A veces se nos escapan protagonistas de los partidos. Nos vamos a hablar de lo más fácil, de lo más vistoso, de lo más decisivo. Y esas veces no se menciona a algunos de los que lo merecen. Después de la victoria ante el Almería, lo fácil era hablar de Tamudo. Obvio, que para eso dio un gol y marcó el otro. Para eso se convirtió en ese partido en el máximo goleador catalán de la historia de la Liga. Para eso igualó los goles que metió quien más convirtió con la camiseta txuri urdin, el gran Satrústegui. También era evidente hablar de Zurutuza, porque hizo un partidazo y Lasarte no lo quiso dejar pasar en la rueda de prensa. También lógico, que para eso es el jugador que más ha cuidado (junto a Griezmann) desde que llegó a la Real. Pero se nos escapa otro nombre. El de Ansotegi. Él marcó el primer gol del partido, que siempre es el más importante cuando uno gana. Y me vais a permitir que me ponga una medalla, porque la semana pasada mostré mi tranquilidad por la lesión de Llorente mencionando a Tamudo, sí, pero también a Ansotegi, un central que hasta ahora siempre ha hecho goles. Y justo va y responde en el primer partido, inaugurando su cuenta esta temporada.
Si quiero acordarme de Ansotegi es porque no lo ha tenido fácil en la Real. Su debut fue muy tardío. Tenía ya 23 años cuando dio el salto al primer equipo. Y eso sucedió cuando el equipo txuri urdin se estaba jugando la vida, en 2006. Un año después llegó el descenso. Y en 2008 sucedió lo de Vitoria. Ansotegi no estaba sobre el césped. Lillo no contó apenas con él en el tramo final de la temporada, cuando los centrales eran Mikel González y Labaka. Y cuando muchas voces clamaron por la renovación de una plantilla que había conocido el drama del descenso y la amargura del no ascenso, el nombre de Ansotegi sí apareció. Era una presa fácil para los más negativos, pues acababa contrato el 30 de junio de 2008. Ansotegi, de hecho, finalizó contrato sin que la Real le renovara. Pero diez días después se anunciaba que continuaba en el equipo. Lo que dijo el jugador es significativo. "Siempre he querido seguir en la Real. (...) He tenido varias posibilidades, pero mi prioridad era seguir aquí", explicó tras firmar el contrato. Es el único vizcaíno de la plantilla txuri urdin. Renovó en Segunda. Con Badiola de presidente. Muchos detalles relevantes.
A partir de ese momento, el crecimiento de Ansotegi como central ha sido impresionante. Si hasta entonces se veía más su lentitud que cualquiera de sus virtudes, desde ahí lo que se vio es un central descomunal. Fue el mejor defensa del equipo en la segunda y última temporada de Lillo en el banquillo realista. Y fue, indudablemente, una de las claves del ascenso ya con Martín Lasarte en el club. Dos temporadas a un nivel sencillamente descomunal. Cuando llegó al primer equipo, parecía necesitar a un veterano para jugar más tranquilo y exhibir sus virtudes. No se vislumbraba en él a un jugador capaz de resistir la presión que estaba viviendo por aquel entonces la Real, luchando siempre por sobrevivir. Pero, al final, no necesitaba a ese veterano. Lo que necesitaba era confianza. Cuando Lillo y Lasarte se la dieron, se destapó como un central no sólo válido para el equipo, sino incluso imprescindible. Eso lo hizo posible Lillo. Reivindiquemos también el papel de este entrenador tan habitualmente denostado. "Yo no he hecho tres fichajes, he hecho cuatro. La gente dice que el primero fue Sergio Rodríguez, pero no es así. Fue Ion Ansotegi", dijo Lillo. Y entonces no fue una decisión popular, no era una medalla fácil de colgarse. No muchos confiaban en Anso. Lillo sí. Y seguramente por eso creció tanto.
Pero volvamos a la excusa inicial, su gol. Siempre ha marcado, en casi todas las campañas en las que ha jugado con el primer equipo. Hizo su primer tanto ante el Málaga, en Primera, en la temporada 2005-2006, en un importantísimo triunfo para la permanencia. Él hizo el primero de los tres goles que se marcaron aquel día. Hizo dos importantes en el año del descenso, el 1-0 al Levante y el 1-3 en Tarragona. Faltó a su cita con el gol en la 2007-2008, pero recuperó la puntería en la siguiente campaña, con el gol del triunfo ante el Salamanca en Anoeta. Y en la campaña del ascenso, se desató. Marcó cuatro goles, ante el Salamanca de nuevo, dos al Alavés y uno trascendental ante el Levante en Anoeta, el que ponía en ventaja a la Real ante un rival directo por el ascenso a pocos minutos del final del partido. En el regreso a Primera le ha costado marcar. Mucho. Porque es uno de los jugadores de Primera que más remata de cabeza, por ser un asiduo en los córners que bota la Real. Pero no estaba teniendo suerte. La encontró ante el Almería. Y por eso, aunque sólo sea por eso, merece la pena que aprovechemos la oportunidad para hablar de Ansotegi. Se lo merece porque, sin que se le mencione tanto al citar las virtudes de la Real, es uno de los artífices de que el equipo sea lo que es hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario