En condiciones normales, no me gusta vender la piel del oso antes de cazarlo. Trasladado eso a nuestra vida en txuri urdin, no es bueno hablar del ascenso y de la fiesta posterior antes de que efectivamente seamos otra vez un equipo de Primera División. Pero, francamente, voy a dejar de lado las supersticiones, las leyes, las costumbres y los gafes. Siento en el alma que tengo que vender ya la piel del oso. Tengo que proclamar que la Real va a recuperar el lugar que merece. Y no lo hago porque las probabilidades de lograr el objetivo sean elevadísimas (sólo una posibilidad, una, aleja a la Real de Primera: el triple empate con Levante y Hércules, con el Betis por delante). No, no es eso. Lo hago porque tengo unas ganas terribles de celebrar por fin algo grande con la Real.
Claro que he vivido grandes tardes viendo al equipo txuri urdin. Épicas victorias antes rivales históricos y de una calidad superlativa. Vi a una Real gloriosa ganar 0-4 en el Bernabéu o 4-2 al Madrid de los galácticos en Anoeta. He visto partidos muy felices, como alguna salvación del equipo cuando coqueteaba con el descenso. Pero no he sentido en mi interior una alegría de las de verdad, de esas que quedan escritas en los libros, no ya de Historia txuri urdin, sino del fútbol. Un título o un ascenso son los dos únicos eventos que pueden alcanzar esa categoría. No viví Puertollano. No estuve en Gijón. No pisé las gradas de Atotxa un año después. Ni siquiera tengo más que unos recuerdos poco claros de Arconada deteniendo aquel penalti que nos dio la Copa.
Y, en cambio, estuve en Vigo llorando sin consuelo por una Liga perdida, y una semana más tarde en Anoeta para celebrar sólo un subcampeonato tan meritorio como amargo. Pasé bajo un intenso sol y una gran tristeza el mal trago de Valencia, el descenso de la Real después de 40 años en la élite, tras quedarme helado, sin palabras y más desolado que nunca cuando Savio falló aquel penalti una semana antes. Sufrí en directo el varapalo de Vitoria y la pérdida de aquel ascenso que ya acariciábamos. Todos los malos días de la Historia reciente. He estado en todos. Y por mucho dolor que me causaran, por mucho que arrugaran mi corazón txuri urdin, ninguno de ellos ha provocado que quiera dejar solo a este equipo. No lo voy a hacer, sean cuales sean sus circunstancias.
Ahora, por fin, estamos en la antesala de una alegría. Once jugadores, siete en el banquillo, otros tantos en la grada, un cuerpo técnico, una directiva, 32.000 personas en el campo y miles más en bares y casas de los más insospechados rincones del mundo vamos a celebrar el domingo el ascenso. Perdonadme que me adelante, porque es verdad que no está conseguido y que hay una posibilidad de que no se consiga. Sé que el equipo no va a caer en esta euforia, porque me lleva demostrando toda la temporada que se puede confiar en él. Pero yo no puedo contenerme y pienso en el ascenso, en la fiesta, en la celebración. Y creo que es por la inmensa felicidad que me provoca este ascenso de la Real. De mi Real.
3 comentarios:
Aunque no te conozca personalmente, una de las personas de las que me acordaré cuando Teixeira pita el final del partido, será de tí. Por ser un realista de fuera de Guipuzcoa, y por estar siempre ahí en los momentos buenos, y sobre todo en los malos. Ojalá pueda darte un abrazo y celebrar el ascenso y el titulo de liga. Gracias por tu blog
Te entiendo pero yo hasta que no sea matemático no me doy por ascendido, en el fútbol pasan cosas raras. Estoy seguro que los jugadores van a salir muy concentrados, me gustaría ganar para celebrar también que somos campeones aunque sea de 2ª.
Ojala puedas disfrutar en vivo de un gran triunfo, un ascenso en estos momentos es el esencial para el futuro del club.
Somos muchos los realistas de fuera de Guipuzcoa que sentimos a la Real muy fuerte. Yo estaré en el Alcoraz con mi radio atento a lo que pase en Anoeta, ojala a las 8 Donosti sea una gran fiesta.
Además este blog se merece ser de 1ª coño.
Jon Ander, no sabes lo mucho que me ha emocionado tu comentario, muchas gracias por tus palabras, de verdad. Imagino que serás guipuzcoano. Estaré el domingo allí, si quieres contactar conmigo, tienes mi email en mi perfil. Y si eres de otro sitio, seguro que encontramos algún partido para conocernos.
Cityground, también muchísimas gracias a ti, porque sé cuánto tiempo llevas al pie del cañón en este pequeño rincón txuri urdin, y sé lo que sientes a la Real. También sé que tú prefieres la cautela. Normalmente yo también, pero ya no puedo mantenerla... ¿Cuánto queda para el domingo...? Suerte a tu Huesca y suerte también al Cádiz, a ver si los dos pueden mantenerse.
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