La Real tiene un problema esencial, sólo uno. El pesimismo reinante en el entorno realista (más que justificado por muchas razones, tampoco nos vamos a engañar) llevará a muchos a pensar que soy un iluso por pensar que sólo hay un problema. Pero sí, lo creo. Sólo hay uno. El problema de la Real es que la portería rival se ve lejos, tremendamente lejos. El campo se hace eterno cuando el equipo txuri urdin tiene el balón, parece toda una hazaña conseguir que el esférico se aproxime a los tres palos que defiende el guardameta del equipo contrario. Una ocasión de gol es un triunfo impresionante. Un gol, lo máximo que se puede lograr ante tan pocos intentos. Ante el Cádiz, segundo empate a cero consecutivo, segundo partido realmente plácido para ese portero rival. Y eso es frustrante.
Es tan obvio que la Real necesita un atacante en el mercado de invierno que sorprende la insistencia hasta ahora de Coleman en que sólo quiere un extremo izquierdo. Digo hasta ahora, porque hoy ha abierto la puerta en este sentido y ha admitido que "hay que mirar algo" en enero en esta posición. El equipo apenas ha marcado 14 goles en 16 partidos. Cuatro de los seis delanteros que ha alineado en algún momento de la temporada (contando a Agirretxe y Viguera, que dispuso de unos minutos ante el Cádiz) todavía no han sido capaces de perforar la portería contraria. Gari pelea pero no consigue marcar A Skoubo ya no sabemos si esperarle o no. Díaz de Cerio, con tres goles en su haber, no pudo jugar por una injusta sanción. Delibasic fue sustituido y Anoeta protestó el cambio porque hoy más que nunca quería cambiar una victoria de su equipo, sobre todo tras el nefasto partido de Sevilla. Primera ausencia de la habitual ambición de Coleman. Quizá el galés recordó partidos como los del Poli Ejido o el Sporting, ambos con victoria por la mínima del equipo visitante con un gol en los últimos cinco minutos. Y lo admitió en la rueda de prensa también.
En las últimas siete jornadas, la Real ha cosechado nada menos que seis empates. Una barbaridad. Las dos últimas jornadas, a cero goles. ¿Juego? No se ve, no. No hay forma de verlo. Tiene mucho que ver la poca influencia que un jugador como Elustondo está teniendo. Se esperaba mucho de él, pero no hay forma de que coja el mando de la Real. Markel parecía la solución, pero ahora estará lesionado unas semanas. Los extremos no terminan de crear peligro. Xabi Prieto sigue decepcionando jornada tras jornada y Aranburu sólo se adapta al puesto por momentos. A veces se ve algo de juego, pero no es suficiente. La Real no termina de jugar bien ningún partido completo (excepción hecha del triunfo en Anoeta ante el Málaga) y no logra encadenar dos triunfos consecutivos. No lo ha hecho más que en una ocasión en las 16 jornadas que llevamos en Segunda.
Pero esta Real se ha empeñado en ofrecer una doble lectura en este devenir por la categoría de plata, una doble lectura que hace que algunos pensemos todavía que el objetivo de la temporada sigue ahí, que los tres de arriba no se hayan escapado definitivamente a pesar de tantas cosas mal hechas. La falta de gol es lo que produce el desánimo general. Normal. La alegría en el fútbol está en el gol y en los triunfos, y que este equipo sólo haya ganado cinco partidos, menos de la tercera parte de los disputados, termina por desanimar. Si la Real hubiera anotado un gol, sólo un gol, en los tres empates a cero que ya ha cosechado esta temporada, tendría hoy 28 puntos y estaría en esa deseada tercera posición. ¿Tanta diferencia pueden marcar tres goles? En esta Real tan pírrica en ataque, la respuesta es indudable: sí. Hasta Coleman utilizó un argumento parecido en la rueda de prensa tras el partido. Pero la portería contraria se ve tan lejana...
