El derbi es siempre un partido ilusionante (sábado, 22.00 horas, San Mamés, La Sexta y autonómicas). Siempre. Quien diga lo contrario miente. Son sólo tres puntos, como en cualquier otro partido, pero es un derbi y en los derbis siempre hay cuentas pendientes. Siempre hay apuestas. Siempre hay ilusión. Esta vez, para la Real también hay una posibilidad, la primera de sobrepasar los 40 puntos y poder dar ya casi carpetazo a la temporada y a la permanencia. El equipo de Lasarte ya ha roto la horrenda racha que le había metido en problemas, pero todavía tiene vigente otra igualmente terrible, la que le ha impedido ganar como visitante desde el 15 de enero, en Getafe y por 0-4. Y San Mamés es un campo como cualquier otro para romper la estadística. Uno casi mejor que cualquier otro, porque habrá mucha camiseta txuri urdin en la grada, porque hay un recuerdo infame de la última visita, porque siempre está la ilusión de ganar en un derbi y esta vez viene acompañada del bonito premio de la permanencia.
Tras la revitalizadora victoria ante el Sporting, Lasarte parece volver a su plan original. Así lo indican sus dos novedades en la convocatoria. Las ausencias de hace una semana, Ansotegi y Elustondo, ocupan el lugar de los que se ganaron el puesto hace una semana, Illarramendi y Agirretxe. A simple vista, y sin saber a ciencia cierta cuál será la apuesta del técnico uruguayo para el once inicial, da la sensación de que habrá más cautelas defensivas en el césped de San Mamés de las que se vieron en Anoeta ante el Sporting. Si la salida de Illarra parecía lógica (ya que no tuvo opciones reales de jugar ante los astuarianos, por su papel en la plantilla y porque jugó entre semana con el Sanse), la de Agirretxe sigue siendo más analizable. No tiene suerte el delantero. Lasarte no suele contar con él, y cuando le introduce en la convocatoria rara vez se ponen los partidos como le vendrían bien para saltar al campo. Para él, la temporada está perdida. Como para el decepcionante Sarpong, la otra ausencia por cuestiones técnicas. Llorente y De la Bella son las bajas por lesión.
Bravo será titular en la portería y es lo más seguro que tiene el once de un Lasarte que ha anunciado algunos cambios. No parece que la modificación se vaya a producir en el esquema de juego, aunque, como en Anoeta, habrá alguna variante para frenar a Fernando Llorente. Carlos Martínez, Ansotegi y Demidov parecen fijos en la defensa. La duda es si en la banda izquierda alineará a Mikel González o de nuevo a Estrada a banda cambiada. Por delante de ellos, si sigue la máxima de la veteranía para estos partidos, estarán Diego Rivas y Aranburu. No obstante, y para apuntalar el centro del campo, hay muchas opciones de que el capitán juegue en la media punta dejando a Zurutuza en el banquillo. Elustondo y Markel se jugarían entonces el puesto de acompañante de Diego Rivas, aunque el manchego también podría ser suplente y que jugaran los dos canteranos. Xabi Prieto y Griezmann estarán en las bandas. En punta, y dado que Ifrán ha tenido molestias durante la semana, lo normal es que Tamudo recupere la titularidad. Zubikarai y Sutil completan la expedición a Bilbao.
Aunque la distancia con respecto a los puestos de descenso se mantiene en cinco puntos, la victoria ante el Sporting ha devuelto algo de tranquilidad a la Real, porque además le coloca a un triunfo más de la salvación según la mayoría de las cuentas posibles. El equipo txuri urdin tiene 38 puntos (nadie ha bajado con esa cifra en la presente jornada) y ocupa la duodécima posición. El Athletic es quinto, con diez puntos más, los que se le fueron a la Real en esa nefasta racha de siete jornadas sin ganar y con algunas decisiones arbitrales. Los de Lasarte rompieron esa racha ganando al Sporting, pero acumulan seis derrotas consecutivas como visitantes. San Mamés, Mestalla y Sánchez Pizjuán son los tres complicados estadios que tiene por delante para acabar con esa terrible estadística y no dejar la segunda vuelta con un pleno de derrotas lejos de Anoeta. El Athletic acumula dos victorias y otras tantas derrotas, así como un empate, en los cinco últimos partidos. Viene de ganar con mucha fortuna y con diez jugadores en Pamplona. No obstante, los dos partidos en que se quedó sin sumar fueron los dos últimos jugados en San Mamés, ante Villarreal y Real Madrid. Habrá muchos realistas en las gradas del estadio bilbaíno, otra razón más para que se busque una buena imagen y un mejor resultado.
