Tiempo, al final todo es cuestión de tiempo. Tiempo es lo que necesita Necati para convertirse en el delantero que necesita la Real. Hoy ha demostrado que merece ese tiempo ofreciendo un buen partido, aunque ha estado lejos de marcar su primer gol. Tiempo es lo que necesitaba el equipo de Lillo para ganar otra vez en casa. Y han tenido que pasar cuatro partidos como local sin sumar tres puntos hasta llegar al día de hoy. Tiempo es lo que necesita Lillo para recuperar lesionados y, con ellos, el fútbol que propugna. Estos tres puntos le dan precisamente eso, tiempo. Y tiempo piden a gritos los jugadores del Sanse, porque en la primera plantilla no se terminan de encontrar las soluciones al bache de juego, en el que al margen de cualquier otra consideración sigue inmerso el equipo. Tiempo. Pero con tres puntos en el bolsillo, es mucho más fácil apelar al tiempo.
Han tenido que pasar más de dos meses desde la última victoria en Anoeta, aquel partido magnífico frente al Murcia que casi parece que se jugó en otra temporada. Y bien mirado, este partido con el Huesca como rival ha parecido la continuación de los cuatro anteriores. Desde la segunda parte del Alavés, se ha visto un desarrollo futbolístico muy similar. Xerez, Castellón y Eibar tuvieron cierta facilidad para moverse en ataque, tuvieron sus ocasiones de marcar aunque no demasiadas y la Real opuso un cierto dominio del balón y pocas ocasiones de gol. Partidos igualados todos ellos, aunque quizá el encuentro frente al Castellón fue algo distinto y mucho más inclinado del lado de los alicantinos. ¿Cómo se desatasca esa situación? Los tiros desde fuera del área pueden ser un camino, el que ha dado hoy los tres puntos al conjunto txuri urdin. La Real hoy lo ha intentado bastante y logró el premio con un auténtico golazo de Castillo, el primero que marca con la camiseta txuri urdin.
Y aunque los tres puntos eran esenciales, el partido ha sido malo y también se puede considerar en este sentido prolongación de lo visto en semanas anteriores, tanto en Anoeta como lejos de San Sebastián. Lillo al final optó por una defensa de cuatro y sorprendió bastante al apostar de nuevo por Gerardo, en lugar de un Carlos Martínez que no juega desde hace tres jornadas (a mí se me hace difícil encontrar los motivos, pero seguro que Lillo los tiene). Markel Bergara por delante sigue sin ser la referencia futbolística de la Real, y, sobre todo por la lesión de Elustondo, ocasiones ha tenido sobradas para demostrar algo más. Una lástima que no las esté aprovechando. Aranburu sigue sin ser Aranburu y Marcos no termina de reencontrarse con el Marcos que tanto gustó en los primeros partidos de la temporada. Y si ellos no se entonan, es muy difícil que una Real sin Elustondo, Xabi Prieto y Díaz de Cerio genere el suficiente fútbol como para que ése sea un argumento fiable para la victoria.
Y con este panorama en el centro del campo quien peor lo pasa es el delantero. Necati se fajó en solitario con la defensa oscense e hizo un partido completo, aunque esa soledad impidió que tuviera ocasiones claras de gol. El turco sigue esperando una para enchufarla, pero lo que está claro es que su fútbol crece día a día, baja casi todos los balones que le mandan y genera alternativas. ¿Es lo que esperábamos de él? Todavía no, claro, puesto que queremos a un delantero que marque más de diez goles. Lo tendrá difícil para llegar a esas cifras, pero su crecimiento hace ser optimistas. "Ya sé que no ha metido, pero estoy convencido de que cuando entre una van a entrar muchas más. Pero si no mete y su aportación es de este calibre estamos todos satisfechos", dijo de él Lillo. Y, sin duda, es más fácil dar confianza si se están sumando puntos y si el ascenso se acerca jornada a jornada. Pero lo que está claro es que detrás hay otro delantero que merece confianza, Agirretxe.
La apuesta por el Sanse quizá no sea tan descabellada en estos momentos. Da la sensación de que Lillo quiere proteger a los potrillos y no cargar sobre sus hombros la responsabilidad de sacar adelante este proyecto. Pero poco a poco parece darse cuenta de que las soluciones que no aparecen en el primer equipo (por la baja forma de algún jugador, por la ausencia de demasiados, por lo corta que es la plantilla) pueden aparecer en el Sanse. Zurutuza ha tenido hoy sus primeros minutos con la Real, después de ser uno de los nombres del verano al no contar para el técnico e incluso barajarse su salida del club como cedido. Illarramendi tendrá que esperar otra ocasión y Oskitz ya se ha entrenado con el primer equipo. Ellos son el futuro, pero podrían ser también el presente.
