martes, agosto 28, 2007

REAL SOCIEDAD 0 - CASTELLÓN 2 El peor comienzo imaginable

Antes de empezar una temporada tan atípica como ésta, la primera en Segunda División después de 40 años, uno se imagina muchos escenarios posibles. Si se gana, bien, porque se reforzará la idea de apostar por la cantera y se empezará a olvidar la temporada pasada. Si se empata, podemos decir que el equipo es joven y necesita tiempo pero que al mismo tiempo es importante ir sumando. Si se pierde es cuando empiezan las dudas. Y hay formas y formas de perder. La del domingo fue la peor que cualquier se podía imaginar. Porque se perdió sin ofrecer nada a un público que necesitó muy poquito para aplaudir. Porque el rival no era lo mejor que la Real se va a encontrar en Segunda. Porque cualquier adjetivo negativo que se piense es perfectamente aplicable a lo que se vio en Anoeta.

Hubo algún que otro espejismo en Anoeta. Porque, después de leer las crónicas, nadie ha reparado en el arranque del partido, que reflejó a las claras lo que fue su devenir y el ambiente que le rodeó. En el primer minuto y medio, la Real había forzado una falta al borde del área y dos corners. Gritos de ánimo, aplausos y expectación acompañaron esas tres jugadas de ataque. Toda una novedad con respecto al año pasado. Parecía que algo sí había cambiado, que la Real iba a ser un equipo ofensivo que tendría la portería contraria como objetivo irrenunciable, por muy desviados que fueran esos dos primeros disparos de Gari y Aranburu. Pero en el primer contraataque del Castellón, el equipo visitante tiró al palo. Se acabó la ilusión, los sueños y las esperanzas de ver algo distinto. Volvió de un plumazo la Real de la pasada temporada.

Los siguientes 88 minutos, más el descuento de ambas partes dejaron a la Real en evidencia. Mal en casi todo, sin opciones reales nunca de sacar algo positivo del partido a pesar de tener alguna que otra ocasión, sin un esquema claro de juego, sin movimiento en sus jugadores clave, sin presión, sin dificultar la salida del Castellón, sin ideas para sacar el balón desde atrás, sin apoyos al delantero (Delibasic, que sufrió la maldición del delantero en su debut, recibió un cursillo acelerado de todo lo que tuvo que padecer Darko el año pasado), sin reacción desde el banquillo (¿por qué sólo en cambio cuando el equipo estaba muerto? ¿Por qué calientan tres jugadores, uno de ellos Gerardo, más de media hora para no salir? ¿Por qué no se dio a Stevanovic el papel protagonista que durante la pretemporada nos dijeron que iba a tener? ¿Y por qué no parece que se termine de confiar en jugadores como Markel?), ni siquiera después de haber equivocado claramente el once y el esquema (ni De Cerio ni Gari pueden jugar en banda; lo del segundo lo critiqué de Lotina y lo aviso a Coleman desde este modesto rincón).

Y todo ello ante un equipo que, aunque en la primera parte llevara a más de uno a preguntarse si esos de rojo no eran el Barça, tampoco pareció nada del otro mundo. Un conjunto correcto, con una defensa más o menos bien formada y con capacidad de lanzar rápidos contraataques. La conclusión lógica es que esta Real, la que vimos el domingo, no es un equipo que pueda subir a Primera División. Pero tampoco me voy a poner dramático, porque ya sabéis todos que soy de lo más optimista cuando hablo de la Real, incluso en las peores situaciones. Por eso pienso que, aunque se haya asaltado el fortín que debía ser Anoeta ya en la primera jornada, aunque se haya perdido el primer partido, quedan otros 41. Tiempo más que de sobra para que la Real muestre una imagen diferente, para que sume los puntos que le pueden devolver a Primera División, para que Coleman acierte con un once y los jugadores demuestren que merecen estar en él.

