La primera victoria de la Real fuera de casa ha llegado cuando más se necesitaba. Y ha llegado tras un partido como poco curioso. Cuando más mereció el equipo txuri urdin coger una ventaja holgada en el marcador, por juego que no por ocasiones claras, no se consiguió. Y en el tramo final, cuando más apretó el Nastic, fue cuando se logró la victoria. Con un gol en el descuento. Por fin con un poco de suerte. Por fin. Una suerte merecida ya después de tantas desgracias como ha vivido la Real esta temporada. Díaz de Cerio, otra vez, ha ejercido el papel de líder de este equipo con un tanto en el minuto 92. Un partido raro, que debió acabar 0-1, que pudo haber acabado 2-1 a favor del Nastic pero que al final acabó 1-2. Así es el fútbol. Hoy se ha disfrutado a ratos, se ha pasado mal en el tramo final y la sonrisa con la que hemos acabado compensa el sufrimiento.
Sorprendió Lillo con la alineación, dando la alternativa liguera a Dramé en una defensa de tres, junto a un Labaka que estuvo muy bien y un Mikel González que parece algo más perdido cuando no es el jefe de la zaga. Tras un arranque entusiasta del Nastic sin apenas llegadas de peligro, la Real cogió el dominio del centro del campo. Sin grandes alardes, sin que Aranburu dominara el juego y sin que Rivas se convirtiera en el coloso que debe de ser en Segunda. Había espacios muy abiertos en el centro del campo, y el Nastic parecía sacar más provecho. Pero poco a poco la Real fue creciendo y provocando situaciones de peligro, que no ocasiones claras, que de eso el partido escaseó en las dos áreas.
Y entonces llegó el gol de Moha. El marroquí se estrenó como goleador con la camiseta txuri urdin (hoy, por primera vez fuera de casa, realmente de txuri urdin; los supersticiosos van a odiar la camiseta verde y amarilla...) con un auténtico golazo, un empalme al borde del área de un despeje que caía llovido y que colocó junto al palo, a la izquierda del meta local y botando justo delante de sus narices. Gran gol, en el momento preciso. Cobrar ventaja en el marcador tranquilizó mucho el juego de la Real, y el equipo de Lillo disfrutó de sus mejores minutos hasta que el árbitro envió a los equipos a los vestuarios. En la segunda parte cambió algo la decoración en favor del equipo local, pero aunque el balón rondaba el área realista Bravo apenas tuvo que intervenir.
El dominio del Nastic de la segunda parte, sobre todo del tramo final, se ha debido al empuje tarraconense, a la pérdida de tono realista en el centro del campo (los cambios no le suelen sentar bien al equipo y eso sí hay que evaluarlo) y a un tercer detalle más, uno del que nadie va a escribir muchas líneas mañana en la prensa, uno que a mí me sigue mosqueando porque ya no parecen excepciones: el arbitraje. El tinte casero se vio, sobre todo, en los segundos 45 minutos, cuando bombardeó a la Real con faltas al borde de su propia área, algunas provocaron rostros de asombro en los propios jugadores del Nastic, otra costó una tarjeta amarilla a Dramé por protestar. Otra costó el gol, auqnue luego llegara por medio de un magnífico libre directo de Moisés. La falta de Aranburu sólo la vio el colegiado. "Lo que nos faltaba", dijo Lillo tras el partido cuando le confirmaron que no había infracción alguna. Mikel González apuntaba la clave de estas decisiones del árbitro, al explicar que "lo que hace es no dejarte salir". Son ya muchos los errores en contra de la Real este año y la ingenuidad se acaba.
Cuando casi nadie esperaba que el marcador se moviera, llegó la jugada crucial. Díaz de Cerio, que parecía ya muy desesperado (él mismo lo confesó tras el encuentro), engancha un balón al borde del área y lo pone junto al palo, rasito, colocado, dejando al portero congelado. Este balón lo pelea Agirretxe, como antes el propio De Cerio con su pelea había provocado el rechace que acabó en el gol de Moha. Esta delantera nacida en Zubieta vale su peso en oro y eso hay que aprovecharlo. Porque tenemos una buena generación que hay que valorar en su justa medida. Los Carlos Martínez, Castillo, Markel (hoy no ha jugado), Díaz de Cerio y Agirretxe son la auténtica Real que todos queremos.
La Real mereció ganar los partidos frente Alavés y Xerez en Anoeta, y debió salir de Alicante con los tres puntos pero el árbitro lo impidió. Hoy es bastante probable que el Nastic se sienta acreedor al menos al empate, pero el tópico es cierto: el fútbol es así. Hoy la suerte ha sonreído, y la Real se merecía un desenlace feliz como éste. Se rompe una dolorosa racha de seis semanas sin ganar, y el salto en la clasificación puede ser importante. Hoy la Real duerme a tres puntos de los puestos de ascenso, tras la derrota del Zaragoza. Y sobre todo nos deja, por fin, con una sonrisa en los labios. Hoy no importa si la victoria ha sido merecida o no. Hoy lo que importa es que hay victoria. Tres puntos de oro. Y ojalá sea el espaldarazo que necesita este equipo para atacar los puestos de arriba. Ojalá. Hoy había que ganar. Y se ha ganado. A celebrarlo y a seguir.
3 comentarios:
Por fin una alegría, como dices hoy había que ganar como fuera y ganar en el descuento aun sabe mejor porque normalmente a la Real le pasa al reves.
Tres puntos para coger confianza y ya jugaremos mejor otro día.
¿que tal el debut de drame en liga?, me gusto que sacara a Aguirreche unos minutos.
Ademas gano el Huesca, así que jornada completa.
Cityground, a Dramé le he visto bastante correcto, bien acoplado con la defensa. No es fácil entrar en una línea de tres y fuera de casa. Se ha entendido bien con Castillo, que es el lateral adelantado más cercano que tenía. Tiene buena anticipación y es muy intuitivo. Pero con el balón en los pies se le ve limitado. De hecho, ha tenido un par de despejes que parecían sencillos de sacar a un compañero y los ha despejado fuera con un patadón. Pero hoy ha aprobado.
Bueno, vamos pa'lante. No fue un partido bonito, pero ahora no importa.
Lo que no me gusta es jugar con 5 atrás. Se pierde fuerza arriba y queda demostrado en que no tuvimos excesivas opciones de gol.
Quiero ver más a Necati. Más que nada, porque después de Navidad, lo más seguro es que tenga que ser titular si Díaz de Cerio se va.
Un saludo!
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