Jornada 13 y ya estamos ante una auténtica final. La Real sólo puede ganar al Getafe (Anoeta, domingo, 17.00 horas, PPV). Cualquier otro resultado roza la tragedia, y más teniendo en cuenta que el próximo encuentro es en el Camp Nou y allí será difícil puntuar. Es la hora de que la Real demuestre que tiene fútbol para seguir en Primera División y también de adelantar algún puesto más. Si la pasada semana la Real dejó de ser colista, en ésta debe seguir progresando. Y si esa demostración se puede hacer con una victoria cómoda, con goles, mejor que mejor para despejar dudas y fantasmas.
Vuelven a la convocatoria, aunque habrá que ver si al once inicial, los dos jugadores con más talento de la plantilla, Kovacevic y Xabi Prieto. Aviso a navegantes: La Real no ha ganado en ninguna de las seis veces que Darko ha sido suplente estando en condiciones de jugar desde que regresó a San Sebastián. Ninguno de los dos ha demostrado este año todo lo que lleva dentro y es el momento de que exploten. La Real les necesita.
Lotina no ha adelantado el once que se medirá al Getafe, pero todo indica que no habrá cambios en la portería, en la defensa (Mikel González y Ansotegi parece que serán los centrales del técnico en su etapa en la Real, salvo que venga un fichaje que les desbanque) ni en los pivotes defensivos (Rivas, que ha recibido elogios de Schuster durante la semana, no se enfrentará de salida a su ex equipo). En el ataque, la primera novedad es que Agirretxe se cae de la convocatoria y vuelve a jugar con el Sanse. A Jesuli se le considera ya fijo en el once y los demás puestos son los que están en disputa.
El precedente es uno de los mejores partidos que la Real disputó el año pasado. 3-0 derrotó al Getafe, con goles de Aranburu, Nihat y Xabi Prieto, este último de penalti y todos ellos en la primera parte. Esa victoria era la tercera consecutiva que conseguía la Real, después de derrotar fuera al Zaragoza y en casa al Deportivo (con el último gol de Darko hasta el día de hoy, hace ya más de un año). El equipo de José María Amorrortu se colocaba quinto, el mejor puesto de la campaña. Ese fue el último partido feliz de la temporada. A partir de ahí comenzó la debacle, precisamente jugando el siguiente partido en Barcelona, como sucede esta temporada. Contando el del Camp Nou, la Real encadenó siete partidos sin ganar, cinco derrotas y dos empates a dos goles en los que los blanquiazules se dejaron remontar, contra Racing y Real Madrid. Que sólo se repita el resultado del año pasado, y no la marcha que siguió a este partido.
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