La Real somos sus aficionados. Siempre lo hemos sido, pero esa afirmación cobra cada día una dimensión más grande y hermosa, aupada además por toda la ponzoña que rodea ahora mismo a este equipo. Ver a medio centenar de realistas en Girona, calándose hasta los huesos en un estadio que jamás pensaron que visitarían en Liga, es una imagen emocionante. Todos y cada uno de ellos es la Real. Muchos realistas se pueden (nos podemos) sentir identificados. Porque muchos peregrinamos a Vigo para ver a la Real ganar su tercera Liga y nos volvimos a casa con la tristeza de comprobar que esa alegría no se iba a producir. Muchos fueron en su día a Gijón y consiguieron ver ese sueño hecho realidad. Pero es que incluso somos muchos los que fuimos a Valencia, no para ver un éxito, no ya a ver el milagro de la permanencia en Primera División, sino para dejar claro a todo el mundo que nosotros somos la Real, y lo vamos a ser siempre, sin importar lo oscuro que sea el futuro.
Ayer decía algo parecido Iñigo Díaz de Cerio en una entrevista publicada en El Diario Vasco. "Es nuestra responsabilidad conseguir, como el año pasado, que cada vez venga más gente a vernos, aunque siempre hay 15.000 entusiastas seguidores que nunca nos van a fallar, que siempre van a estar ahí. Hay que remarcar la actitud de esta afición, de aquellos txuri urdin que nunca fallan. Como los que estuvieron en Girona calándose, apoyando sin cesar. Eso el vestuario nunca lo olvida. (...) Mira, soy de esos 15.000 aficionados que nunca fallarán, que siempre irán a Anoeta. No es que siempre vaya a ser de la Real, es que ni siquiera lo he elegido. Es así y punto", decía. ¿Éste es el jugador que, según algunos, probablemente los mismos que lo dijeron de Xabi Prieto, ya ha firmado con el Athletic?
Y es que la Real somos esas personas que nunca vamos a dejar de lado a este equipo. La gente es la Real. Los presidentes pasan. Los entrenadores y los jugadores, por mucho que nos ilusionen, también acabarán dejando la Real algún día. Y si todos ellos, protagonistas activos de la casi centenaria Historia de este club, qué voy a decir de la prensa. Lo pienso y en realidad es mucho lo que habría que decir de los medios de comunicación que siguen a la Real, porque empiezo a pensar que sin las polémicas interesadas que monta la prensa en torno a este equipo, quizá hoy no estaríamos en la penosa y patética situación en la que nos hallamos. Me resulta triste arremeter contra mi propia profesión, pero la espiral esquizofrénica en la que estamos inmersos obliga a reclamar un freno. Si ya no por cariño a la Real, que sea el menos por una ética que parece haber desaparecido hace ya demasiado tiempo.
Si hoy uno lee El Diario Vasco, leerá que los administradores han rechazado el plan de viabilidad elaborado por Iñaki Badiola y su equipo, y eso servirá para trazar comparaciones con equipos que han sido devorados por la exigencia del fútbol español en situaciones al parecer similares. Si uno lee Mundo Deportivo, lo que leerá, en cambio, es que dicho plan de viabilidad no ha podido ser rechazado porque ni siquiera ha sido entregado. Es obvio que al menos uno de los dos miente. Y el juego diario de descubrir quién es el mentiroso ya me ha cansado. Saber qué está sucediendo dentro de la Real parece ya una quimera. La información ha desaparecido y ha dejado su lugar a la manipulación interesada. Hoy lo que se pretende no es informar al lector, a ese realista que se hace cientos de kilómetros para ver a su equipo bajo la lluvia. Hoy lo que se intenta, ya sin descaro, es la adhesión incondicional a la causa. Y todo vale. Ya estoy harto de todos esos realistas que proclaman serlo cuando sólo buscan su propio interés.
2 comentarios:
...beti Erreala, tambien desde Roma!
Gran artículo, me encanta como escribes de la Real, pues si esos son la Real, los que nunca abandonan al equipo, los que van a Girona, los que vendrán a Huesca, etc... uno esta orgulloso de ser del mismo equipo que ellos.
Todo lo demás que rodea a la Real es muy triste, lo de la prensa me tiene asqueado, como dices alguien miente y con mala fe.
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