La Real viaja a Zaragoza (lunes, 20.00 horas, La Romareda, PPV) para hacer un brindis al inolvidable 2010 que nos acaba de dejar, para siempre ya el año del regreso a la Primera División, y al esperanzador 2011 que acabamos de iniciar, cuyas páginas están todavía por escribir. Lo hará con el mismo equipo de siempre, pero también con un nuevo equipo, obligado Martín Lasarte a hacer cambios por lesiones y sanciones. Lo hará con la misma intención de (casi) siempre, la de ser fiel a los principios que han hecho de la Real el equipo que es. Porque cuando olvidamos eso es cuando tenemos más peligro de fracasar. Y Zaragoza, hogar del colista de Primera, es un buen lugar para dejar atrás las dos derrotas consecutivas con las que cerró 2010 el equipo txuri urdin. También, por qué no, es un lugar para la revancha, pues el Zaragoza es uno de los equipos que le cerró el camino al ascenso en su segunda temporada en la división de plata. Brindemos por lo conseguido en 2010 y soñemos con lo que podemos lograr en 2011. Con una victoria, por favor. Que así los brindis saben mejor.
Bajas. Una palabra que no se ha dejado sentir demasiado en lo que llevamos de temporada pero que alterará el once que saltará al campo en La Romareda. Carlos Martínez se perderá por lesión su primer partido de la temporada y Diego Rivas no podrá estar en Zaragoza por acumulación de amonestaciones. A esto hay que sumar el esguince de tobillo que tiene a Ifrán todavía sin debutar, aunque ya esté recuperado de la dolencia de rodilla que tenía cuando fichó por la Real. Esto ha llevado a que Martín Lasarte introduzca nada menos que tres cambios en el grupo que desplaza para este partido. Poco amigo de los cambios, el técnico uruguayo se ha visto obligado por las circunstancias. Y esas mismas bajas son las que abren interrogantes en el once que saltará al césped maño, pues dos hombres pugnan por cada uno de esos puestos. Dani Estrada y Mikel González (quedará, junto a Bravo, como el único que ha disputado todos los minutos de la competición) optan por el lateral derecho y Markel Bergara y Elustondo por el puesto de pivote. Eso sobre el papel, porque el técnico uruguayo tiene alguna alternativa más para suplir las ausencias.
Bravo sigue siendo indiscutible en la portería. Ni los escasos errores puntuales que pueda cometer ni las molestias (jugó así contra el Valencia) le sacan del once. En defensa, tres nombres parecen seguros: Mikel González, Ansotegi y De la Bella. Si el primero jugara en el lateral, Labaka entraría por el centro. En la convocatoria debuta Cadamuro, que en pretemporada jugó también de lateral, aunque por la izquierda. Lo normal, en todo caso, es que por la derecha salga Estrada, aunque sólo haya jugado seis minutos hasta ahora. En el centro, Aranburu parece seguro, pero Lasarte podría optar también por el doble pivote formado por Markel y Elustondo, que ha probado sólo fuera de casa (Pamplona y Málaga). Si sólo hay que suplir a Rivas, el primero parece contar con más opciones. Los cuatro de arriba también parecen fijos: Xabi Prieto, Zurutuza, Griezmann y Llorente. Agirretxe, después de anunciar que se queda en la Real, se ha quedado fuera de la lista. En el banquillo esperarán minutos Tamudo, Sarpong y Sutil, que vuelve a una convocatoria después de la lesión que le ha tenido apartado del equipo unas cuantas semanas.
La Romareda siempre será el estadio en el que la Real ganó su única Copa del Rey en 1987, donde Arconada paró aquel decisivo penalti. Pero aquello pasó hace mucho tiempo. Ahora, el equipo de Martín Lasarte llega a este partido tras dos derrotas consecutivas, en el Camp Nou y en Anoeta frente al Valencia, dolorosas ambas aunque por diferentes motivos. En cualquier caso, la Real ha ganado dos de sus últimos cuatro partidos como visitante y eso es un motivo para el optimismo. El conjunto txuri urdin es noveno, con 22 puntos, a cuatro de Europa, nueve por encima del descenso y con doce de ventaja sobre el Zaragoza, colista, que sólo ha ganado un partido de los ocho que ha jugado como local. La Real no consiguió ganar el primer partido del año en las tres temporadas que jugó en Segunda. Sí lo hizo, 2-1 ante Osasuna, en la última que jugó en Primera antes del descenso, la 2006-2007. Y aunque este año parece haber aprendido la lección, y ya ha ganado en el campo de los otros dos equipos que ahora mismo ocupan puestos de descenso (Sporting y Málaga), no suelen dársele demasiado bien los partidos contra conjuntos de la parte baja de la clasificación.
La historia dice que la Real puntúa más que pierde en Zaragoza. De los 49 partidos jugados, el equipo txuri urdin ganó 10 y empató 16, perdiendo 23. En Primera División son 45 los enfrentamientos con nuevo triunfos realistas y 22 zaragocistas. Eso sí, no es una plaza que se haya dado muy bien recientemente. En los últimos diez enfrentamientos en Primera, entre la temporada 1996-1997 y la 2006-2007 (el Zaragoza estuvo en Segunda en la 2002-2003, la del subcampeonato txuri urdin), sólo ganó una vez la Real. Fue en la temporada 2005-2006, 0-1 gracias a un gol de penalti anotado por Xabi Prieto. El triunfo txuri urdin más abultado es el 1-3 que se registró en las temporadas 57-58 (dos goles de Segurola y uno de Laguardia) y 91-92 (dos goles de Oceano, uno de penalti, y otro de Lumbreras). En la campaña 61-62 el Zaragoza goléo a la Real por 6-3, haciendo inútiles los tantos visitantes de Almandoz, Villa y Cacho. Aquel año el equipo txuri urdin bajó a Segunda. En los cuatro partidos jugados en esa categoría, la Real sólo perdió en un enfrentamiento (2-1 en la 44-45), logró la victoria en otro (1-2 en la temporada 45-46, anotaron Pedrín y Vázquez) y empató en los dos restantes.
El último duelo entre ambos fue, precisamente, en Segunda División, hace dos temporadas. Acaba de comenzar la Liga 2008-2009 y la Real venía de eliminar en la Copa al Zaragoza a partido único en Anoeta cuando se enfrentaron ambos equipos en La Romareda en la segunda jornada. El equipo de Juanma Lillo saltó dormido al césped y encajó muy pronto un 2-0. Pero en la segunda parte, la Real destapó el tarro de las escencias y jugó 45 minutos excepcionales. Empató el partido con goles de Marcos y Díaz de Cerio, pero pudo ganar sin ningún problema. No le acompañó la suerte. Tampoco en la última ocasión en la que el equipo visitó el campo zaragocista en Primera, en la campaña 2006-2007. La Real cayó 3-2 y se instaló en el último puesto de la tabla. El equipo de Lotina saltó al campo con una actitud sensacional y así llegó el primer y único gol de Herrera con la camiseta de la Real. Pero se echó atrás y permitió al Zaragoza remontar, con la colaboración del árbitro, Megía Dávila, que regaló al Zaragoza el penalti que supuso el 2-1. El tercero llegó en un contraataque con la Real volcada. Y Díaz de Cerio puso el 3-2 final ya en el descuento, sin tiempo para más. Ahora la historia es diferente. El Zaragoza es el colista. Que se note.
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