Muchas veces me he preguntado si quienes formamos la Real Sociedad (jugadores, técnicos, directivos, trabajadores, seguidores, periodistas y cualquier otra persona que sienta algo por este equipo) tenemos claro qué está en juego en estos tristes momentos. Con ser algo imprescindible, no nos estamos jugando el ascenso a Primera, no. Tampoco la supervivencia económica de la entidad, por mucho que nos digan que hay una deuda terrible que amenaza con convertir al club en un recuerdo del pasado. Ni mucho menos nuestro sustento y el de los nuestros, aunque hay decenas de personas que van a quedarse sin trabajo por culpa de esta vorágine destructiva en la que vive la Real. Pero no es nada de eso lo que está realmente sobre la mesa. Lo que está en juego en este momento crítico de la Historia de la Real Sociedad es algo mucho más sencillo pero al mismo tiempo mucho más vital y necesario. Lo que está en juego es la ilusión.
Ser de la Real nunca ha tenido nada que ver con ganar o perder partidos (pensar ya en títulos es casi grotesco hoy en día). A los realistas nos bastaba con ver a once jugadores con la camiseta txuri urdin saltar a un campo de fútbol, fuera Atotxa, Anoeta o cualquier otro. Nos conformábamos con alguna pequeña alegría de vez en cuando, una clasificación para competición europea, una victoria ante el Madrid o el Barça, un derby del que salir victoriosos, una goleada que nos llevara a otros tiempos. La ilusión era simple y llanamente ver a la Real. Ver a sus jugadores en el hotel de concentración, por las calles en San Sebastián, entrenando en Zubieta o en cualquier otro sitio. Que esos jugadores nos firmaran un autógrafo, que se hicieran una foto con nosotros. Y, al final, que saltaran a un terreno de juego para defender a muerte el escudo que tanto nos ha hecho disfrutar, reír y también llorar. El que llevamos en el corazón. Eso era la Real.
La derrota de ayer ante el Castellón confirma que la ilusión está en peligro, y no precisamente por haber perdido un simple partido por 2-3. Ni siquiera porque fuera un encuentro de Segunda frente al Castellón. Todo esto va mucho más allá. Hasta dos realistas me han dicho que pasó por su cabeza la idea de dejar de ser de la Real, de no volver a Anoeta. Han perdido la ilusión por la Real o al menos están camino de perderla por completo. Y lo peor de todo es que les entiendo perfectamente. Esto no tiene nada que ver con lo que pasó ayer ante el Castellón, no. Es una herida mucho más profunda. Una herida de años. Un ataque directo a la ilusión que siempre nos ha despertado a todos ver a la Real. Un ataque a veces orquestado, a veces casual, pero siempre potente, incisivo, casi mortal. José Luis Orbegozo dijo, a mediados de los años 80, cuando dejó la Presidencia del club, que la Real estaba herida con un rejón de muerte. No quiero ni pensar lo que podría decir ahora mismo. Porque la ilusión se está perdiendo. Y eso es lo único que realmente puede acabar matando a la Real.
Quizá la próxima vez que los jugadores salten al campo debieran tener presente que la ilusión de quienes les apoyan está empezando a morir. Quizá la próxima vez que un aficionado quiera silbar al equipo debiera pensar que hasta ahora siempre les había dado otra oportunidad, y casi siempre había respondido. Quizá la próxima vez que un periodista quiera iniciar una cruzada interesada, injustificada o dañina se le ocurrirá pensar antes en las consecuencias que en los beneficios. Y sólo entonces, quizá la pelota quiera entrar en la portería rival y nos conceda la oportunidad de cantar un gol que sirva para algo. Entonces la Real volverá a ganar. Y entonces volverá la ilusión. Porque eso es lo que está en juego. Por lo menos, lo más importante de lo mucho que hay en juego. Sin ilusión no habrá ascenso. Tampoco victorias. Y lo que es peor: tampoco habrá Real Sociedad. Y sin la Real no sé vivir. Por eso yo, pese a todo, mantengo la ilusión. Quien quiera acompañarme en este complejo viaje, bienvenido es.
3 comentarios:
Completamente de acuerdo contigo. PEro yo diria que en mi caso, nací Txuri-Urdin y moriré Txuri-Urdin y que aunque este en 2ºB seguiré a la real(aunque no sea socio se puede seguir y apoyar un club). Aunque sea duro decirlo puede que nos venga bien empezar de 0 en 2º o 2ªB, sin el objetivo de subir, pero con la clara idea de recuperar la ilusion y los valores que siempre tuvo la real, aquellos que a mi me inculcaron de lo que era amar a este club. Creo que solo teniendo claro lo que somos, como lo vamos a ser, con cantera o sin ella, lo que vamos a ser lograremos recuperar el credito. Somos un club historico, que vamos camino de ser historia, luchemos por volver a ser La Real Sociedad de Futbol de San Sebastian, y orgullo de una Provincia.
Juan
A que hora sale el vuelo, yo me apunto a ese viaje.
Noto un cierto desánimo en estas semanas en todos los comentarios, pero hay que tener una cosa clara, ser de la Real es ser del MEJOR EQUIPO. Como dice Patiodecaballos, en 2ªB o donde sea, o con el sanse o con las chicas, vaya mal o bien el equipo.
Mentiría si dijera que no me afecta estar en la situación en la tabla en la que estamos, pero no dudo que esto es circunstancial. Esto se remonta seguro.
Saben una cosa que echo en falta de la temporada pasada, la ilusión que cogimos cuando el señor Badiola empezó a darnos pequeños indicios de ilusión. Echo de menos escuchar más a Badiola, aunque sola sea por una vez. Creo que consiguió que aún en segunda tuviéramos la ilusión que estaba enmascarada en el descenso de categoría. Estamos en segunda, y que. Estamos abajo en la tabla, y que. Somos la REAL.
PD En quince días volveré a sentir el hormigueo ese que comenta Juan, de poder ver a nuestro equipo en persona. Yo iré al Heliodoro y silbaré al equipo, pero con cada gol que marquemos para darle ánimos.
Un saludo y arriba todos con la Real
En tiempos de crisis deportiva e institucional es una gozada leer este blog, logras animarme pensando que esto es pasajero y la Real volverá a resurgir.
Yo lo tengo claro, estoy orgulloso de ser de la Real porque es la primera cosa importante que elegí en mi vida, no soy vasco ni tengo familia allí pero la Real se gano mi corazón hace muchos años y no se ira nunca, aun en 2ª o 3ª.
¡GORA REAL!, a pesar de todo y de muchos.
Yo veré a la Real dentro de 4 semanas cuando vaya a ver al Huesca, sera un partido muy especial y tendré el corazón dividido.
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