El día señalado ha llegado (domingo, 17.00 horas, Anoeta, PPV). Ya no sirve ni el recuerdo de loa anterior, ni buscar culpables, ni pensar si la Real tenía que estar más arriba o más abajo. Ha llegado el día en el que la Real sí o sí tiene que poner fin a la desesperante racha sin victorias que acumula. El día en que los jugadores tienen que dar la cara por la afición que les respalda, por la camiseta que llevan y por el entrenador que les dirige. El día en que hay que cerrar la herida que dejó el Sporting subiendo a Primera en la temporada en que la Real debió recuperar su lugar en la élite. El día de celebrar algo. Aunque sólo sea una victoria. Porque algunos vivimos de eso, de pequeñas victorias que ayudan a conseguir pequeños objetivos. Y mientras el mundo se paraliza contemplando el brillo inigualable de cuatro duelos entre el Real Madrid y el Barcelona, nosotros también tenemos una final, un partido decisivo, un día hermoso para que el fútbol vuelva a ser el deporte que nos haga sonreír. Es el día señalado. Ojalá que lo sea para bien y que no acabe abriendo aún más la herida que nos aqueja desde hace siete jornadas.Martín Lasarte ha sorprendido y mucho con su lista para el decisivo duelo ante el Sporting. Primero, porque ha dejado fuera de la convocatoria a dos jugadores que fueron titulares en el Calderón, Ansotegi y Elustondo (bien es verdad que ambos estuvieron entre los peores de aquel partido). Y segundo, porque recupera a Agirretxe e Illarramendi. Con el añadido del delantero, se abre aún más la posibilidad de que la Real juegue con dos hombres en punta, como ensayó en algún momento de la semana y aunque casi nadie ha dado credibilidad a que Lasarte cambie de nuevo su esquema y no apueste por su tradicional 4-2-3-1. Habrá que esperar al comienzo del partido para ver la disposición táctica y si, a pesar de que Lasarte habló en la rueda previa al encuentro de la importancia de la veteranía para duelos así, si el joven Illarramendi tiene la oportunidad de debutar en Anoeta como titular (hasta ahora, los dos partidos que ha jugado ha sido con el conjunto txuri urdin de visitante). Sarpong es el otro jugador de la primera plantilla que no se vestirá de corto esta semana.
El once titular lo encabezará de nuevo Bravo, que ante el Atlético recuperó su mejor nivel de la temporada a pesar del 3-0 final. En la defensa son seguros Carlos Martínez por la derecha y Demidov en el centro. Lo normal es que Estrada repita a pierna cambiada en la banda izquierda y que el otro central sea Mikel González, aunque éste podría desplazarse a la banda y dejar el centro para Labaka. La apuesta más segura es que Diego Rivas y Aranburu ocupen el doble pivote, aunque tanto Markel como Illarramendi tienen sus opciones. Por delante, los dos seguros son Xabi Prieto por la derecha y Tamudo en punta. Sutil y Griezmann se juegan la banda izquierda y el puesto restante dependerá de si Lasarte recupera su esquema tradicional, en el que Zurutuza jugaría en la mediapunta, o si coloca a dos delanteros sobre el campo, con lo que Agirretxe volvería a jugar después de unas cuantas semanas quedándose fuera incluso de la convocatoria. Ifrán, de momento, sigue descartado para jugar de inicio y su papel será el de revolucionar el partido en la segunda mitad, como ya ha hecho en sus tres anteriores apariciones.
La Real comienza la jornada en la decimotercera posición, con 35 puntos, cinco por encima del descenso (que ocupan Hércules y Málaga, ambos con el average favorable ante la Real, y el Almería con cuatro puntos menos, 26, nueve por debajo del equipo txuri urdin). Ganar supondría igualar los 38 puntos del Sporting y ganarle el average particular, así como prácticamente certificar la permanencia, pues sólo habría que sumar dos o tres puntos más en las seis jornadas restantes para tener una tranquilidad casi absoluta. El equipo de Lasarte viene de siete jornadas sin ganar, de sumar un punto de los últimos 21. El Sporting, en cambio, acumula cinco semanas sin perder, con cuatro victorias, las tres últimas consecutivas (incluyendo la del Bernabéu), y un empate (nada menos que en Villarreal). Si es el día de la Real, también lo es el de su afición. Anoeta, donde habrá 2.000 sportinguistas, será una caldera prácticamente abarrotada. Las peñas y los aficionados recibirán al equipo como en los días finales de la pasada temporada. Todo lo que sea necesario para ganar.
