Las urgencias no son buenas en el fútbol, pero el ambiente en el que vive la Real, desde hace demasiado tiempo en realidad pero en concreto esta semana, obliga a conseguir una ya. El equipo txuri urdin debuta como local en Liga (domingo, 19.00 horas, Anoeta, sin televisión) después de lograr un punto en Las Palmas que muchos han menospreciado injustamente y de una lamentable eliminación copera que ha apagado muchas llamas de ilusión. Es el partido más próximo a la fecha del centenario, el próximo lunes, y sin embargo la gente no parece estar deseando muchas fiestas. Los tres puntos parecen innegociables para tranquilizar los ánimos y no conseguirlos podría abrir una senda peligrosa, porque el bagaje de decepciones es ya muy amplio y ni siquiera cumplir 100 años podría apaciguar ese sentimiento negativo. Martín Lasarte y los suyos tendrán que poner sobre el campo mucho más de lo que pusieron ante el Rayo para contentar al público de Anoeta.
Poco se sabe de lo que planea Martín Lasarte, pero parece seguro que habrá cambios con respecto al equipo que jugó el miércoles y, probablemente, también sobre el que empató en Las Palmas. El propio técnico habló en rueda de prensa de la posibilidad de colocar juntos de inicio a Agirretxe y Bueno, cuya capacidad de lucha gustó en el partido ante el Rayo. De ser así, el sacrificado sería uno de los tres mediapuntas. Xabi Prieto parece tener el puesto asegurado, pero los otros dos elegidos son una incógnita, habida cuenta del bajo rendimiento ofrecido hasta ahora por Johnatan Estrada, del regreso de Aranburu a las convocatorias, de las molestias que arrastra Sergio y de la posibilidad de que Griezmann tenga ya una oportunidad desde el inicio. Nsue no estará porque fue convocado para los dos partidos que jugará la selección sub-21 estos días (ayer no jugó un solo minuto, lo que agrava el perjuicio a la Real).
En la portería, y dado que Bravo sigue con su selección, parece seguro que volverá a estar Riesgo, después de toda la polémica sobre su situación en la Real y de los silbidos que escuchó en Anoeta el pasado miércoles. En el centro de la zaga siguen siendo tres jugadores para dos puestos, aunque Ansotegi cuenta con ventaja. Está por ver, además de los aspectos puramente deportivos que debieran incidir en la decisión final por encima de cualquier otra cosa, si pesa más en Lasarte la mala actuación de Labaka en Las Palmas o la situación contractual de Mikel González. Los laterales, si no hay contratiempos, seguirán siendo de Dani Estrada y De la Bella. Y en el mediocentro también hay dudas. Si Diego Rivas está para jugar de inicio, estará en el once junto a Elustondo, aunque tampoco es descartable que este último repita pareja con Markel o incluso que Aranburu se haga con un sitio en esta parcela del campo.
En la espiral de negatividad que rodea a este equipo, la situación vuelve a ser de urgencia. De Las Palmas se sacó un buen punto, pero la forma en que empataron los locales minimizó las cualidades que desplegó la Real en su estreno liguero. El enésimo fracaso en la Copa hizo el resto. Parece que ya hay gente que ha sentenciado a Johnatan, que no ve nada en De la Bella o que piensa que muchos canteranos no dan la talla. Es muy pronto todavía para hacer juicios de ese calado. La Segunda División es una espantosa y larguísima carrera de fondo en la que lo importante es llegar al 20 de junio en una de las tres primeras plazas. Es bueno empezar bien, pero que nadie se olvide que dentro de dos jornadas la Real tiene dos partidos seguidos en casa. Si consigue por fin convertir Anoeta en el ansiado fortín y logra tres victorias, con la del Murcia, llegará a la quinta jornada con al menos diez puntos de quince posibles, una media que ya apunta números de ascenso. Paciencia.
La Historia da ventaja a la Real. De los 16 encuentros en los que el Murcia ha visitado San Sebastián, tanto en Primera como en Segunda División, doce se saldaron con victoria local. En la categoría de plata, además, hay pleno txuri urdin: cuatro partidos, cuatro triunfos, incluyendo un muy contundente 7-0 en la temporada 48-49 (tres goles de Bravo, y uno de Caeiro, Alsúa, Gastón y Ontoria, este último de penalti), una temporada en la que la Real acabó subiendo. De grato recuerdo es también el 2-0 de la 46-47 porque fue un partido de promoción que también significó un ascenso a Primera. En la máxima categoría, en la campaña 50-51 también se registró un 7-0 (tres goles de Epi, otros tantos de Igoa y el restante de Barinaga). Los murcianos sólo han ganado dos veces, ambas en Atotxa y en temporadas consecutivas, la 87-88 (0-1) y la 88-89 (0-2).
La temporada pasada, Real Sociedad y Murcia se vieron las caras en la tercera jornada de Liga y el triunfo se quedó en casa con mucha claridad. Fue uno de los mejores partidos del conjunto de Lillo y, tras eliminar de la Copa al Zaragoza e igualar un 2-0 adverso en La Romareda en el partido de Liga, la ilusión se disparó. Xabi Prieto hizo el primero al transformar un penalti de los que no siempre se pitan, de los que dejan dudas. Para el segundo hubo que esperar hasta los últimos minutos. Díaz de Cerio sentenció en una preciosa jugada personal que culminó con un certero disparo con el interior que se coló junto al poste izquierdo del meta del Murcia. El resultado fue incluso corto para los méritos de ambos equipos. Los pupilos de Javier Clemente dejaron, no obstante, un doloroso sello en Anoeta. Cosieron a patadas a Xabi Prieto hasta que le lesionaron. Fue el principio del fin de esa ilusionante Real de los primeros días de la temporada 08-09.
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