jueves, noviembre 13, 2008

¿Derbis? No, gracias...

"Éramos dos, ya somos tres, ya sólo falta el Alavés". Era uno de esos cánticos que se escuchaban en todos los campos vascos, también en Atotxa, cuando el Osasuna subió a Primera División allá por 1980. Entonces los derbis eran partidos hermosos, bonitos, entrañables, jornadas de hermandad y compañerismo por encima del resultado final o del juego de los equipos. Pero los últimos años, y sin que tenga por qué mediar mala fe o animadversión hacia la Real, los derbis son un reguero de malas noticias para nuestro equipo. No es esto un ataque a ningún otro equipo, sólo la constatación de que muchos días tristes para el equipo txuri urdin, muchas de las jornadas malditas, muchos de los malos recuerdos recientes han acontecido precisamente en derbis.

Cuando piensa en los derbis frente al Athletic de los últimos tiempos, le viene a la memoria el último. Aquella mano de Aduriz que un mal árbitro convirtió en penalti contra la Real supuso empezar la Liga con empate. ¿Hubiera descendido la Real de no tener esa ansiedad por la primera victoria que no llegó hasta el tramo final de la primera vuelta? Quién sabe. También podemos recordar que la primera derrota de la temporada del subcampeonato llegó en San Mamés, nada menos que en la jornada 20, y en un partido en el que se reclamaron sin suerte un puñado de penaltis, muchos de ellos de Aitor Ocio a Darko. O podríamos recordar los cánticos de "a Segunda, a Segunda" que en alguna ocasión nos dedicó el público bilbaíno. O aquel día en el que escupieron a Toshack, en su tercera etapa en el banquillo txuri urdin. Malos recuerdos. Muchos. Demasiados.

El último enfrentamiento contra Osasuna fue el que nos mandó a Segunda División. No fue aquel el día que bajó la Real, puesto que eso sucedió en Valencia, pero a tres jornadas del final era imprescindible ganar en el Reyno de Navarra. Después comprobamos que no hubiera bastado ni con las dos victorias que no llegaron ante Rácing (¡maldito penalti de Savio!) y Valencia. Había que ganar en Pamplona. Y el que ganó fue Osasuna, después de una semana de habladurías, en las que muchos quisieron acusar a priori a los rojillos de dejarse perderse y después guardaron un cobarde silencio. Con la afición del Osasuna incrédula y deseosa en muchos casos de que fuera su propio equipo el derrotado, era el mismo conjunto que la Real dejó en Primera siete años antes con su derrota en Anoeta el que dictaba la sentencia casi definitiva. Y cuentan las malas lenguas, agravando la leyenda, que algún maletín llegó al estadio pamplonica.

¿El Alavés? ¿Realmente hay que explicar los infaustos recuerdos que supondrá ya para siempre el partido de Vitoria de la temporada 2007-2008? ¿Cómo aquellos dos dramáticos minutos en el descuento convirtieron a la Real, que ya soñaba en Primera, en carne otra vez de Segunda División? Vitoria será siempre una ciudad de pesadilla para este equipo. Aunque aquel día la corrección fue absoluta desde la grada, también tenemos experiencia en deseos poco fraternales de descenso cuando las cosas iban mal dadas en Primera. Y eso que todo el mundo recuerda todavía a De Pedro pidiendo perdón por un gol que amenazaba la permanencia en la categoría de honor del Alavés (¿por qué nadie recordará que los dos goles alavesistas de aquel día fueron ilegales y sí el gesto del realista...?). Esta misma temporada, la visita a Anoeta del Alavés fue uno de los ya demasiados encuentros en los que el árbitro perjudicó a la Real, impidiendo la victoria y siquiera una simbólica vendetta por aquel triste día de junio de 2008 que nunca podremos olvidar.

Y ahora también el Eibar, el derbi guipuzcoano, nos deja malos recuerdos. Si ya el primer encuentro en Anoeta contra los armeros fue duro de digerir (aquel empate con un equipo convenido costó dos puntos que podrían haber bastado para que la Real estuviera hoy en Primera, y además con dos claros penaltis no señalados a favor del equipo txuri urdin), el del pasado sábado es la puntilla. La lesión de Iñigo Díaz de Cerio la estaremos lamentando durante meses. El bochorno de los incidentes del final, iniciados por la desastrosa actuación del árbitro, y a pesar de que no tendrá demasiadas consecuencias graves para la Real, seguramente estará en nuestra memoria durante años. Iñigo decía que no quiere volver a ver esas imágenes. Yo todavía las veo y sumo esa tragedia a la negra historia reciente de los derbis vascos.

Hace no tanto tiempo, el sorteo del calendario era ilusionante. Uno buscaba siempre las fechas de los derbis y también las de los partidos contra los grandes, Madrid y Barcelona. Los segundos forman parte ahora mismo de la Historia de este club por este infierno de Segunda que estamos padeciendo. Los primeros ya no me ilusionan, sino que me dan miedo. Tiemblo de pensar que quedan todavía dos derbis más esta temporada, y algún malicioso me ha sugerido ya la posibilidad de que el año que viene tengamos cinco o seis derbis en Segunda... o ninguno en Primera. De momento, e pasaré las semanas previas a los dos que restan esta campaña tocando madera, no vaya a ser que traigan más consecuencias negativas para la Real. ¿Derbis? No gracias, ahora por lo menos no...

2 comentarios:

PatiodeCaballos dijo...

Completamente de acuerdo contigo, el Osasuna no se acordo, que si pudo jugar la champions y la Uefa fue gracias a que la real le regaló tres puntos para que se mantuviera en primera. Lo mismo que al Alaves, lo que pasa es que el Alaves se jugaba el descenso a 2ªB y su posible desaparición, por lo que les "perdono". El Atletic, siempre ha querido que la real estuviese en segunda para llevarse a los jugadores que quisieran. Aunque ellos nos han hecho un favor, la 2º liga de la real, que la real devolvío al año siguiente.
Creo y lo he dicho algunas veces, que los clubes vascos deberian de pactar al principio de temporada, tanto en 1ª como en 2ª que los derbis los ganara siempre el de casa, así se repartirian los puntos igual entre todos, y no volarian puntos como los que no se suman cuando se empatan.

Rubén dijo...

Es una pena que los derbis, ésos partidos tan bonitos, hayan descarrilado en lo que son ahora, pura rivalidad sucia y rencorosa. Pero el fútbol está en total decadencia, éso no lo podemos obviar.

Me parece a mí que el año que viene va a haber muchos, muchísimos derbis a lo largo de la temporada. Si como parece, bajan tanto Athletic como Osasuna y como parece también, van a intentar por todos los medios que la Real no suba, se consumará el declibe del fútbol vasco. Real, Athletic, Eibar, Osasuna y Alavés, ahí es nada.

Un abrazo!