Tras el estreno liguero, llega la Copa (miércoles, 21.00 horas, Anoeta; Canal +; será el primer partido que retransmite el canal de pago al conjunto txuri urdin desde que descendió a Segunda División). El torneo del K.O. lleva demasiados años dejando sinsabores en San Sebastián como para que la Real se permita el lujo de tirarla a la basura otra vez más. El objetivo debe ser, en palabras del entrenador, "ganar todo lo que se ponga por delante". O, lo que es lo mismo, llegar lo más lejos posible en esra competición, porque la Real tiene razones históricas y de prestigio para dar la cara también en la Copa, un torneo que siempre gustó en el conjunto txuri urdin, pero que, salvo contadísimas excepciones, sólo ha dado disgustos en las dos últimas décadas. Para afrontar esta primera eliminatoria, Martín Lasarte hará algunos cambios con respecto al equipo que jugó el sábado en Las Palmas.
La convocatoria no se conocerá hasta la mañana del miércoles, pero el técnico ya ha adelantado que habrá cuatro o cinco nombres nuevos con respecto al primer once de la temporada. El primero es obligado, puesto que Claudio Bravo está con su selección. Zubikarai no estuvo en Las Palmas y Toño Ramírez se ha marchado cedido a Tenerife, por lo que es bastante seguro que el portero titular será Asier Riesgo. Mikel González y Carlos Bueno son los que más posibilidades tienen de entrar en el equipo titular, seguramente por Labaka y Agirretxe. Lasarte quiere dar minutos a jugadores que todavía no han entrado, por lo que no sería descabellado ver sobre el césped a Markel Bergara, Sarasola, Sergio o Griezmann, al igual que Carlos Martínez y Aranburu si este partido no les llega demasiado pronto en la recuperación de sus respectivas lesiones. En todo caso, Lasarte cree que Charly no estará el miércoles. Xabi Prieto salió tocado de Las Palmas, pero no tener un recambio claro en la plantilla le puede mantener en el equipo. La única baja segura para este partido es la de David Zurutuza.
La Real tiene sobrados motivos para tomarse en serio la Copa. El principal, que sería un soplo de ilusión que en la temporada del centenario, y después de la bonita noche ante el Real Madrid, un equipo de Primera visitara Anoeta. La Copa es la única posibilidad y para ello hay que pasar esta eliminatoria y la siguiente. La Real no gana un duelo ante un Primera desde que venció al Madrid en las semifinales de la campaña 87-88, hace más de veinte años, pero es que ni siquiera ha pasado las rondas suficientes como para jugar contra un equipo de la máxima categoría desde la 98-99, cuando fue eliminado por el Atlético de Madrid. Quien piense que el torneo del K.O. puede distraer del principal objetivo, que no es otro que el ascenso a Primera, puede recordar el ejemplo del Valladolid de hace tres años, que subió como campeón de Segunda batiendo el récord de puntos con 22 equipos y alcanzó los cuartos de final en la Copa.
Real Sociedad y Rayo se han visto las caras una sola vez en la Copa del Rey, y fue hace casi 45 años nada menos. Fue en la temporada 1965-1966, con ambos conjuntos militando como ahora en la Segunda División, aunque entonces en grupos distintos. La eliminatoria cayó del lado txuri urdin gracias a la victoria en el partido de vuelta en Atotxa por 2-0, ambos tantos marcados por Urreisti, después de que el resultado en Madrid fuera de empate a uno (Arregui marcó el gol realista). La Real, no obstante, cayó en la siguiente eliminatoria, ante el Mallorca. La estadística general contra el Rayo en Liga es bastante favorable a la Real, que ha vencido en nueve de los catorce encuentros disputados. El Rayo sólo ganó en una ocasión, en la temporada 92-93 y por 1-2.
En Segunda sólo se han enfrentado dos veces. La primera fue en la campaña 66-67, la del ascenso de Puertollano, y acabó con una victoria realista por la mínima, 1-0 con gol de Boronat. La segunda, la última visita del equipo franjirrojo a Anoeta, fue la temporada pasada y el resultado fue de empate a uno. La Real hizo una muy buena primera media hora, en la que se adelantó por medio de Agirretxe, que anotaba su tercer tanto en la Liga. Pero a la media hora, el conjunto entrenado por Lillo desapareció del campo y el Rayo, probablemente el equipo que mejor jugó contra la Real en los dos partidos del pasado ejercicio, se convirtió en claro dominador del choque. Mientras Bravo desbarataba ocasiones rayistas, Castillo estrelló un balón en el larguero. El empate (en la imagen) llegó de forma cruel, en el descuento y tras un dudoso penalti por mano de Markel, que además le costó la expulsión.
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