo. Hubo quien quiso ver los efectos de la edad, pero se olvidaban de todo el fútbol que generaba el serbio. Se quedaban sólo con las frías cifras de goles. Y si algo tenía el fútbol de Darko es que frío precisamente no era. Era un fútbol comprometido con el escudo y con la camiseta, algo que la afición donostiarra, guipuzcoana y realista siempre ha sabido valorar por encima de esas frías cifras, fueran buenas o malas.

Porque Darko nos ha hecho saltar de felicidad con sus 107 goles, desde el primero que anotó en Mestalla hasta el último aquel día contra el Celta en Anoeta en el que todavía soñábamos con salvarnos del temido descenso. Nos ha hecho saltar con tantos goles que le ha marcado al Real Madrid, convirtiéndose en su auténtica bestia negra. Nos ha hecho casi llorar de felicidad con los goles que ha dedicado a su familia, o aquel día no tan lejano ante el Mallorca en el que rompió con emoción una racha de más de un año sin marcar. Han sido 286 partidos con la camiseta de la Real. Muchos partidos, muchos momentos de felicidad. Mucho Darko. El nombre de Darko Kovacevic está ya escrito con letras de oro en la historia de la Real Sociedad, ahora y para siempre. Hasta siempre y muchísimas gracias por haber sido el emblema de este equipo durante tantos años.

4 comentarios:

Teixi dijo...

Y gracias a él ha fichado Delibasic por la Real, a ver si hay suerte y vuelve a Primera pronto.

un saludo thepremier.blogspot.com

zaragocista dijo...

Kovacevic le ha dado mucho a la Real, y debe agradecerselo.


Saludos.

Luis dijo...

Hola gente

Darko, no solo ha demostrado ser un gran futbolista y un líder dentro del campo.

Con los últimos detalles demostró su calidad humana, como asumía, una responsabilidad, que otros no han querido asumir. E incluso como ha asumido mas responsabilidad de la que le podría corresponder.

Muchas gracias, por todo lo que nos has dado, que ha sido mucho, se que volverás a la Real, como jugador o como parte técnica, pero solo es un hasta pronto.


Un saludo

Aimarro dijo...

Larunbata da. Arratsaldeko 10. Igoera jokoan dago. Errealak gola behar du lehen mailara igo dezan. 0-0 eta minutu bat neurketa amaitzeko. Zarata entzun da anoetan, lasai ez beldurtu, ez da ezer, lasai egon darko da eta. izar berri bat piztu da anoeta gainean. Berriro ere lehen mailan gaude Xbana darko kovacevic.