La tranquilidad no tiene sitio en Anoeta, a pesar del 2-0 final ante un Huesca peleón pero bastante inofensivo. ¿Fútbol? Más bien poco, aunque el panorama de la primera hora de partido no fue exactamente el mismo del tramo final. ¿Sopor? Muchísimo. La Real juega a una velocidad tan lenta que ni siquiera figura en los manuales, aunque los cambios modificaron la marcha para bien. En los peores momentos, sólo pequeños toques de calidad (una jugada personal de Prieto, una bicicleta de Griezmann) animaban todo, el ritmo del equipo y el ánimo del público. Pero el final sí fue una locura. Bendita locura, por cierto, porque estos últimos fueron, de largo, los mejores de la Real. Esos minutos borran parcialmente la sensación cansina y soporífera que dejó el equipo de Martín Lasarte ante un Huesca que presentó muchas limitaciones en Aneota, pero que, en realidad, dominó el tempo del partido hasta que el técnico txuri urdin dio entrada a Zurutuza.
La alineación fue la que muchos le pedían a Lasarte. Con cai nulo margen de modificación en la defensa (que, a pesar de todo, no se mostró hoy demasiado firme) y con un delantero hasta ahora incuestionable, los cambios llegaron en el centro del campo. El más esperado, el de Griezmann por Johnatan (que no llegó siquiera a actuar en la segunda parte), fue el que desniveló el partido. Pero no como Lasarte hubiera esperado. El chaval convirtió en gol casi el primer balón que pudo tocar en ventaja en todo el partido, que ya se aproximaba al descanso, con un precioso derechazo. El gol convirtió en realidad el sueño de un potrillo, y llevó la alegría a Anoeta, que por fin pudo cantar un triunfo de la Real como local. El gol maquilló una primera parte horrible, en la que las camisetas blanquiazules estaban siempre a tres metros de distancia de las de sus rivales. Eso permitió al Huesca tocar, controlar y jugar de una forma en que probablemente no podrá volver a hacerlo en toda la temporada. Oasiones de gol no tuvo muchas, aunque una salida en falso de Bravo estuvo a punto de costar el 0-1. Fue la jugada inmediatamente anterior al gol de Griezmann.
El naufragio en el fútbol realista no tiene un culpable único. Elustondo, tal y como le viene sucediendo durante toda la temporada, no controló ninguna faceta del juego, esta vez como mediocentro único. Por delante de ellos, Sergio tenía una lentitud considerable y el Huesca llevaba a Aranburu a incrustarse demasiado atrás como para ofrecer a Elustondo o a los centrales una salida de balón aceptable. Así era muy difícil que el balón llegara a los pies de los jugadores desequilibrantes. Agirretxe se pegó con la defensa oscense sin oler como ocasión de gol más que un intento de vaselina desde 40 metros. Xabi Prieto forzó un par de buenas internadas, pero sólo eso. Demasiado inconstante para lo que se le puede exigir al diez realista. Griezmann andaba algo perdido, sin apoyo alguno de los compañeros para jugar con cierta ventaja de cara al marco contrario. Y en esas llegó el gol, además con la pierna mala del extremo realista. Quizá aconteció lo que dijo Lasarte hace algunos partidos, que Griezmann tiene ángel y que éste se apareció.
Los primeros minutos de la segunda parte no cambiaron demasiado el decorado. Fueron los cambios (otra vez) los que reactivaron al equipo y le dieron esa velocidad que no tenía hasta ese momento y que muy pocas veces ha demostrado en lo que llevamos de temporada. Bueno, que entró al campo por Agirretxe, ofreció arriba pelea y presión, esa mala leche que se antoja necesaria para que esta Real durmiente agarre con fuerza los partidos. El uruguayo marcó el segundo gol del partido, su segundo esta temporada. Y eso que hasta Lasarte le sigue viendo muy diferente al jugador que quiso traer a la Real, con lo que cabe asumir que el margen de mejora de Bueno es todavía amplio. Tiene pinta de ser un fichaje rentable, que además está haciendo gol con relativa facilidad. El segundo cambio fue aún más importante. Zurutuza debutó en Liga esta temporada y sí confirmó, a diferencia de otras muchas cosas en este equipo, lo visto durante el mes de agosto. A poco que las lesiones le respeten, y cuando la Real juegue sólo con un delantero, Zurutuza parece tener un lugar fijo.
