Esto del fútbol es así. Si hace unas semanas se buscaba ilusión y la lucha por una plaza europea, ahora se busca tranquilidad y consolidar la permanencia en Primera División. Así se viaja a Santander (domingo, 17.00 horas, El Sardinero; Gol TV y PPV), después de una racha de cuatro partidos sin conocer la victoria y con derrota en seis de los últimos siete desplazamientos del equipo. Con un colchón de nueve puntos sobre el descenso pero visitando a un equipo, el Racing, que está cinco por debajo, parece imprescindible sacar algo de Santander si se quiere evitar que se contagien y amplifiquen los nervios que ya hay (en apariencia, más fuera que dentro del equipo), en una situación que nos los motiva en absoluto. Eso sí, el equipo está en la obligación de responder a la media hora final del partido de la pasada jornada ante el Málaga, donde dejó la pobre impresión de que cualquiera puede vencer a la Real sin resistencia alguna y haciendo muy poquito para sacar tres puntos. Puede haber cambios para acometer este reto, pero como dijo Lasarte no una revolución.
Como esta vez ha sido el propio técnico realista el que ha insinuado que podría retocar su once, adelantar el nombre de los jugadores que saltarán al césped de El Sardinero es algo aventurado. La convocatoria tampoco deja muchas cosas claras gracias a los dos cambios, significativos cambios, que hay con respecto a la lista que dio Lasarte para afrontar el duelo ante el Málaga en Anoeta. No viajan Markel, que ha tenido molestias a lo largo de la semana y que deja a Rivas como único pivote defensivo de la lista; ni Agirretxe, que vuelve a convertirse en el tercer delantero para el técnico uruguayo, ahora por detrás de Tamudo e Ifrán (aunque el canterano saltó al campo hace seis días en la segunda mitad por delante del uruguayo, que no llegó a jugar). Sus lugares entre los 18 escogidos los ocupan esta semana Carlos Martínez y Sutil. En San Sebastián también se quedan los lesionados Llorente y Demidov, al igual que Asier Illarramendi, también con dolencias físicas que le impedirán jugar con el Sanse.
Bravo, obviamente, será el portero titular. Los centrales serán con casi total seguridad Mikel González y Ansotegi (Labaka será su relevo en caso de necesidad), con De la Bella en el lateral izquierdo. A partir de ahí, y teniendo en cuenta que Tamudo será el delantero titular, el resto de posiciones del once están abiertas a especulaciones. Lo normal es que los cambios, si finalmente los hay, se den en el centro del campo, lo que daría a Estrada el lateral derecho, aunque no hay que descartar el regreso de Carlos Martínez. Diego Rivas también parece seguro, con lo que Aranburu y Elustondo se juegan el otro puesto de pivote. El capitán podría jugar también como mediapunta o en la banda izquierda, lo que permitiría a Lasarte dar descanso a Zurutuza o Griezmann (por el puesto del francés también optaría Sutil). Menos probable parece que sea Xabi Prieto el que descanse, lo que relega una semana más al banquillo a Sarpong. Ahí también estará Ifrán, buscando su segundo partido como jugador de la Real, tras debutar hace dos jornadas en Riazor saliendo desde el banquillo.
La Real es décima en la clasificación, con 35 puntos. El Racing es decimoquinto, con 30. Marcelino, ténico racinguista, ya ha dicho que el partido es importante porque si ganan ellos meterán a la Real en la pelea por no bajar. No será tanto por la distancia en puntos como por las sensaciones. El equipo txuri urdin tiene un colchón de nueve puntos sobre los puestos de descenso y se encuentra mucho más cerca de la lucha por Europa, a cuatro puntos de la séptima plaza y a siete de la sexta. Pero como el equipo acumula cuatro semanas sin ganar (dos derrotas fuera, una en casa contra el colista y en empate más en Anoeta), el nerviosismo ha hecho acto de presencia, como suele sucederle al entorno realista en estas situaciones. Ganar en Santander despejaría fantasmas y colocaría a la Real con una puntuación ya superior a la que logró el primer equipo que se salvó del descenso en la temporada 2009-2010. Urge romper la racha como visitante, donde la Real lleva cuatro derrotas consecutivas y seis en los últimos siete encuentros. El Racing también llega después de cuatro semanas sin ganar, en las que ha sumado dos empates, y de dos derrotas consecutivas por 3-1.