Hoy la Real tenía la necesidad de ganar por encima de todo. Y ha ganado. El fútbol no le ha ofrecido los medios para conseguirlo y se ha producido, hay que decirlo, gracias a la fortuna de una perla futbolística tan hermosa como puntual. El golazo de Castillo (la piña formada por jugadores y técnicos tenía una ausencia muy sentida por todos, la de Iñigo) ha sido la excepción en un partido sin demasiado que destacar. Esa necesidad de sumar los tres puntos la ha evidenciado Lillo con los cambios. Con el 0-0, el técnico ha metido un segundo delantero (Agirretxe) y ha sacrificado un centrocampista (Moha). Con el 1-0, se fue un delantero (Necati, cojeando por cierto; que no sea nada porque ya sería lo que nos faltaba...) y entró un centrocampista (Zurutuza). Y en los instantes finales se marchó otro centrocampista (Estrada) y entró un mediocentro (Rivas) para formar un trivote. La apuesta por amarrar el resultado esta vez fue suficiente y los tres puntos se quedaron en Anoeta.
"Una primera mitad de sopor", admitió Lillo que había visto. "Se puede estar mal, pero emocionalmente plano no", añadió para mostrar el descontento con las prestaciones del equipo. La mejora de la segunda parte fue evidente, aunque sin alcanzar cotas notables. El técnico destacó que el 1-0 liberó bastante a la Real. Y puede que tenga razón, que este equipo necesite abundantes dosis de moral para superar todos los duros golpes que se ha llevado desde la lesión de Xabi Prieto. Esta victoria debe ser una inyección de moral, entre otras cosas porque este partido era un claro 0-0 que rompió un golazo. Quizá a los puntos mereció ganar la Real, pero se vio muy poco en el campo y Lillo lo sabe.
Todo lo acontecido durante esta temporada, por mucho que algunos no se den cuenta de que lo importante está sobre el césped, pesa menos que lo que uno ve en la clasificación. La Real se coloca octava con 19 puntos. Está a tan solo tres del ascenso (dos menos que antes de que comenzara el encuentro) y a sólo cuatro del liderato, que ahora está en manos del Xerez. Después de todo lo que le ha pasado este equipo, ¿tan catastrófica es la situación? La respuesta es obvia: no. El horizonte plantea dos retos importantes. La prueba de Vigo será muy interesante, máxime cuando el Celta parece haber despertado y se ha colocado con 18 puntos, uno por detrás de la Real. Y después vendrá a Anoeta el Alicante, otro recién ascendido. En los últimos cuatro partidos, el equipo de Lillo ha recuperado la media inglesa (ocho puntos de doce posibles). Al menos mantenerla en los dos próximos sería un golpe de moral tan importante como empezar a vaciar la enfermería antes de Navidad. El tiempo ahora mismo es nuestro. Hay que aprovecharlo.
4 comentarios:
Muchas gracias, de verdad, muchas gracias.
Nos hacia falta señores, esta victoria.
Sigo diciendo lo mismo, mal juego y victorias, bienvenidas sean.
Ahora a por el Celta.
PD. Ya "son txuriurdines", Juan el premio de cronista lo ganas de calle.
El partido fue bastante flojo, casi sin ocasiones. Impresionante el golazo de Castillo, a Necati se le vieron detalles interesantes y Marcos en la 2ª parte no estuvo mal, la defensa me gusto sobre todo Mikel Gonzalez. Markel y Estrada bastante flojos, necesitamos a Elustondo y Prieto ya.
El Huesca noto las bajas y casi no inquieto a Bravo.
Al final mas de 600 de Huesca que animamos mucho, Anoeta parece un funeral, nadie anima a la real y creo que como esta el equipo necesita mucho el animo de su gente.
El partido fue aburrido, malo, pero en la Segunda disión jugar bonito es lo de menos, hay que ganar, y ayer se hizo. Y menudo golazo el de Castillo.
Tirar del Sanse va a ser casi obligatorio. Los partidos pesan y como dices, la ausencia de algunos jugadores y el bajo rendimiento de otros, va a motivar tener que meter nuevos jugadores. Seguro que lo harán bien.
Cómo cambia todo con una victoria.
Saludos!
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