Un fortín es un lugar resguardado con obras de defensa que lo hacen capaz de resistir los ataques del enemigo. Anoeta no es un fortín. Ni se le acerca. 2009, el año del centenario (por si a alguien se le ha olvidado lo que supone la camiseta que llevan puesta), sólo ha visto hasta ahora tres victorias de la Real como local en nada menos que quince partidos jugados en Anoeta. Ninguna en lo que llevamos de temporada, y ya son tres las comparecencias que ha tenido este equipo ante su público. Poco, muy poco. Y más si tenemos en cuenta que el partido dejó muchas más sombras que luces. La luz, la de Agirretxe. Cuatro goles en cuatro partidos. Este chico va a mantener viva a la Real por mal que estén otras cosas. La Real todavía no ha perdido, pero gana poco. Como el año pasado. Se siguen repitiendo defectos, al equipo de Lasarte le faltan cosas similares a las que le faltaban al de Lillo. Y así es lícito que mucha gente vea el ascenso muy lejano, auque siga faltando tanto y estemos dando sólo los primeros pasos de la temporada.
Los laterales no terminan de ofrecer demasiado en este equipo, ni en defensa ni en ataque (en esta faceta, mejor Sarasola que Dani Estrada), pero el agujero de la Real sigue estando en el centro. Diego Rivas (que vio una muy rigurosa tarjeta amarilla en el minuto 14 y ya jugó mermado) y Elustondo volvieron a ser los dos mediocentros en el once inicial y siguen sin dar lo que se espera de ellos para que el juego del equipo sea fluído. Hay mucha distancia entre líneas y eso tiene efectos en ambas direcciones. Por un lado, el rival tiene mucha libertad para llegar al área realista, como hizo el Girona en los minutos de la primera parte en los que impuso un ritmo alto, unos minutos en los que Kiko Ratón marcó el 0-1 y el ex realista Moha estuvo cerca de hacer el 0-2, pero Bravo lo evitó con una doble parada. Por el otro, pocos balones llegan hasta los atacantes realistas, puesto que los rechaces de la defensa suelen caer en pies rivales. Lasarte metió mano ahí en el descanso y dejó sólo a Elustondo para que Aranburu se incoporase a una línea ofensiva de cuatro jugadores por detrás del único punto. La Real tuvo más balón, pero no más juego.
Ese grave defecto del fútbol de la Real, que no se termina de solucionar, quedó acentuado por un problema de ritmo, quizá hasta de actitud durante los primeros 45 minutos. Esa primera parte, esa que la temporada pasada provocó muchos bostezos y abundantes 0-0 en Anoeta, fue infame. Para olvidar. Y para estudiar, porque esto hay que corregirlo cuanto antes. Para hacer del estadio realista un fortín, hay que salir, como dijo Lasarte antes del comienzo de la temporada, quemando aceite. Dejando claro cuál es el equipo de Primera. Si no, no habrá fortín. Y sin fortín ya sabemos que es dificílisimo subir. No es que la Real no saliera así. Es que tuvo la actitud contraria. La bronca de Lasarte en el descanso debió ser importante. Y el mensaje fue claro: dos cambios de salida para afrontar los segundos 45 minutos. Aranburu volvió al equipo por el amonestado Diego Rivas y Griezmann salió con toda su ilusión (y dio una gran asistencia a Agirretxe en su primera intervención) por un Johantan Estrada que ya se ha llevado algunos silbidos de Anoeta porque no ha enseñado todavía nada de lo que apuntó en la pretemporada.
La segunda mitad ofreció una Real distinta, mucho más enchufada en el partido. De ahí vino el gol del empate, que ofrece la clave de lo que tiene que ser el conjunto txuri urdin para, uno, hacer de Anoeta el deseado fortín y, dos, lograr al final el objetivo del ascenso: la conexión de los mejores. Pase espectacular de Xabi Prieto y gol de Agirretxe por la escuadra. Fue el primer destello de clase que la Real dejó en el partido, más allá de la firmeza que hay en el centro de la defensa con Ansotegi y Mikel González y la categoría de Bravo bajo los palos, aunque bien es verdad que hizo una salida en falso en la segunda parte. El resto del equipo dejó bastante que desear en la primera parte. Y en la segunda, lo mejor salió de las botas de Xabi Prieto. Le sigue faltando constancia y regularidad, pero el buen juego de la Real depende en buena medida del 10. Y quizá de que Aranburu recupere su mejor nivel de juego, ese que en Segunda sólo hemos visto con cuentagotas. Y sin duda de un Agirretxe que sigue monopolizando las ocasiones de gol y que hoy marcó su primer doblete con la Real.
