REAL SOCIEDAD 1 - LAS PALMAS 0. Este equipo puede

Decía Lillo que quiere que su equipo gane y que lo merezca. Hoy ha ganado pero no lo ha merecido, al menos durante buena parte del encuentro, tal y como reconoció el propio técnico realista en la rueda de prensa porterior al encuentro. Las Palmas ha tenido ocasiones clarísimas. El plan de juego no ha funcionado en absoluto y los cambios que Lillo ha efectuado en la segunda parte han mejorado el juego, sin por eso disponer de grandes oportunidades para abrir el marcador0. Pero también dijo Lillo que era importantísimo ganar en la primera jornada. Y se ha ganado. El equipo puede, Lillo tuvo fe, movió sus piezas sobre el campo y el juego mejoró bastante. Eso sí, no era difícil vistos los primeros 45 minutos.

Pero en esto llegó una falta al borde del área, una suerte en la que la Real no ha sido demasiado pródiga en los últimos tiempos, y el equipo de Lillo se hizo con tres puntos fundamentales. ¿Es esto la suerte del campeón? Es muy pronto para decirlo, puesto que quedan nada menos que 41 partidos más. Pero, visto el partido inaugural de esta temporada 2008-2009, tiene toda la pinta de ser esa suerte. Puede serlo y será la alegría que se merecen los realistas que tanto llevamos sufriendo con este equipo. Porque hoy hemos podido perder y hemos ganado. No hay costumbre en Anoeta de ver esos partidos. Lo que está claro es que este partido no se ganó en muchas jornadas del año pasado y se acabó pagando al final. Este equipo puede. Dejémosle, que puede.

No es momento de sacar conclusiones definitivas, un solo partido no puede servir para eso, aunque hay gente que tendrá la tentación de pensar que la Real juega mucho más cómoda con cuatro defensa y debería desterrar el sistema de tres. Ese sistema con tres atrás y Gerardo algo más adelantado no permitió a la Real crear una sola ocasión clara de gol. Ni una sola. Y, en cambio, sí dio rienda suelta a los canarios para asustar y mucho al contraataque. El partido empezó con un balón al palo de Las Palmas. La segunda parte también (Bravo ya tuvo muchos balones al palo en la primera temporada que jugó como titular en la Real, la del descenso; ojalá esta vez sirvan para lograr el objetivo). Pero las dos mitades no tuvieron nada que ver.

Tras la primera mitad lo normal hubiera sido retirarse a vestuarios por debajo en el marcador. En la segunda, la Real ganó. Lo hizo con un gol a balón parado, esos que el año pasado ya descubrimos el inmenso valor que tienen en Segunda División. Su autor, Sergio Rodríguez. Debut y gol. Que siga la racha. Y que los diferentes esquemas sigan en la idea de Lillo, porque hoy uno de los motivos del triunfo ha sido la versatilidad que puede tener este equipo. "Pies de plomo" es lo que vio Lillo al principio del partido. El técnico no vio la diferencias reales en el cambio de sistema, y cree que la reacción realista comenzó antes. Lo que está claro es que el 1-0 mató el partido. La Real sí supo leer los últimos minutos (¿cuántas veces hemos visto lo contrario?), la victoria no corrió peligro y, en cambio, se pudo aumentar el marcador.

La felicidad del final, en todo caso, no puede ocultar que el esquema ofensivo del equipo no ha funcionado de inicio. Sea por nervios, sea por la buena labor de Las Palmas, lo cierto es que en los primeros 45 minutos (casi habría que decir 60), ni Sergio, ni Marcos, ni Elustondo, ni Xabi Prieto (el único que sí creó una única jugada de peligro) apenas tuvieron contacto con el balón. Díaz de Cerio fue un mero espectador, sin influencia alguna en el partido, ni con balón ni sin él. Las pérdidas de balón eran una constante y la posesión casi siempre del rival, puesto que los ataques realistas eran rápidos, acelerados y sin posibilidad de llegar al área. Y todo ello, con la idea futbolística en la que Lillo ha hecho hincapié desde el comienzo de la temporada, era el peor golpe que podía recibir la Real para iniciar la temporada.

Eso y un resultado negativo, claro, porque casi todos teníamos en mente la decable del inicio de la temporada pasada ante el Castellón al ver que la Real no podía. Pero sí podía. Ha sido un partido duro que se ha sacado adelante. El resultadismo es duro de ver para el espectador, pero es necesario en muchos partidos si queremos lograr ese ansiadísimo objetivo de volver a Primera. Y recordaba, en este sentido, la temporada del subcampeonato. La última vez que la Real cogió el liderato aquel año fue después de un partido nefasto en Anoeta ante el Recreativo de Huelva que se ganó por un exiguo 1-0. Pero son tres puntos igual. Mejor si se gana con y por fútbol, pero estas victorias no tan merecidas y algo cínicas son también imprescindibles para estar arriba. Estos tres puntos permiten que la Real, desde el inicio, tenga que buscar a algunos rivales por el ascenso por detrás en la clasificación. Eso hoy tiene mucho más valor del que parece.

La Real comienza ganando su segunda tentativa de volver a Primera. Y con dos detalles más de vital inportancia: con su portería a cero (eso es lo que, a la postre, permitió a la Real estar luchando hasta el final en la temporada pasada) y haciendo de Anoeta un fortín (el triste año anterior, recordemos, se inició con dos derrotas consecutivas en casa, ante Castellón y Poli Ejido). Ahora tiene que jugar contra dos teóricos rivales por el ascenso (contra el Zaragoza en dos ocasiones, en Copa y en Liga, y contra el Murcia), dos rivales que hoy ya se han dejado los tres puntos de la primera jornada. Han recibido la bofetada de la realidad en Segunda de la misma forma que la recibió la Real el año pasado. Puede que la Real haya aprendido. Ahora hay que empezarlo a confirmarlo. Con tres puntos se afronta la tarea con algo más de tranquilidad.