Lo hice el año pasado, lo hago éste y espero hacerlo muchos años más. La derrota del Villarreal el sábado ante el Valladolid acaba con la imbatibilidad del último equipo que no había perdido ningún partido esta temporada en la Primera División. La historia de la Real, aunque ahora muchos no tengan fuerzas ni para recordarla, es prodigiosa, está llena de hitos, y el récord de imbatibilidad de 32 partidos es sin duda uno de los más grandes. No dio un título de Liga, aunque se mereciera más que ningún otro, pero fue el inicio de los mejores años de la Historia de este club, los más gloriosos, los que todos recordamos incluso sin haberlos vivido en persona, los que nos llenan de orgullo y los que animan a seguir adelante, olvidar estos oscuros tiempos y pensar en un futuro mejor.
El año pasado hubo que esperar mucho menos. Para finales de octubre, todos los equipos habían perdido ya algún partido. Este año, la pequeña celebración se ha hecho de rogar, pero ha llegado. Como siempre ha llegado hasta ahora. El Villarreal se ha quedado en once encuentros sin perder. Muy lejos de los 32 de aquella Real de Arconada, Kortabarria, Zamora, López Ufarte, Satrústegui y compañía. Aquellos mitos vestidos de txuri urdin lograron una marca antológica que va cobrando más y más valor con el paso de los años. Ya son nada menos 29 temporadas sin que nadie haya sigo capaz de superar aquel registro. El récord es de la Real. Y el recuerdo hermoso. Eso no nos lo quita ni la Ley Concursal, ni el cainismo en el que vivimos, ni tan siquiera estar en Segunda División. Y aunque sólo sea por ese recuerdo, cada día tengo más claro que los buenos tiempos volverán. Ya lo creo que volverán.
1 comentario:
Ese record permanecerá mucho tiempo, es una marca impresionante, lastima que no se ganara la liga esa temporada pero el gol de Zamora al año siguiente hizo justicia.
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