viernes, diciembre 19, 2008

PREVIA Real Sociedad - Salamanca. Ilusión navideña y temor arbitral

Acaba el año futbolístico con una cita de primer nivel (sábado, 17.00 horas, Anoeta, ETB-1; fuera de Euskadi seguimos padeciendo la tortura de no ver a la Real sin que nadie haga algo para que los realistas podemos disfrutar de nuestro equipo). Llega a Anoeta el líder y lo hace entre sensaciones encontradas. Además de la incertidumbre por lo que pueda suceder en la junta de accionistas posterior al partido (y de la que no quiero saber nada hasta, precisamente, después del partido), se junta la ilusión navideña que provoca la recuperación del juego del equipo vista en los dos últimos encuentros (desde que volvió Xabi Prieto; ¿casualidad...?) con el temor al estamento arbitral que ya Lillo ha denunciado sin tapujos. La victoria, en cualquier caso, es imprescindible para que el Salamanca no se escape a distancias practicamente insalvables cuando todavía no se ha llegado a la mitad de la competición.

El técnico realista recupera dos efectivos importantes para esta semana y ve algo aliviada la carga de la enfermería. Sergio y Mikel González vuelven a la lista de 18, aunque el primero parece contar con más opciones de ser titular que el segundo. Sergio reforzará un centro del campo al que también regresará Aranburu, tras cumplir su sanción y en el que no podrá estar Marcos, injustamente sancionado por su imposible expulsión en Albacete. Con Mikel, cuya inclusión en la convocatoria ha sido dudosa hasta última hora (y que Lillo no confirmó en su rueda de prensa del jueves) no hay necesidad alguna de forzar, puesto que Ion Ansotegi y Mikel Labaka han rendido bastante bien y se han entendido a la perfección en los últimos encuentros. Pero está claro que Mikel es el mejor central de la plantilla y había disputado todos los minutos de la competición hasta caer lesionado, lo que le da opciones.

Lillo, como casi siempre, hará cambios y se reservará alguna sorpresa. Durante la semana se ha especulado con la posibilidad de que Markel Bergara juegue como pivote único, lo que no dejaría de ser una sorpresa porque supondría la suplencia de un Diego Rivas que en Albacete jugó probablemente su mejor partido con la camiseta txuri urdin. Xabi Prieto es indiscutible, como también lo es Castillo en la defensa. Gerardo, con opciones nuevamente de entrar en el centro del campo (dependiendo del esquema que coloque el técnico), y Carlos Martínez (que lleva dos semanas sin jugar otra vez; da la impresión de que Lillo confía bastante más en Gerardo que en el canterano) se disputan el lateral derecho. Necati, arriba, seguirá buscando su primer gol. O el primero que le concedan los árbitros. De la anterior convocatoria, y por el regreso de los lesionados, se caen dos jugadores del Sanse, Illarramendi y Esnaola, pero el filial sigue teniendo presencia. Agirretxe y Zurutuza estarán en el banquillo.

La cuestión arbitral vuelve a ser objeto de análisis y comentario. Lillo no dudo en afirmar en su última rueda de prensa que hay algo contra la Real. Que González González fue designado en Albacete para "rematar" al equipo después de todo el perjuicio que le causó en el choque frente al Eibar. Y la designación de este fin de semana viene de nuevo a confirmar esa sensación (eso sí, ya empieza a ser complicado encontrar árbitros que no tengan malos precedentes con la Real). Pita Teixeira Vitienes. El mismo que no dudó en dar por acabado antes de tiempo el partido en Vitoria del año pasado por la invasión de campo de aficionados del Alavés y que en cambio prolongó de forma indecible e inverosímil el encuentro en Anoeta frente al Elche. Además, pitó en Tarragona frente al Nastic, partido en el que expulsó a Víctor López por dos amarillas en la primera mitad y en Anoeta también frente al Alavés, día en el que anuló dos goles legales al equipo txuri urdin. Malos precedentes, sobre todo teniendo en cuenta que este año lleva ocho encuentros pitados y sólo dos victorias locales. Para echarse a temblar... otra vez.

La última visita de un líder a Anoeta es de gratísimo recuerdo. El Málaga llegó en esa posición la temporada pasada y fue derrotado por una espléndida Real. Esta vez el resultado debe repetirse porque, de lo contrario, el Salamanca podría alejarse en once puntos. La inmerecida derrota en Albacete hace imposible que la Real llegue a las Navidades en puestos de ascenso (de los que ahora mismo le separan tres puntos y un golaverage en contra con los equipos que le preceden inalcanzable en un solo encuentro), pero ganar metería ya de lleno al equipo de Lillo en la pelea por los puestos de ascenso. El Hércules-Huesca es el único enfrentamiento directo entre equipos que ahora mismo están por encima de la Real. El Salamanca llega a Anoeta con bajas importantes en ataque, pero con esas mismas bajas ya goleó la semana pasada al Levante (3-0). Si es el líder, será por algo. Cuidado.

Si la estadística arbitral parece preocupante para los intereses de la Real, la del Salamanca en San Sebastián es de la que invita a la tranquilidad (o al nerviosismo por aquello de que las estadísticas están para romperse): el equipo castellano nunca ha ganado en campo de la Real. Han sido 17 los encuentros jugados, 13 de ellos en Primera División. En la máxima categoría, la Real venció en nueve ocasiones (incluyendo la última, en la temporada 98-99, por un contundente 4-0) y empató en cuatro. En Segunda, hasta la temporada pasada había un pleno de victorias del equipo txuri urdin, cuatro de cuatro, aunque había que remontarse hasta la temporada 63-64 para encontrar el último de esos triunfos.

Y digo hasta el año pasado porque el Salamanca consiguió sacar un empate de Anoeta en su última visita, en el no tan lejano mes de mayo de este mismo año. No es descabellado decir que fue en realidad aquel día cuando se escapó el ascenso, aunque en la memoria de todos siempre estará el partido de Vitoria. Ganar al Salamanca hubiera permitido a la Real el lujo de poder perder uno de sus dos partidos restantes. Pero los castellanos empataron. Y eso que el partido comenzó de forma inmejorable, con un gol de Delibasic en el primer minuto de juego. No es que el Salamanca mereciera el empate a pesar del mal partido de la Real, pero sí supo aprovechar uno de los escasos fallos en defensa que tuvo el equipo de Lillo, de esos que se tienen cuando se cree que el partido ya está ganado. Y no lo estaba. No se ganó al final tampoco. Y aquel día, aunque una caída de Martí provocó las iras de la grada, el árbitro no influyó en el resultado. La presión sí. O la mala suerte. Quién sabe. El caso es que la Real no ganó. Y no subió.

1 comentario:

Luis dijo...

Minuto 92.

Que sensación se me había olvidado lo que era ganar en este último minuto


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