Pero, por otro lado, la solvencia defensiva es indudable. Coleman se ha enfrentado a lesiones y sanciones en su defensa. Han jugado ya todos los jugadores disponibles en esa zona (sólo falta por debutar el portero suplente, Claudio Bravo), y es justo reconocer que no se ha notado. La Real tiene atrás armas más que suficientes para luchar por el ascenso. Hoy jugó una defensa nacida de Zubieta, Carlos Martínez y Castillo por las bandas y Mikel González y Ansotegi por el centro. Y no lo hicieron mal, como tampoco lo han hecho mal en otros partidos Gerardo, Labaka o Víctor López. Se siguen produciendo los habituales desajustes defensivos, lógicos teniendo en cuenta de dónde viene la Real y lo que ha vivido en los últimos tiempos, pero hay seguridad atrás. Y por eso la Real ya es el equipo menos goleado de Segunda y lleva tres jornadas sin encajar goles.
Pero entonces el balón cae en los pies de nuestros jugadores y comienza el desánimo. De los jugadores, que no se ven capaces de apabullar al contrario, ni siquiera de recurrir al primitivo y en otros equipos tan efectivo recurso del pelotazo largo. Delibasic deambula por el campo intentando tener una, sólo una, apenas una ocasión que le dé la gloria de perforar la portería contraria. Pero no es fácil acertar a la primera. No lo fue el año pasado para Darko en Primera, no lo está siendo este año en Segunda para Delibasic. Ni para Gari. Ni para Díaz de Cerio. Y sin ocasiones claras, aunque el partido contra el Cádiz pareció por momentos un correcalles en el que los gaditanos llevaron cierto peligro, lo más fácil es que el marcador se quede inmóvil. El Cádiz se lleva su tercer empate de San Sebastián en trece visitas. Y se queda en sólo dos goles anotados contra la Real. Pero se lleva un valioso punto y nos resta dos muy necesarios.
El juego de la Real se ha encontrado hoy con dos enemigos: un Cádiz muy cerrado atrás y las condiciones climatológicas. Los jugadores txuri urdin hablaron tras el partido sobre todo de la primera circunstancia y destacaron que "el equipo lo ha dado todo". Riesgo habló de "miedo" en casa, y es una pena que Anoeta no sea para este equipo lo que debiera ser. Sigue siendo imprescindible hacer del estadio donostiarra un fortín, pero se siguen escapando demasiados puntos. Trece ya han volado de San Sebastián. Coleman insisió en que el equipo sabe "que puede jugar mejor" y "que puede y debe mejorar". Pero no termina de hacerlo.
Lo más curioso es que con estos dos frustantes empates a cero de las dos últimas jornadas, la Real ha remontado dos puntos con respecto a la cifra que marca ahora mismo el ascenso, ya que el Sporting ha perdido sus dos últimos encuentros. Pero el caso es se ha escapado una grandísima oportunidad de recortar distancias con los puestos de ascenso, cuyo límite actual son todavía los 27 puntos. La Real se queda en la novena posición con 22 cuando podía haber llegado a los 24 de haber ganado hoy en casa. El partido de la próxima semana, ante un sorprendente Granada 74 (sexto en la tabla con 25 puntos), se antoja trascendental para no perder comba con respecto a otro equipo y para que el último partido del año en Anoeta, ante el Tenerife, vuelva a ser una oportunidad de colocarse arriba. Toca ganar ya. Y que se acaben las excusas.
2 comentarios:
y tu decias que ibamos a ver un gran partido,ja ja ja; si casi nos morimos del asco. por eso no has venido, que majo el, has dicho total con la que va a caer, que se mojen los socios, yo lo veo cada vez mas chungo, como no espabilen YA, estos celebran el centanario en 2ª, recuerda lo que te digo (ademas no es la 1ª vez que te lo digo)
SALU2
Hola a todos, de nuevo.
Yo la verdad, pienso que siempre hemos sido un equipo de segunda vuelta. Es cierto que no ganamos, pero tampoco perdemos. Ahora solo falta esperar a que cojan ese punto, que nos haga cambiar todos esos empates por victorias. O al menos gran parte de ellos, el no perder, y el ser el equipo que menos goles recibe (esto no era así desde hace muchos años), desde luego evidencía que ahora misma la real no es un equipo más. Es el otro equipo en discordia.
No creó ademas que en la segunda se vuelvan a perder partidos como el del Castellón o contra el último clasificado y esa sería de cosas.
Animo y saludos
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