Otra jornada de caras largas. Otra decepción. ¿Otro "accidente"? Así calificó Lillo la derrota sufrida el pasado sábado en Sevilla ante el único filial de Segunda División. Lo de hoy, si ha sido un accidente, ha sido un accidente incluso mayor que, para Lillo, "no tiene por qué tener nada que ver" con lo del Sánchez Pizjuán. Pero dos accidentes tan seguidos son muchos accidentes para un equipo con las pretensiones que tiene la Real y con el comienzo de la temporada que nos había ofrecido. Lo de hoy, además, es mucho más grave. Porque se acaba la ilusión que había despertado el inicio liguero (fácilmente recuperable, eso sí, con dos victorias). Porque se rompe un año más la ilusión copera, que este año, además, supone que se esfuma el sueño de un encuentro contra un equipo de Primera, el que habría tenido lugar en la próxima ronda de la Copa.
Y sobre todo es grave porque la merma de confianza es grande. Los jugadores no han sabido dar una imagen siquiera decente en los dos partidos jugados tras reprender, por boca del capitán, al presidente y tras escuchar cómo algunos les acusaban veladamente de dejarse perder en Sevilla. Ellos mismos se han olvidado de que lo fundamental está en el terreno de juego y han permitido que los rumores malintencionados y las polémicas extradeportivas ocupen el puesto que tenía el esperanzador inicio en las tertulias de los aficionados. Ni en Sevilla el sábado, ni mucho menos hoy en Vigo, se vio por ningún lado el orgullo que debe sentir un jugador de la Real cuando se pone la camiseta de este equipo. No se vio nada de lo que debe obligar a un jugador de la Real, aunque vaya vestido de verde y amarillo. No se vio en absoluto.
Siempre es malo es que el mejor del equipo sea el portero, pero lo cierto es que, salvedad hecha del esperanzador inicio de temporada, nos estamos acostumbrado a ello. Tanto Bravo como Zubikarai están siendo lo mejor de este equipo. Y hoy el canterano ha hecho cinco paradones que han evitado un resultado aún más sonrojante ante el equipo suplente del Celta (el equipo vigués alineó hoy nueve jugadores que no estuvieron en su anterior partido liguero). Esta Real está empezando a mostrarse demasiado generosa y da vida a todo el que se le pone por delante. Si hace cinco días permitó al Sevilla Atlético lograr su primera victoria de la temporada, hoy se ha dejado avasallar por los no titulares de un equipo que sólo lleva una victoria en Liga. Y ya son dos derrotas seguidas y cuatro partidos sin ganar. ¿Un accidente? Cuantos más se junten estos accidentes, menos creíble será defender esa teoría. No quiero ni pensar que haya tres.
Hoy ni siquiera los nuevos han podido ofrecer un rayo de esperanza. Necati apenas contactó con el balón, y cuando lo hizo se mostró precipitado, como ya le sucedió en Sevilla. ¿Estamos recuperando ese síndrome que padecían los delanteros realista al inicio de la tempora pasada de sentir que cada ocasión es la única que tendrán? El caso es que la primera tentativa seria de gol realista (en realidad la única) no llegó hasta el minuto 73. Y para colmo esa ocasión, que llegó de un córner, acabó, como otro puñado de jugadas de este partido, en peligroso contraataque celtiña. Dramé empezó realmente mal, perdiendo los cuatro primeros balones que tocó. Luego tampoco pudo hacer mucho más para dejar siquiera una buena imagen. Como el resto de la Real, perdida durante todo el partido, sin entrar nunca en el juego y vencida desde el minuto uno. Y así no se puede ganar una eliminatoria de Copa. Ni contra el Celta ni contra nadie.
Este partido confirma que, además de haber perdido las virtudes del comienzo de la campaña, la Real no ha conseguido solucionar todavía ninguno de los problemas que tenía desde el comienzo de la temporada. No aprovecha el buen estado de su portero. No consigue jugar bien un partido completo (hoy, ni siquiera cinco minutos). No aprovecha sus ocasiones de gol (antes más nujmerosas, cada vez más escasas, hoy casi nulas). Y no ha conseguido encontrar relevos a los lesionados. ¡Quién iba a decir que se iban a echar tanto de menos a Elustondo y, sobre todo, a Xabi Prieto! Si es que ese es el problema de la Real, claro. Porque hasta el momento Lillo no ha ofrecido explicaciones ni ha encontrado la solución en el campo. "Hemos concedido demasiado, aparte de las virtudes que ellos tengan, nosotros ni les hemos asustado", fue lo primero que dijo Lillo tras el partido. "Es que ni córners", lamentó. Pese a todo, Lillo vio algunas cosas mejores que en Sevilla. No bastaron, eso es obvio.