Porque eso el domingo sólo lo hizo uno: Carlos Martínez. El lateral derecho, debutante en el primer equipo, realizó un partido bastante completo. Seguro que no le sobra técnica, pero se ganó el corazón de los aficionados realistas con sus arrancadas por banda, con su casta y con su pundonor. Carlos (para mí ya es Carlos, nada de Martínez) demostró cuál debe ser la actitud y cómo debe comportarse un jugador que viste la camiseta de la Real, más aún si proviene del Sanse. El lateral derecho ya es suyo. Hubo algún detallito más, pero sólo eso, detallitos. Riesgo compensó su nerviosismo inicial con un par de intervenciones destacadas, Aranburu hizo algún que otro control interesante que se perdió en sus muchas pérdidas de balón, Estrada demostró que merece tener minutos en este equipo, y Prieto dejó claro que es de los pocos jugadores que que puede marcar diferencias, pero sólo desde la banda derecha.
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Cada pequeño gesto era aplaudido a rabiar por la grada. Unos 16.000 espectadores fueron (fuimos) a Anoeta con la intención de estar junto al equipo. Pero el equipo falló. Y la pitada que no se pudo soltar el año pasado para no sentirla como una traición al respaldo que el equipo de nuestros corazones merece siempre, salió a relucir tanto en el descanso como al final del partido. Al realista se le ha puesto al borde de la esquizofrenia. Está deseando animar a los suyos, aplaudir al equipo, cantar sus goles, pero es que nada le llega desde el campo. Cuando las cosas se tuercen, está deseando sacar toda la tristeza y la rabia que llevamos dentro, porque, que nadie lo olvide, estamos en Segunda después de un histórico fracaso. Pero se intenta vender la idea de que ver la realidad que tenemos ante nosotros es romper la necesaria unidad para que la Real vuelva a la élite.
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Y no es así. Se sigue respaldando al equipo, porque el equipo siempre tendrá el apoyo de los realistas (media entrada en el primer partido del año en Segunda, a finales de agosto y en un día que invitaba a la playa no está nada mal). Pero eso no impedirá seguir pidiendo la dimisión del Consejo, que sigue escondido tras una pañolada ¡en el primer partido de la temporada! y sigue sin ver una fractura social que es evidente. Y no impedirá ver lo que falla en el equipo (por ejemplo la enorme ausencia de un central de categoría, un tipo Schurrer, que haga jugadores a centrales de casa que en realidad no son tan malos, como Mikel González o Labaka). Decir eso no es romper la unidad. Al contrario, es tratar de aportar granitos de arena que fortalezcan a la Real que todos queremos.
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La Real debutó en Segunda como salió de la Primera. En puestos de descenso. No es significativo desde un punto de vista clasificatorio, no conozco ningún equipo que haya sentenciado su temporada en el primer partido. Pero hoy por hoy la Real es un estado de ánimo. Lo es en el campo y lo es en la grada. Ganar un partido es una obligación, y hay que hacerlo cuanto antes. No tenía yo mucha fe en que Ipurúa fuera un campo propicio para ello, pero es trascendental para que la gente pueda seguir creyendo (quien todavía lo crea, aunque sé que mucha gente no lo ve siquiera probable; yo, a pesar de todo, lo sigo creyendo) en el ascenso, para que la gente pueda confiar en que este año, al final, va a ser diferente. Aunque no se suba, que eso se decide en junio. Pero por lo menos que no tenga una temporada triste y mediocre como las últimas, que no sienta que el domingo es un día de decepción asegurada.
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Porque lo del pasado domingo fue una decepción. Inmensa. A solucionarlo desde ya. Ni con palabras, ni con intenciones, ni con deseos. Con trabajo, tanto desde Zubieta como desde Anoeta, a todos los niveles de esta nuestra Real. El comienzo ha sido el peor que se podía imaginar. Lo bueno es que desde aquí sólo se puede mejorar. Siguiente parada, Eibar.

2 comentarios:

BETIALAI dijo...

Y, de momento,Iriarte haciéndose cargo del "próspero" negocio que le dejaron en legado sus antecesores: vender humo.

Los medios de comunicación..., a su aire.

Unknown dijo...

Mal mal empezamos...

Yo no quiero ser pesimista, pero la verdad es que los golpes duelen cada vez más.

Espero ver una alineación más normal (Díaz de Cerio en banda?), con los jugadores comprometidos y de más calidad en el campo.

Aunque ahora queremos "desprendernos" de Novo (como si andásemos sobrados de jugadores con criterio y experiencia). otro golpe incomprensible más.

Saludos y a por el Eibar!!