Ambiciosos fueron los dos cambios de Lasarte en el descanso y también lo fue el tercero. Carlos Bueno entró por Sergio con casi veinte minutos por jugarse. Eran unos minutos en los que el partido no estaba del todo definido. La Real no había aprovechado sus mejores minutos para culminar la remontada (otro error a corregir; cuando el partido está a tiro hay que hincarle el diente) y el Girona recuperó un poco el dominio del balón que había perdido con el arreón realista de los primeros minutos. Y en esas llegó la sorpresa que casi nadie esperaba. Esperando el segundo de la Real, con toda la artillería txuri urdin sobre el césped y con un apreciable bajó físico de los catalanes, llegó el segundo del Girona. Un golazo de Peragón. Quizá tuvo demasiado libertad para disparar, pero un golazo al fin y al cabo. No es mala noticia que el rival tenga que hacer grandes excelencias para poder anotar, pero el resultado es el mismo que si anotan un churro. Anoeta, tras una gran pitada en el descanso, se quedó helado. Y la Real también.
No se veía la capacidad de reacción que sí tuvo la semana pasada en Tarragona, en la primera jornada de Liga en Las Palmas y hasta en el encuentro copero ante el Rayo (aunque en estos dos últimos no se consiguió nada positivo, se terminó atacando), pero apareció en una jugada aislada (tan aislada que Lasarte ya se había sentado en el banquillo, quizá aceptando como definitiva la derrota momentánea de aquellos minutos). Pase de Elustondo, gol de Agirretxe. El segundo. Cuánto vale este chaval. Y Anoeta resucitó, soñando con culminar la remontada. El partido se abrió mucho, se volvió loco y el conjunto txuri urdin se volcó en busca de la primera victoria como local. Con el mismo defecto de siempre, sin tener una gran cantidad de ocasiones claras. Y con un Girona que tuvo una actitud extraordinaria y que siempre buscó la victoria. La remontada quedó inconclusa y Anoeta sigue siendo un campo hostil para la Real, tanto que el equipo txuri urdin no gana tres puntos en casa desde el 17 de mayo. Desde entonces, una derrota en Liga, otra en Copa y tres empates.
Termina el partido con una sensación agria, porque un equipo que aspira a subir no puede presentarse en la quinta jornada con sólo una victoria, despreciando y desperdiciando otra vez la posibilidad de sacar seis puntos seguidos como local o sin haber logrado tres puntos en casa. El diagnóstico hasta ahora no puede ser positivo, porque se arrastran viejos defectos y no terminan de aparecer las soluciones nuevas que se querían con el cambio de entrenador. Pero que nadie pierda de vista el momento de la temporada en el que estamos. Un gol de la Real en los últimos minutos habría catapultado al equipo hasta la cuarta posición. A un puesto y a un punto del ascenso. Ese y no otro sigue siendo el objetivo. Pero está en la undécima posición. El equipo txuri urdin sigue teniendo capacidad para hacer las cosas bien, pues tiene luces y muy luminosas. Sólo quedan cuatro invictos en Segunda y la Real es uno de ellos, pero no sumar de tres en tres lastra mucho. Si las sombras siguen cercando Anoeta y los primeros 45 minutos en su totalidad, las cosas se irán complicando poco a poco. Lasarte, todavía tienes trabajo para construir el equipo.
3 comentarios:
Mientras no aseguremos los puntos de casa no se puede soñar con el ascenso, el partido del Girona es de los que hay que ganar si o si. Al menos Aguirreche sigue ilusionandonos, y parece que Griezman le puede quitar el sitio a Jonathan que esta decepcionando.
El domingo Real Sociedad-Huesca, mis dos equipos frente a frente, por temas familiares no podre viajar a Donosti, ya me jode.
Y tanto que Anoeta no es un fortin, y aun lo que le queda para serlo, a esta paso, los equipos van a venir a Anoeta encantados de la vida, siempre se van a llevar algo.
Y para ver futbol ni os cuento, si ya lo se estamos en segunda division pero quitando el año del subcampeonato, quien se acuerda la ultima vez que se vio futbol de verdad en Anoeta? (seguro que Juan se acuerda, o me equivoco jejeje)
Nada a ver si el domingo vemos ganar al equipo que ya va siendo hora.
P.D: Gracias por el detalle.
Cityground, está claro que hay que ganar más en casa. Espero que disfrutes del partido entre tus dos equipos, aunque sea por televisión.
Campanilla, las buenas ideas las acepto siempre, je, je, je... Bueno, algún partido de verdad sí se ha visto en Segunda (Zaragoza en la Copa del año pasado, Salamanca el año anterior...) y en los últimos años en Primera (me acuerdo de la última victoria ante el Atlético de Madrid o aquella remontada al Athletic de hace demasiados años), pero es cierto que los socios estáis muy maltratados por el equipo desde el subcampeonato.
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