lunes, noviembre 10, 2008

Que no sea ésta su última imagen de txuri urdin

Hace sólo una semana estuve pensando escribir sobre Díaz de Cerio. Quería pedirle directamente que renovara por la Real. Porque casi todo el mundo parecía estar convencido de que no va a seguir en este equipo. Porque pocas veces vamos a encontrar un jugador más comprometido con este equipo, de nuestra cantera y que haya que tenido que pasar por tantos problemas para llegar a la primera plantilla y a la titularidad. Porque es un jugador de esos que tarda en ganarse el reconocimiento que merece desde el principio y ahora, por fin, lo tiene. No escribí entonces esta petición, tan fundamentada en lo futbolístico como en lo sentimental, por dos motivos. Primero, porque podía sonar oportunista después de marcar el gol de la victoria en Tarragona en el minuto 91. Y segundo porque no quiero interferir en asuntos internos del club que algunos sólo tratan para generar polémica.

Hoy tengo que hablar de la situación contractual de Iñigo Díaz de Cerio. Pero hoy el signo de lo que escribo es muy distinto y está teñido por una tristeza infinita por lo que vimos el sábado. Hoy a Iñigo sólo le puede hablar para decirle lo que sentimos todos los realistas, para desearle que se recupere lo más pronto posible, para asegurarle que llevo dos noches sin dormir bien porque todavía tengo en la retina la cruda imagen de su pierna quebrada, para garantizarle que no nos vamos a olvidar de él, por larga que pueda ser su ausencia. Pero a quien me dirijo hoy es al Consejo que preside Iñaki Badiola. Quiero pedirle que haga lo posible y lo imposible para que la imagen de Iñigo saliendo en camilla de Anoeta del pasado sábado no sea la última que tengamos de nuestro delantero con la camiseta txuri urdin.

Sé que Badiola le presentó en su día una oferta de renovación que, según se ha publicado, sigue en pie tras la lesión. Sé que Díaz de Cerio es uno de los jugadores que más molesto se ha mostrado en público con la gestión del Consejo. Sé que muchos ya dan por hecho que en breve habrá un nuevo Consejo, incluso hablan como si Badiola ya no estuviera en la Real (yo no seré tan irrespetuoso con la elección vigente de los accionistas, hasta que en una asamblea digan lo contrario). Pero a mí lo que me preocupa, y lo he dicho ya en muchas ocasiones, es lo que veo en el campo semana tras semana. Y me resisto a creer que esa triste imagen sea la última que tenga de Iñigo Díaz de Cerio en la Real. No quiero creerlo. Y sé que es posible que sea así, puesto que el 9 realista (por fin era el 9 de verdad) termina contrato el próximo 30 de junio y en poco más de mes y medio puede firmar ya con cualquier otro equipo.

La alternativa en el primer equipo se la dio Gonzalo Arconada en el Vicente Calderón. Yo estaba allí. Sólo fueron cinco minutos para un debut tardío. Tenía ya 22 años cuando defendió por primera vez a la Real. Arconada le dio dos partidos más, pero Bakero no le sacó ni una sola vez en la temporada de su estreno en Primera, y no tuvo demasiada fe en él durante su breve estancia en el banquillo txuri urdin la campaña siguiente. Marcó su primer gol ante el Sevilla, en Anoeta, y yo también estaba allí. Salió en el minuto 78 y marcó en el 91. Un gol inútil, puesto que se perdió 1-3. Ese fue uno de los estigmas contra los que tuvo que luchar Iñigo: que sus goles no servían para sumar puntos. Otro, que necesitaba cinco ocasiones para meter una. Y el más importante, que nadie le veía como delantero titular de la Real. Lotina llegó incluso a preferir a Herrera, de largo uno de los peores jugadores que jamás han vestido la camiseta txuri urdin.

Contra todo esto ha tenido que luchar Iñigo. Y la pasada temporada, en la que tampoco era un fijo en la primera vuelta para Chris Coleman, acabó convenciendo por fin a todos. Por fin. Mientras el llamado a ser el goleador de este equipo, Delibasic, anotó seis tantos, Iñigo marcó 16. Todos menos el de Soria y el de Vitoria sirvieron para sumar puntos. Se había ganado por fin el derecho a llevar el 9 a la espalda, y así empezó esta segunda temporada en el infierno de Segunda. Con el 9. El goleador era él. Y ya llevaba cuatro goles, mejorando con creces sus cifras de la pasada temporada a estas alturas.

¿Fue el sábado la última vez que le hemos visto vestido de txuri urdin? Mantendré la ilusión por volver a verle con la camiseta de la Real hasta que alguien me diga lo contrario. Porque Iñigo va a ser todavía mejor jugador cuando vuelva. Y ojalá lo haga en Anoeta.

4 comentarios:

PatiodeCaballos dijo...

Completamente de acuerdo contigo, IñiGol es el jugador mas importente de la real, poco valorado por mucha gente, deberia de renovarsele como fuera, el es Txuri-Urdin, y debe de seguir vistiendo esta camiseta. Muchos pagariamos por vestirla. Animo Iñigo, y te esperamos muchos años en Anoeta.

cityground dijo...

Totalmente de acuerdo, ojala lo veamos otra vez de realista. Es un tío que no le han regalado nada, debuto ya con 22 años a pesar de sus grandes números en 2ª B, y pocos entrenadores han confiado en el pero luchando mucho logro hacerse con el puesto de titular.

J. Urrutia dijo...

La próxima temporada le veo en San Mamés...El Athletic necesita un tipo con el gol en la sangre, y este es de esos...

La Real en pleno concurso de acreedores. Los administradores aceptarán la oferta de la directiva rojiblanca...

Saludos...

txarung dijo...

Es medio rojiblanco ... todos lo sabemos