Athletic y Real se han visto las caras en San Mamés en partido de Liga en 64 ocasiones, todas ellas en Primera División ya que el bilbaíno es uno de los tres equipos que no ha bajado nunca. El balance es de 35 derrotas, 11 victorias y 18 empates. La mayor goleada txuri urdin data de la temporada 1987-1988, la que acabó con el doble subcampeonato en Liga y Copa de la Real de Toshack. El 1-4 final lo pusieron Txiki Begiristain (con dos goles), Loren y José Mari Bakero. Precisamente con Toshack de entrenador se produjo la última victoria en San Mamés, el 1-3 de la temporada 2000-2001, en un día en el que el equipo realista certificó su permanencia en Primera. Jankauskas, De Pedro e Idiakez de penalti hicieron los goles visitantes. El 7-0 de la campaña 1934-1935 es la mayor goleada de los locales. Aquella temporada, la Real acabó bajando a Segunda División. En los últimos diez duelos, los de San Sebastián han puntuado en la mitad, aunque sólo hubo una victoria, la mencionada de la 2000-2001. El resto, empates. Entre la 2002-2003 (la primera derrota en la temporada del subcampeonato) y la 2005-2006 la Real encajó cuatro derrotas consecutivas, tres de ellas por 3-0.
La última vez que la Real pisó San Mamés fue en la primera jornada de la campaña 2006-2007, que acabó con el descenso txuri urdin a Segunda. El partido quedó condicionado por uno de los más flagrantes y graves errores arbitrales de la última década. Fermín Martínez, el asistente más popular del fútbol español, equivocó a un Undiano Malleco sorprendentemente ausente de la jugada al señalar penalti en contra de la Real en una jugada en la que fue Aduriz quien tocó el balón con la mano. Para redondear la carambola antideportiva, fue el mismo Aduriz quien transformó la pena máxima. Semejante desfachatez encontró una buena respuesta de la Real, una respuesta que impidió intuir la debacle que seguiría en las siguientes jornadas. La Real de Bakero le echó carácter y acabó encontrando el premio en el minuto 86,cuando Aranburu anotó con un gran zurdazo y tras un pase de Xabi Prieto desde la banda derecha. El 1-1 final se podía considerar justo por méritos futbolísticos, aunque Riesgo sólo tuvo que hacer una parada en todo el encuentro y fue a quince minutos del final, pero no por la desvergonzada actuación arbitral, una más, que acabó con la fiesta del derbi.
En la primera vuelta de la presente temporada, la 2010-2011, la Real se impuso al Athletic con claridad por 2-0. San José se convirtió en el hombre clave del partido para su desgracia. Mediada la primera mitad, cometió un infantil penalti sobre Zurutuza que convirtió Xabi Prieto con su habitual maestría. Y a la segunda, porque la primera tentativa, que también acabó en gol, no sólo fue anulada sino que le costó una asombrosa tarjeta amarilla... por hacer una paradinha. Curiosa interpretación del reglamento. Prieto fue de lo mejor de la Real, junto a un Griezmann que se convirtió en una pesadilla para la defensa del Athletic y debió marcar a puerta vacía, pero su remate se estrelló en el palo. Llorente, inmenso, también pudo marcar de cabeza. Diego Rivas estuvo extraordinario, como la defensa. Ya en la segunda mitad, de nuevo San José fue protagonista. Se marcó el 2-0 en propia puerta al tratar de cortar otro centro de Xabi Prieto que ya esperaba Llorente con todo el hambre de gol que le caracteriza. El Athletic tuvo mucho balón pero no supo qué hacer con él. La Real ganó con fortuna, pero también porque lo mereció. Los tres puntos colocaron a los de Lasarte en puestos europeos, pero el sueño acabó difuminado semanas después. Al menos queda la victoria en el derbi. Que no es poco.
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