Real Sociedad y Sporting se han visto las caras en San Sebastián en 42 ocasiones entre Primera y Segunda División. En la máxima categoría, han sido 33 los enfrentamientos, con 17 victorias para el equipo txuri urdin, nueve empates y siete triunfos para el conjunto sportinguista. En los últimos diez encuentros, muy lejanos en el tiempo (entre la 88-89 y la 97-98) por el largo paso de los asturianos por Segunda, hay una gran igualdad, con cuatro victorias para la Real, tres empates y otras tantas derrotas. La última visita en Primera acabó con 2-1 para los realistas, con goles de Craioveanu y Kovacevic. La mayor victoria realista es el 4-1 de la temporada de la imbatibilidad, la 79-80, con goles de Satrústegui, Periko Alonso (dos) y Amiano. El 0-2 de la 74-75 es el mayor triunfo sportinguista en San Sebastián. En Segunda, la Real ganó seis de los nueve duelos disputados y perdió dos. El resultado más abultado es el 6-2 de la temporada 42-43, con dos tantos de Unamuno y Pedrín y uno de Terán y Ontoria. Las dos veces que ganó el Sporting, en la 2007-2008, fue por el mismo resultado, 0-1.
Ese partido, el de la 07-08, la primera temporada de la Real en Segunda tras su último descenso, es la última visita hasta la fecha del Sporting a Anoeta. El equipo entrenado por Chris Coleman jugó una buena primera mitad y mereció adelantarse en el marcador, pero sus delanteros (hasta cuatro jugaron algún minuto: Delibasic y Díaz de Cerio como titulares, Skoubo y Gari Uranga en la segunda mitad) demostraron estar negados. En la segunda mitad, la Real se desinfló y encajó el único gol del partido a diez minutos del final como consecuencia de un córner, otra de las asignaturas pendientes del equipo txuri urdin en su descenso a la Segunda División (y que, visto lo visto, todavía no se ha superado del todo). Después del gol, los realistas se quedaron sin capacidad de reacción a pesar de que Coleman puso sobre el césped todo el arsenal ofensivo que tenía en el banquillo (incluyendo a un Novo que llevaba mucho tiempo sin jugar). Era la tercera derrota en cinco partidos jugados en Anoeta y la segunda consecutiva, tras la sufrida ante el Numancia en Soria, ante dos rivales por el ascenso. Pese a estar casi siempre por delante, el Sporting y su prensa pecaron de nerviosismo en la segunda vuelta y acusaron sin pruebas a la Real de primar a sus rivales, cuando las evidencias apuntaban mucho más al Málaga.
En la primera vuelta de la presente temporada, la 2010-2011, la Real ganó en Gijón y lo hizo a lo grande, 1-3. Y remontando, en la única vez que lo ha conseguido en esta Liga. Se adelantó el Sporting a los tres minutos, al rematar Gregory un saque de esquina sin que ningún jugador realista le estuviera marcando. Un saque largo de Bravo lo recogió Llorente, quien de tacón dejó el balón para Xabi Prieto, que empalmó un precioso disparo que supuso el empate antes del cuarto de hora de encuentro. La Real se adueño del juego, a pesar de que el árbitro lo cortó nada menos que con la disparatada cifra de 58 faltas, y marcó el 1-2 en el último minuto de la primera mitad. Un prodigioso regate de Griezmann dejó solo a Zurutuza, quien, al segundo intentó, hizo el 1-2 y su primer gol en Primera. El Sporting no pudo en ningún momento con la Real, pero la sentencia no llegó hasta el minuto 90. Una enorme jugada de Xabi Prieto acabó con un centro al segundo palo que Aranburu convirtió en el 1-3. El triunfo, el segundo de la temporada fuera de Anoeta, colocaba a la Real nueve puntos por encima del descenso y a dos de los lugares europeos. Ahora la situación es menos holgada, pero un triunfo dejaría la misma satisfacción que el conseguido en El Molinón.
(Nota. Como día importante que es, estaré en Anoeta, con lo que la crónica del partido llegará con retraso. Siento las molestias)
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