Desde la pretemporada, si hay algo que hemos oído hasta la saciedad es que la plantilla de la Real es corta. Y ahora, en esta mala racha, es el argumento más recurrente. A mí, en cambio, esa justificación me rechina a estas alturas de la temporada. Que pueda ser una explicación (de los técnicos y de la prensa) al final de la temporada, lo podría encontrar más razonable. ¿Pero ahora? ¿Con sólo nueve partidos de Liga disputados? ¿Hacen falta de verdad 27 jugadores para jugar nueve partidos con garantías? Yo, desde luego, no lo creo. Y es más. Es que no hay gran diferencia entre el número de efectivos que ha saltado al campo esta temporada y en campañas precedentes. Luego es un argumento falso, una ilusión sobre la que se está jugando. Que puede pasar factura a largo plazo, sin duda, pero que a día de hoy no puede servir para explicar nada.
Esta temporada 2008-2009 son 19 los jugadores del primer equipo que ya han dispuestos de minutos en Liga. Todos han saltado al campo salvo Dramé, que todavía no ha debutado en el torneo liguero (sí lo ha hecho en Copa del Rey). Y hay que añadir a dos jugadores del Sanse, Sio y Agirretxe, que ya han disputado encuentros de Segunda. En total, 21 jugadores, 19 de campo y los dos porteros. El año pasado, a estas mismas alturas del campeonato, eran 20 los hombres que habían disputado algún minuto, 19 de campo y sólo un portero, Asier Riesgo, que jugó toda la temporada. Por contra, eran tres los jugadores del Sanse que habían debutado hasta la jornada 9: Sarasola, Viguera y el propio Agirretxe. No hay mucha diferencia hasta aquí, ¿verdad? Pues la comparación arroja más conclusiones.
Lillo ha dado 90 minutos o menos a sólo tres jugadores, Ansotegi (90), Agirretxe (22) y Sio (8). Todos los demás han jugado en torno a los 200 minutos o más, es decir, más de tres partidos completos, un tercio de los minutos disputados. La pasada temporada, en los nueve primeros encuentros, con Coleman en el banquillo, eran nada menos que siete los jugadores que habían tenido la testimonial presencia de haber disputado menos de 90 minutos y otros dos los que superaban esa cifra por muy poco (Mikel González con 96 y Markel con 94). ¿Dio algún valor añadido a la plantilla que no exista esta temporada la presencia de Agirretxe en tres minutos contra el Poli Ejido? ¿La de Viguera en 13 minutos ante Las Palmas y Elche? ¿La de Novo durante media hora ante el Sporting? ¿La de Skoubo en 38 minutos repartidos en tres partidos? La respuesta es obvia: no.
Hay una gran diferencia en las lesiones que ha sufrido la plantilla, por supuesto, aunque mucho más en la calidad que en la cantidad. Xabi Prieto y Elustondo cumplen ya un mes de baja y hoy se han conocido malas noticas: es posible que ambos estén alejados de los terrenos de juego otras cuatro semanas más. Pero la pasada temporada el equipo también sufrió contratiempos de este estilo. Markel Bergara estuvo de baja. Delibasic se perdió dos de los nueve primeros encuentros. Carlos Martínez se lesionó en la segunda jornada frente al Eibar y no volvió a jugar más en este tramo de la temporada. Vaughan, además de perderse el primer partido por su tardía incorporación a la plantilla, todavía arrastraba molestías, lo que obligaba a que fuera uno de los tres cambios en todos los partidos. Y qué decir de Skoubo, el eterno lesionado de la Real de las dos últimas campañas. Pero todo eso no disparó el número de jugadores utilizados en estos nueve partidos.
Llevando ya la situación hasta el extremo, es que en realidad es prácticamente imposible hacer debutar a 25 o más jugadores en apenas nueve jornadas, y nunca se ha hecho en temporadas precedente. ¿Sabéis cuántos jugadores había empleado la Real subcampeona de la 2002-2003 a estas alturas? 18, siendo uno de ellos el potrillo Llorente. Kovacevic, Aranburu o De Pedro, tres titulares indiscutibles aquel año, no disputaron, por unas u otras causas, todos y cada uno de los nueve primeros partidos. Y aún así, el abanico estaba reducido a 18 jugadores. ¿Sabéis cuántos había empleado el equipo txuri urdin que ganó la Liga de la campaña 1980-1981? Apenas 15. Y uno era José Mari Bakero, que debutó con el primer equipo en la primera jornada. Y para quien crea que el once era siempre el mismo, el que todos nos sabemos de carrerilla, hay que recordar que López Ufarte no fue titular hasta la jornada 7 por una enfermedad renal. O que el central titular al inicio era Gajate y no Górriz.
Pero, claro, entonces no hacían falta plantillas de 27 jugadores. En realidad ahora tampoco, pero es el problema de tener que buscar una explicación lógica a todo en todos los momentos de la competición. Antes, como ahora, lo que hacía falta es una plantilla comprometida, un entrenador convencido y un poco de suerte. Y ya que estamos, unos arbitrajes que no quiten lo que se consiga en el campo, porque según van pasando los días se publicitan más errores en contra de la Real en el partido frente al Castellón (el día del encuentro, silencio absoluto sobre este tema -¿por qué?-; un día después se dice que el segundo tanto visitante es en fuera de juego; y dos días después, que a Necati le anulan una jugada de gol legal). Lo que yo tengo claro es que, ahora mismo, la extensión de la plantilla no sirve como explicación. A final de temporada igual sí, pero si no se da con la solución ahora, el final de temporada puede dar igual. Habrá que seguir buscándola para poder ganar en Tarragona.
1 comentario:
Saludos, Juan. Hace tiempo que no escribo por aquí. Hay cosillas actualmente que me mantienen alejado de internet. La verdad es que lo de la Real me recuerda un poco a e primer año del Málaga en segunda (un inicio ilusionante y luego cuesta abajo paulatinamente acumulando empates y alguna derrota y sn victorias). Seguramente la situación económica tenga mucho que ver en esto, y la falta de recursos.
La solución ese año la aportó lo más importante que puede tener un club de fútbol: la afición. La gente llenó el campo un domingo tras otro y con su apoyo incondicional se consiguió salvar a un equipo que olía a desaparición una vez más.
Espero que la Real reaccione. Un histórico de nuestro fútbol en época de horas bajas que debe volver a donde se merece. Mucha suerte.
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