Nuevamente vuelve a ser complicado conocer los planes de Lasarte para esta jornada. A las bajas ya conocidas de Llorente y Elustondo se han sumado esta semana las de Tamudo y Aranburu. Eso, unido a la duda de Zurutuza (que en principio jugará) hacen que la Real que saltará al césped de Riazor sea distinta de la que hemos visto durante buena parte de la temporada. En la convocatoria hay ya tres cambios. Dos son especialmente significativos. Diego Ifrán está entre los 18 elegidos, por segunda vez en la temporada y en la primera ocasión después de superar las dos lesiones que sufrió tras recuperarse de su grave dolencia en la rodilla, la que ya trajó a San Sebastián cuando fue fichado. La otra gran novedad es el regreso de Illarramendi, que incluso por la ausencia de Aranburu tiene su opciones de volver a ser titular. El tercero que vuelve es Labaka. Por contra, se caen con respecto al partido del pasado miércoles los dos lesionados ya mencionados y Sutil, que pasa así de jugar los últimos minutos contra el Levante a quedarse fuera de la lista.
Como ya sucedió en el partido entre semana, hay algunos jugadores seguros y otros puestos en los que Lasarte no ha despejado las dudas. Bravo será titular y Agirretxe será el delantero centro, contando así con su primera oportunidad de formar parte del once inicial en Liga, torneo en el que marcó un gol precisamente ante el Depor hace ahora ya una vuelta. La defensa no debería presentar cambios, con lo que jugarían Estrada y De la Bella en los laterales y Demidov y Ansotegi en el centro. Mikel González y Carlos Martínez también tienen opciones, pero ya es sabido que a Lasarte le gustan poco los cambios inmotivados. Donde más sorpresas se suele guardar el técnico uruguayo es en el doble pivote. Diego Rivas, Markel e Illarramendi parecen contar con las mismas opciones para esos dos puestos del once, aunque sacar a los dos primeros parecería una opción más defensiva (y Lasarte defendió en la rueda de prensa que la Real siempre sale a ganar, no a guardar un empate). Si Zurutuza puede jugar, acompañará a Griezmann y Xabi Prieto en la mediapunta. Si no, la opción más probable es que Xabi Prieto centre su posición y entre Sarpong. Ifrán no será titular pero lo normal es que debute con la Real en la segunda mitad.
El equipo txuri urdin comenzó la jornada en la novena posición, con 35 puntos y a tres de la zona europea. La ventaja o el inconveniente de competir el lunes es que jugará sabiendo los resultados de todos sus rivales. De momento, ya sabe que el Atlético ganó, con lo que se escapa a tres puntos, y que el Mallorca perdió, con lo que no opta a adelantar a la Real esta semana. Si el equipo de Lasarte vence, estará en el peor de los casos a un punto de Europa, gracias al duelo directo entre el Sevilla y el Athletic. Si el Espanyol pincha en el campo del Levante, la quinta plaza estaría a tres puntos como máximo, dos si los periquitos son derrotados. Hay lucha por Europa y la Real está metida de lleno en ella, se quiera o no hablar de ello. Ganar supondría superar los 37 puntos con los que el Málaga ya consiguió la permanencia en la temporada 2009-2010. La Real ha ganado tres partidos como visitante, el último de ellos la goleada en Getafe de hace poco más de un mes, aunque acumula tres derrotas consecutivas a domicilio. El Depor está siete puntos por detrás de la Real, sólo ha perdido dos partidos en casa (Almería y Barcelona) y como local viene de empatar contra el Real Madrid y de ganar al Villarreal.
La historia no es demasiado benévola con la Real en sus visitas a La Coruña, aunque en los últimos años la tendencia parece haber cambiado en cierta medida. Entre Primera y Segunda División, el equipo txuri urdin ha jugado en 36 ocasiones contra el Depor, de las cuales sólo ha vencido en seis. Además, cosechó nueve empates y perdió en los 21 partidos restantes. En Primera, el balance es de 17 victorias deportivistas, cinco realistas y ocho empates. Sin embargo, en los últimos diez años la Real consiguió puntuar en cuatro ocasiones (a pesar de cinco visitas nefastas en los que se cosecharon siempre derrotas, entre las temporada 1999-2000 y 2003-2004), dos victorias y otros tantos empates, y en las tres últimas visitantes el balance está totalmente equilibrado. La mayor goleada sufrida por la Real es el 5-0 de la temporada 55-56, mientras que su mayor triunfo es el 0-2 de la campaña 69-70, con goles de Gaztelu y Arambarri. Para el recuerdo también queda el 4-4 de la 49-50, con goles realistas de Basabe, Epi, Caeiro y Pérez. En Segunda, la Real ganó un partido (3-4 en la fase de ascenso a Primera de la 40-41), empató otro (en la liga regular de la misma temporada) y perdió los otros cuatro (el último de ellos en la 65-66, un año antes del ascenso de Puertollano).
La última vez que la Real visitó Riazor fue en la temporada de su último descenso a Segunda, la 2006-2007. Anunciando, o casi ya confirmando, que iba a ser una campaña de sufrimiento, el equipo txuri urdin cayó derrotado por 2-0. Era el tercer partido como visitante de la Liga. Era, de hecho, la cuarta derrota consecutiva después de abrir el campeonato con un empate en San Mamés y de haber caído derrotados en los dos primeros encuentros celebrados en Anoeta, lo que colocó a los realistas ya en la última plaza de la clasificación. La Real todavía de José Mari Bakero salió a pelear y a defender, pero no a jugar al fútbol. Kovacevic luchó durante 58 minutos antes de ser sustituido y se dejó dos dientes en su labor contra la defensa del Depor. Ocasiones de gol hubo realmente muy pocas por ambos bandos. Pero ganó el equipo gallego porque ya muy cerca del final marcó dos buenos goles. Dos grandes tantos de Barragán y Riki, ambos en acciones individuales, sentenciaron a una Real que ni mereció ganar ni mereció perder. Simplemente pasó por Riazor para cumplir el expediente y agrandar la sangría que ya arrastraba en aquella dura temporada.
En la primera vuelta de la presente temporad,a la Real se gustó y ganó 3-0, la mayor goleada que ha visto Anoeta en esta Liga del regreso a Primera. No es que la Real hiciera un gran partido, no salió con demasiada fuerza al encuentro, pero Llorente adelantó a los de Lasarte en el minuto 17. Era su primera gol de la temporada, tras pasarse unas jornadas lesionado. El Depor fue un pobre rival, pero tuvo una ocasión clarísima en la cabeza de Riki que Bravo desbarató con una de las paradas de la temporada. Clave, como suele ser el chileno cuando aparece. Griezmann hizo el 2-0 y sentenció el partido, con su primer tanto en Primera de División. Fue el que celebró subiéndose en el coche de publicidad que hay en las pistas de atletismo y que le costó una de las tarjetas amarillas más incompresibles e injustas de la historia txuri urdin. Ya en los minutos finales, Agirretxe, que había sustituido al combativo Llorente, hizo el tercero y redondeó la goleada. Como sucedió en todos los triunfos realistas que ha visto Anoeta esta temporada, Bravo dejó su portería a cero y en ataque se mostró mucha solvencia. Comenzaba ahí realmente la escalada txuri urdin para convertir la permanencia en un premio más asesquible de lo que muchos pensaron en agosto.
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