miércoles, mayo 06, 2009

Trenes que pasan y trenes que descarrilan

La cosa va de trenes en las últimas semanas. Entre que si la Real ha perdido o no esta temporada el tren que le llevará antes o después a Primera y el tren que a Castillo le pasa sólo una vez en la vida para jugar en la máxima categoría, parece que no hay otra cosa. Y las hay, ya lo creo que las hay. Tendríamos que hablar largo y tendido de la actuación de este Consejo de Administración, del presente y el futuro de la cantera, del descenso del Sanse a Tercera, de la actuación de los jugadores y técnicos del primer equipo durante la temporada, del uso de Zubieta, de los actos del centenario. De muchas cosas. Pero, ingenuo de mí, yo soy de los que piensa, ahora y siempre, que lo esencial es devolver a la Real a Primera División. Yo de lo demás hablaré cuando ese ascenso sea del todo imposible. Hoy todavía no lo es. Está casi imposible, claro. Estoy a punto de arrojar la toalla, sí. Pero sigue habiendo opciones porque la Real aún puede llegar a 75 puntos y eso puede dar el ascenso. En eso pongo toda mi fe y mi esfuerzo.

Pero a pesar de que me gustaría aparcarlo todo hasta que la Real deje de tener vida en esta temporada 2008-2009, no puedo evitar hablar del tren de Castillo y compararlo con la actitud de Elustondo. Los dos hablaron ayer en rueda de prensa. El primero para decir que se quiere ir de la Real a toda costa, que si el club quiere cobrar dinero por él entonces se irá al extranjero (¿porque también el tren le para allí o simplemente por no dejar dinero alguno en el club...?; me cuesta no ser malpensado). El segundo, en cambio, dijo que "la ilusión de un jugador de aquí es jugar aquí, aunque sea en Segunda. Yo quiero seguir en la Real, en Segunda, Segunda B o donde sea. Mi único deseo es contribuir a que el equipo suba a Primera División". Y, claro, como tengo el corazón txuri urdin, me acuerdo de aquella pancarta que aparecía en las fotos de los realistas que nos fuimos hace dos años a Valencia para ver a nuestro equipo bajar a Segunda División: "En Primera o en Preferente, de la Real hasta la muerte".

Es un alivio saber que hay jugadores que piensan igual. En estos tiempos en que cualquiera (incido en lo de cualquiera) se cree con derecho a pisotear lo que significa para tanta gente un equipo centenario, con dos títulos de Liga, uno de Copa y uno de Supercopa en su historial, es muy bueno escuchar a quien sí valora lo que es la Real. Aranburu, Ansotegi y Elustondo son ejemplos de jugadores de casa que se merecen todos los cuidados. A veces no les saldrán las cosas bien sobre el césped, porque son humanos, pero quieren con locura a este equipo, lo sienten como propio y lo demuestran con sus actos (renovando en Segunda y en pleno proceso concursal) y con sus palabras (en contraposición a quienes se vanaglorian día sí y día también de querer irse de este equipo a toda costa).

Cada día que pasa, cada declaración nueva que les escucho, mi enfado con Iñigo Díaz de Cerio y Xabier Castillo va creciendo. ¿Queréis marcharos de la Real? Hacedlo, estáis en vuestro derecho. Pero no nos toméis el pelo. Ni Ley Concursal, ni inestabilidad, ni trenes que sólo pasan una vez en la vida. Idos. Pero hacedlo de cara. Las cuentas no me salen cuando Castillo dice que decidió que su camino estaba fuera de la Real hace tres o cuatro semanas. ¿Después del empate en Ipurúa? ¿Pensaba entonces que estaba ya muy difícil que la Real volviera a Primera o es que ese tren le venía mal? ¿Ese es el ánimo, independientemente de que jugara o no, con el que encaró el partido en casa ante el Tenerife, la visita a Huesca o el encuentro ante el Celta de hace cuatro días? La dolorosa conclusión que yo saco es que no sé por qué tendría que jugar un minuto más en la Real, ya que antepone su futuro personal a nuestro presente colectivo cuando quedaban tres meses de competición. Y si la escasez de efectivos era el problema, poder contar ya con los jugadores del Sanse, que no tienen nada en juego, es la mejor solución.

Con que se quede Elustondo y los jugadores que piensan como él, a mí me vale. Esos son los canteranos que hay que cuidar, los que valen la pena, los que justifican la inversión económica y humana que se hace para que lleguen a dar el salto al primer equipo. Lo triste es que es muy difícil saber quién va a respetar el legado de la Real y quien va a pasar olímpicamente del cariño de una afición. Ese es el dificilísimo trabajo que tienen los técnicos de Zubieta. Pero lo mismo algunos trenes descarrilan. Lo mismo cuando se vayan se dan cuenta de que en Sevilla menosprecian a sus jugadores por luchar por el descenso, que en Madrid les hacen un ambiente irrespirable en su propio campo por no llegar a la Champions. La afición de la Real siempre anteponía su cariño al equipo y los jugadores a todo lo demás. Fuera no siempre es así. Suerte con vuestros trenes.

1 comentario:

Luis dijo...

Cuantas veces me he acordado de aquella pancarta Juan, que recibió a los jugadores, y que estaba justo encima de nosotros. Y luego se quedo allí.

Y hablando de Valencia, este domingo las chicas quedaron contra el Levante 7 – 0, pero ninguna, tiro la toalla, tuvieron su última oportunidad en el minuto 89, y así se ganaron esa ovación al final. Porque solo pierde el que no lo intenta. O el que se engaña a si mismo.

Ver a las neskak del hockey o futbol es una alegría, porque se recorren toda España, entrenan como profesionales, juegan como profesionales, lo dan todo como profesionales y cobran como … A no si no cobran. Por eso puse esto en la página del rincón del forero el otro día.

http://rincondelforero.wordpress.com/2009/04/30/previa-del-levante-real-sociedad-femenino/#comment-532

Electroduende, en Mayo 3rd, 2009 a 9:14 pm Dijo:
¡¡¡Aupa esa Eli campeona !!!.
Que decir, que ha merecido la pena, como siempre.
Aproximadamente, unos 20 años, he tardado en saber porque soy de la Real.
En saberlo de verdad. Eskerrik asko neskak por descubrírmelo.
Gora Erreala
Arriba Neskak (futbol y hockey)
Eutsi Equipo





Pues eso, que mientras quede uno, solo uno, que sienta los colores, yo les seguiré animando y dando todo por ellos.