Y en es verdad que parece complicado encontrar una explicación. El once de hoy ofrecía todas las garantías posibles, y no creo que el problema esté en el sistema de juego o en que Lillo quiera practicar el toque con jugadores que no son capaces de hacerlo. Con Markel, Marcos o Moha podemos tocar el balón de sobra frente a los suplentes del Celta. Quizá lo de hoy sólo haya servido para que quienes veían en Aranburu al culpable del mal juego realista tengan que mirar también en otras direcciones, puesto que el capitán se quedó en la grada. Quizá lo más discutible sigue siendo el empeño de Lillo de colocar a Gerardo (uno de sus intocables) en el centro del campo. Moha, Marcos y Estrada tampoco aportaron mucho en esa zona del campo y eso provoca que, después de haber sido titular ya en dos partidos, sigamos sin saber qué cualidades tiene Necati. Malo es que no aprovechemos lo que tenemos, pero peor aún es que no tengamos opciones de mostrar lo que sabemos.
La Real pierde otra buena oportunidad de devolver el impagable apoyo que tiene de una afición hastiada que no para de recibir bofetadas. Porque la ilusión que hubiera despertado, por ejemplo, un derbi frente al Athletic en Copa es, en esta triste situación en la que vivimos, sencillamente impagable. Y eso se ha perdido. Esta claro que la Copa le estorbaba a los jugadores, porque no hay otra explicación para lo que hemos vivido. No tienen que defenderse con palabras, sino con fútbol. Hoy no lo han hecho, como tampoco lo hicieron el sábado en Sevilla. Quizá sea esa la reflexión que se debe sacar de este partido y de esta mala racha, porque a estas alturas, a pesar del enésimo descalabro copero, nada está perdido en Liga. El sábado tienen la obligación de ganar. De jugar, de luchar y de ganar. Aunque sólo sea por la gente que tanto sufre con este equipo.
5 comentarios:
Como en dos semanas, pueden caer tan abajos los ánimos,esperemos que esto remonte compañeros, porque si no la prensa carroñera se va a encargar de enturbiar más la situación.
A ver como sale la cosa el sábado.
UN SALUDO
Pues mira, me arriesgo a que me lluevan palos a mansalva, pero qué quieres que te diga, Juan, casi mejor haber caido en la Copa. Me explico.
Desde el primer partido contra el Zaragoza dije que, este año la Copa no era prioridad para nosotros. No es una temporada para ser ambiciosos. Es una temporada con una obligación vital: subir a Primera. Y para éllo, tenemos una plantilla justa no, justísima. Y ya estamos pasando algunos apuros con lesiones y bajos rendimientos. Así que, como para perder fuerza en la Copa. No es nuestro cometido. Si tuviéramos una plantilla de 25 jugadores, a lo mejor podríamos permitirnos el lujo de pensar en otra competición, pero esta temporada, no. Tenemos que estar totalmente centrados en la Liga y en no perder más puntos en teoría asquibles.
Ya habrá tiempo de pensar en la Copa, pero este año es imposible. Teníamos mucho más para perder, que para ganar.
Un abrazo!
Otra decepción, ademas no creo que sea un accidente dos partidos tan lamentables, como dice alguno este equipos esta muy justo y en cuanto faltan un par de jugadores importantes el equipo lo nota demasiado.
Esperemos ganar al Xerez y recuperar un poco la moral porque sino nos va a entrar a todos una depresión de caballo.
Igual los reservas del Celta son mejores que los titulares después de lo que vi en Huesca el domingo, o igual nosotros somos tan malos que hacemos bueno a cualquiera.
Gerardo no puede jugar en la media, solo de lateral derecho.
Confiamos en el equipo... Aupa Real desde Roma!
Adiós a la Copa. Cuando se cae en esta competición se suele decir que es mejor porque deja más tiempo para la Liga, pero si se sigue en ella se dice que así el equipo coge moral y tal. Un abrazo.
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