La Real buscará en Mallorca su mejor versión con el once de gala (domingo, 12.00 horas, Iberostar Estadi, Canal + Liga 2) en su debut de la presente temporada en el horario matinal. Atrás quedan las rotaciones con las que Philippe Montanier comenzó esta semana de tres partidos en Sevilla y las lesiones que mermaron su once titular en Anoeta ante el Granada. A pesar de que en septiembre no hay campeones ni descendidos, un Mallorca herido y en crisis puede ser una buena piedra de toque para saber a qué pretende aspirar la Real esta temporada. Una victoria, la segunda fuera de casa en lo que llevamos de temporada, dispararía los objetivos hacia la parte alta de la clasificación, porque el equipo txuri urdin confirmaría un espléndido inicio de casa como visitante que sumar al fortín en que busca convertir Anoeta. Al mismo tiempo, la Real tiene que seguir progresando y dar muestras de que aprende de los errores que cometió en el Sánchez Pizjuán y que las carencias que exhibió ante el Granada se van minimizando con los partidos.
La enfermería de la Real se ha quedado prácticamente vacía (sólo con Elustondo) y eso ha alterado la composición de la lista de Montanier para Mallorca con respecto a los 18 hombres que entraron en el acto del encuentro contra el Granada. Cuatro son las novedades. Vuelven tres de los lesionados, Carlos Martínez, Xabi Prieto y Demidov, y los tres apuntan además a la titularidad. La cuarta incorporación a la lista de 18 es la de Eñaut Zubikarai, confirmando así Montanier que las rotaciones también afectan al portero suplente. Se caen de entre los escogidos Toño Ramírez, Ansotegi (que se mantiene como cuarto central de la plantilla), Sarpong (decepcionante ante el Granada, tuvo una buena ocasión que malogró no se sabe cómo) y Rubén Pardo (que jugará con el Sanse otra semana más, a la espera de su debut con el primer equipo). En todo caso, la ausencia más significativa de la convocatoria vuelve a ser una semana más la de Joseba Llorente, que no sólo no ha debutado esta temporada sino que no ha conseguido meterse en una lista de 18 todavía. Markel tampoco ha entrado todavía, pero éste se lesionó en la pretemporada, en la que Llorente sí jugó.
Las apuestas dicen que Montanier alineará en Mallorca a lo que ya se considera, con alguna duda, su once de gala. Esto es, Bravo en la portería, Carlos Martínez y De la Bella en los laterales, Iñigo Martínez y Demidov en el centro de la zaga, Illarramendi, Mariga y Zurutuza en la primera línea de tres (quién será el 4 se verá ya en el partido) y la única duda sobre qué es el once de gala del técnico txuri urdin está en la línea de ataque, donde Xabi Prieto, Griezmann, Vela y Agirretxe se juegan los tres puestos. Ifrán parece contar con menos posibilidades (ha tenido molestias durante la semana y sorprendentemente no jugó ni un minuto ante el Granada después de pelear casi en solitario contra molinos de viento en el Sánchez Pizjuán) y el único verdaderamente seguro en el once titular, si su tobillo lo permite, es Xabi Prieto, cuyas ausencias siguen demostrando lo verdaderamente importante que es para este equipo. Mikel González, Estrada (a pesar de su golazo afortunadao y salvador sufrió de lo lindo ante el Granada), Cadamuro, Aranburu, el mencionado Ifrán y el descarte de la delantera ocuparán el banquillo junto a Zubikarai.
El buen inicio de Liga de la Real, que sólo ha perdido un partido de los cuatro disputados, no le ha llevado todavía a los puestos que sí ocupó las dos primeras semanas, los más altos de la tabla, en la que aún reina una gran igualdad por la jornada en la que nos encontramos. El equipo txurdi urdin es noveno con siete puntos. Sólo un punto le separa de la zona de Europa League y de la de Champions League, por lo que una victoria en Mallorca podría disparar a la Real en la clasificación. El descenso está a seis puntos, marcado ahora mismo por el Athletic, por lo que una derrota o un empate tampoco afectaría demasiado en vísperas precisamente del derbi en Anoeta. El Mallorca llega a este encuentro después de tres derrotas consecutivas (Betis y Mallorca fuera, Málaga en casa), encuentros en los que no anotó un solo gol. Está ya sobre la mesa el despido del técnico bermellón, Michael Laudrup, en caso de no vencer a la Real. El Mallorca tiene tres puntos, cuatro menos que la Real, y ocupa la decimoquinta posición. Allí encontrará el conjunto txuri urdin a varios viejos conocidos, como Nsue, Martí o Víctor. No se espera lluvia a la hora del partido y sí una elevada temperatura superior a los 25 grados.
La Real sólo ha conseguido la victoria en tres de los 22 partidos que ha jugado en Mallorca como visitante, lo que hace de la isla balear un muy mal territorio para los intereses del equipo txuri urdin. De esos 22 encuentros, 19 se disputaron en Primera División. Es en esa categoría donde la Real ha ganado sus tres partidos y suma otros seis empates, por diez victorias del Mallorca. El mejor resultado conseguido por los realistas fue, a la vez, el último triunfo allí, el 1-3 de la temporada del subcampeonato, la 2002-2003 (marcaron De Pedro de penalti, Karpin y Kovacevic). El peor correctivo sufrido por el conjunto donostiarra fue el 5-2 de la temporada 2005-2006 (Novo y Xabi Prieto hicieron los goles del equipo entonces entrenado por José María Amorrortu). No obstante, en las últimas once visitas, desde la 1997-1998, con los tres años de la Real en Segunda de por medio, la estadística está más equilibrada: cinco victorias para el Mallorca, tres para la Real y otros tantos empates. En la categoría de plata, la Real sólo sacó un empate de los tres partidos celebrados entre ambos equipos, el 0-0 de la temporada 59-60, y sólo anotó un gol, el del 2-1 de la campaña 76-77.
La última vez que la real visitó Mallorca fue en la temporada pasada, la 2010-2011, y fue uno de los peores partidos de esa Liga. El equipo txuri urdin de Martín Lasarte cayó derrotado con toda justicia. Fue, como será ahora, el quinto partido de la Liga y el tercero de en la misma semana. La Real venía de perder en Anoeta contra el Real Madrid, aún dando una espléndida imagen, y de caer con estrépito en Pamplona con una versión muy diferente en cuanto a nombres y actuaciones. En Mallorca se recuperó la imagen más reconocible, pero el fiasco fue inmenso. Los de Lasarte vieron como Cavenaghi, que no había anotado ningún gol en las cuatro jornadas anteriores, adelantaba al Mallorca en la primera jugada de ataque del equipo local. Y a falta de 30 minutos, hacía el segundo. La Real intentó primero empatar y después reducir distancias, pero con nulo acierto. No es que el Mallorca diera un repaso a la Real precisamente, pero le bastó con un poco de solvencia para anotar dos goles e incluso provocar un par de buenas paradas de Bravo, el único realista a la altura de las circunstancias aquel día. Este encuentro, como el de pocos días antes con Osasuna como rival, demostró que la fortaleza defensiva de Segunda había pasado a la historia.
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