Con él, el centro del campo volvió a cobrar sentido. No es que la Real jugara unos minutos inolvidables, pero la diferencia con respecto a la primera hora fue realmente notable. Había movilidad, había alternativas y, así, empezaron a producirse llegadas claras al área rival. Y entre ellas, dos que suponen un triste suma y sigue en el devenir de este equipo en Segunda División: dos penaltis que se le escamotearon a la Real, uno sobre Estrada, que además le costó una tarjeta amarilla, y otro por mano. Dos penaltis que hoy no tuvieron trascendencia en el resultado, pero que otros días podrían tenerla. El nivel arbitral es lamentable, favorezca o perjudique. Y nadie hace nada para evitarlo. Además de eso, llegaron las ocasiones. Y el gol de Bueno. El gol que evitó el habitual sufrimiento en el descuento que provoca la costumbre de no cerrar los partidos. Será bueno que la Real cambie esa tendencia y gane sus encuentros con dos goles de ventaja.
El juego de la Real, siendo sinceros, no invita al optimismo. Parece que a Lasarte le falta todavía mucho para construir el equipo que tiene en la cabeza, por mucho carácter que asome en momentos puntuales de los partidos, nunca hasta ahora de forma constante durante 90 minutos. Pero para ser justos hay que tener en cuenta muchas cosas. Para empezar, que esta Real tiene la capacidad de hacer mejor las cosas. Mucho mejor. Por eso se le puede exigir. Pero también hay que tener en cuenta que hoy le han faltado muchas cosas. La velocidad de Nsue, que está en el Mundial Sub-20 y podría estar fuera otro mes. La falta de ritmo por culpa de sendas lesiones de Elustondo y Aranburu, o de Bueno por el retraso en su fichaje. La ausencia de la bravura de Carlos Martínez en la banda o de la calidad de Zurutuza, ya por fin solventada, en la mediapunta. Y con todo eso, la Real es uno de los tres equipos que no ha perdido todavía ningún partido de Liga. Sólo el líder, el Cartagena, y un Levante que tiene los mismos puntos de la Real, pueden presumir de lo mismo.
"Tenemos que crecer todavía en este aspecto", admitió Lasarte cuando se le preguntó por el juego del equipo. Pero cuando no se juega bien es importante ganar. Eso es lo que hasta hoy le faltaba al equipo txuri urdin, sobre todo en Anoeta (ojo, tampoco es tan fácil porque, como recordó el técnico realista esta jornada sólo registró tres victorias locales). Hoy también se ha conseguido eso, y el equipo donostiarra ha pegado el salto hasta la zona noble de la clasificación. Por descontado, es muy pronto para hacer cualquier pronóstico, pero no sería descabellado pensar que los ocho equipos que ahora encabezan la tabla, con la incógnita del recién ascendido Cartagena, sean los que opten a luchar por el ascenso. Hoy la Real se ha colocado sexta, a un punto del ascenso y a dos del liderato. Ese ha sido el primer paso. Ahora, el primer partido de altura: contra el Numancia en Soria. Ese partido puede ser una gran oportunidad para dar un puñetazo en la mesa y dejar claro que la Real tiene que optar al ascenso con más claridad que el año pasado. Y una oportunidad para que este equipo se saque la espina que los sorianos dejaron en el conjunto realista hace dos años.
2 comentarios:
La Real hasta el gol no me gusto nada, después creo que presiono mucho mejor la salida del balón del Huesca creando varias opciones de peligro en la 2ª parte. Ese Griezzmann tiene algo, ayer toco muy pocos balones pero marco un gol e hizo alguna jugara interesante por la banda y Sarasola también fue de menos a mas como el resto del equipo. Me gustaron los cambios de Lasarte, la salida de Bueno le vino muy bien al ataque y Zurutuza aporto bastante al mediocampo.
Al Huesca lo vi como siempre muy inocente arriba, le falto algo mas de ambición en la primera media hora cuando la Real no se enteraba de la fiesta, esta temporada nos va a tocar sufrir para evitar el descenso.
Cityground, coincido bastante contigo. Yo extendería esos malísimos minutos de la Real hasta bien entrada la segunda mitad, hasta los cambios. Sí que parece que el Huesca puede sufrir más que el año pasado, pero la Liga es muy larga, quién sabe...
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