Santander es territorio propicio para la Real, sobre todo en los últimos tiempos. En total, el equipo txuri urdin ha jugado allí en 47 ocasiones, de las que ha ganado once y empatado otras doce, por 24 derrotas. Sin embargo, el dato mejora con los partidos jugados en Primera: 10 victorias y otros tantos empates en 37 partidos. Y mejora aún más si tenemos en cuenta sólo las doce últimas visitas, todas ellas en la máxima categoría, siete de las cuales se saldaron con victoria de la Real, tres con empate y sólo dos con triunfo racinguista. De esa etapa todavía se recuerda el gran 1-4 de la temporada 2000-2001, ya con Toshack como entrenador, un triunfo vital para lograr la permanencia que se consiguió con goles de Llorente, Julio César, Khokhlov y De Paula La mayor goleada del conjunto blanquiazul fue el 2-5 de la temporada 30-31, con goles de Baragaño en propia puerta, Bienzobas, Cholín y dos de Garmendia. Por contra, el marcador más abultado para el Racing fue el 7-1 de la campaña 32-33, marcado Tolete el único gol txuri urdin. En Segunda, la Real sólo venció con el 1-4 de la 63-64 (goles de Matute, Amas y dos de Arzak), empató en dos ocasiones y perdió en las siete restantes.
La última vez que la Real visitó El Sardinero fue en la temporada 2006-2007, la que culminó con el descenso txuri urdin a Segunda. Siguiendo los cánones más respetados entre los aficionados, el 1-0 final sólo se puede considerar como un atraco. La Real perdió por un penalti inexistente, Zigic se tiró descaradamente delante de Mikel González, que Álvarez Izquierdo señaló en el último minuto del partido. Sin tiempo para reaccionar. Uno de los muchos errores arbitrales que perjudicaron a la Real en aquella nefasta campaña. No fue un partido de calidad, pero sí tuvo ritmo y ocasiones. El equipo dirigido por Lotina pudo adelantarse en el marcador en la primera mitad, pero desperdició sus ocasiones. En la segunda, hubo más control del Racing pero menos peligro. Hasta que el único hombre verdaderamente peligroso del partido decidió decantar injustamente hacia un lado la balanza de la contienda deportiva. Casualmente, aquella semana el Racing se había quejado de los agarrones a Zigic. Este partido inició la sangrante racha de ocho semanas sin ganar que terminó por condenar a la Real al descenso.
En la primera vuelta de la presente temporada, la Real venció 1-0 en Anoeta. Casualidades de la vida, Álvarez Izquierdo fue también el árbitro de aquel partido y, más causalidad todavía, su arbitraje fue un desastre de nuevo. Primero, beneficiando a la Real. En el minuto 6, Llorente anotó el único gol del partido, en una jugada muy ajustada pero que era fuera de juego. Xabi Prieto dio el pase para que Llorente hiciera su tercer tanto de la temporada. Después, el colegiado perdonó la expulsión hasta a dos jugadores del Racing que acabaron sustiutidos precisamente para evitar esas tarjetas rojas (en la primera el cambió llegó en la primera mitad, tal era el riesgo de perder un hombre; en la segunda el colegiado amonestó a Colsa pensando que era Kennedy, un escándalo en toda regla). El Racing no hizo gran cosa para empatar y Bravo apenas tuvo que intervenir, pero el 1-0, un resultado siempre corto, hizo que Anoeta sufriera y celebrara con júbilo la victoria. La Real sumaba así su tercera victoria consecutiva, la quinta ya de la temporada en diez partidos y comenzaba asomarse a las cercanías de los puestos europeos. En Anoeta sólo el Real Madrid había marcado y ganado. Lo demás, victorias locales.
2 comentarios:
Llorente en la 2006/07 en la real?
Johnnie, el último párrafo es el partido de ida de esta temporada, la 2010-2011. Siento la confusión, intentaré dejarlo más claro en próximas previas.
Publicar un comentario