miércoles, enero 19, 2011

AQUELLOS MARAVILLOSOS CROMOS: Alberto Ormaetxea

En la temporada 67-68, la Real volvió a Primera después de haber pasado cinco años en Segunda. En sus filas jugaba un tal Alberto Ormaetxea. Ormaechea, como se escribía entonces en la prensa o en los álbumes. Este cromo corresponde al álbum de aquella temporada. Jugó con el Sanse en Segunda, cuando el filial realista vivía sus mejores tiempos en aquella categoría, y fue en Segunda donde dio el salto al primer equipo. Entonces era lateral derecho, pero pronto cambió de banda. Su debut con la Real se produjo en la primera jornada de la temporada 62-63, en Atotxa y contra el Orense. El equipo txuri urdin ganó 6-1 al conjunto gallego y Olano marcó cinco de aquellos goles. No fue mal día para debutar. Fue el primero de los 280 partidos que jugó con la Real entre aquella campaña y la 72-73. Sólo marcó dos goles, los dos en la Liga 69-70. El primero fue contra el Sabadell y el segundo, de penalti, contra Las Palmas, ambos en Atotxa. La Real ganó los dos días.

Aunque fue una bonita trayectoria como jugador, pocos se acuerdan de ella. La memoria es tan selectiva como a veces injusta, pero es que si algo es Alberto Ormaetxea es el entrenador de la Real campeona de Liga. Ahí sí que estamos hablando ya de una auténtica leyenda. Sin discusión. 324 partidos, de los cuales ganó 157, casi la mitad. Dos títulos de Liga. Una Supercopa. Unas semifinales de Copa de Europa. Todo eso se consiguió con él sentado en el banquillo. Y, sin embargo, en aquellos años Alberto Ormaetxea no tenía la consideración en algunos sectores que semejantes logros requería. Se dudaba de él, se le consideraba defensivo, no se le ponía a la misma altura que los jugadores que ya entonces eran míticos para todos. Era como si Ormaetxea simplemente pasara por allí. Y no, no fue así. Ormaetxea fue un genio capaz de llevar a un modesto equipo a lo más alto. Menos mal que el tiempo le puso donde merecía. Con el 25º aniversario del primer título de Liga, en 2006, se inauguró un busto con su efigie junto al estadio de Anoeta. Él ya no pudo verlo. Nos había dejado ya. Pero sigue ahí, con todos nosotros, disfrutando ahora con lo que la Real, su Real, está haciendo ahora ya de nuevo entre los grandes.

2 comentarios:

José L. Solé dijo...

Además de esas dos históricas ligas que hicieron que muchos simpatizaramos con la R.Sociedad, no hay que olvidar que el equipo que dirigía Ormaetxea, creo que en la temporada 79/80 consiguió un monumental record: 32 jornadas invicto!
El maravilloso Barça de este año, en mi opinión el mejor equipo de todos los tiempos (lo digo con el corazón pero también con la cabeza) acaba de fijar su listón, tras la merecida derrota de ayer ante el Betis, en 28 partidos. Me parece un dato interesante...

Salut!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Krust, tienes toda la razón. Y fíjate si me parece importante que cada año celebro la derrota el último equipo invicto, y por tanto que el récord de imabitibilidad sigue siendo de la Real.