domingo, noviembre 26, 2006
ATLÉTICO DE MADRID 1 - REAL SOCIEDAD 1 Hasta la suerte en contra
En una temporada llena de desgracias como ésta, la que vimos en el Vicente Calderón fue novedosa. En un partido totalmente controlado aunque con apenas fútbol, con el resultado a favor, con un portero que se estaba convirtiendo en el héroe del partido, un inoportuno resbalón y un autogol acabaron con las ilusiones de la Real de llevarse de Madrid la primera victoria de la campaña. El equipo txuri urdin sumó un punto que no es malo, pero la cara que se nos quedó a los realistas fue para grabarla. Porque esta vez sí parecía que la victoria estaba cerca. Poco más de diez minutos faltaban para que el 0-1 fuera el resultado definitivo. Pero ni por esas.
La suerte no sólo jugó en contra de la Real, sino que además se cebó con quien más méritos había hecho a lo largo del partido. Bravo realizó dos paradas antológicas en sendas faltas de Antonio López y Pernía, de esas que se te quedan en la retina. Nos hizo olvidar a todos que es un portero extranjero en la meta del equipo que más y mejores guardametas de la tierra ha producido desde siempre. Pero más tarde se resbaló en un centro fácil y blando que acabó rebotando en Ansotegi y colándose en la portería txuri urdin. El fútbol tiene esas miserias. La revancha para eso siempre llega al domingo siguiente.
El partido del Calderón dejó algunos aspectos positivos para los de Lotina. La seguridad defensiva parece mucho mayor y la pareja de centrales que forman Ansotegi y Mikel González parece confirmarse como la mejor elección en estos momentos. Aranburu comenzó a reencontrarse con el fútbol, y esa es una noticia inmejorable para el necesitado centro del campo realista. Gari sigue siendo un incansable luchador arriba y Jesuli dejó el primer apunte de clase, el centro medido que valió el primer gol. La Real, además, no concedió ocasiones de gol al Atlético salvo en jugadas a balón parado (algunas faltas al borde del área rigurosas y sencillas de pitar en el Calderón y una peligrosísima entrada de Maniche que sólo fue tarjeta amarilla quedan en el debe del colegiado). Por contra, la Real mantiene todavía algunos de los problemas que ya le han condenado a sufrir en los próximos meses. Escasez de juego con el balón, apenas lanzamientos a puerta y, por consiguiente, muy poquitas ocasiones de gol. Una lástima no haber visto sobre el campo a Díaz de Cerio con el marcador a favor.
Al menos la Real se está acostumbrando a sumar, y esta vez lo ha hecho contra un rival que presumiblemente (aunque no será por el fútbol que desplegó ante la Real) acabará en la parte alta de la tabla. Anoeta debe confirmar ahora esta mejoría. Se han acabado las excusas. El próximo domingo, ante el Getafe, no valdrá el estado del cesped, la suerte, los resbalones, el árbitro, el cansancio o el viento. Nada de eso valdrá para justificar un resultado que no sea un 1 en la Quiniela. En la jornada 13, la Real va a ganar su primer partido. Y punto.
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