Después de la gran victoria ante el Hércules, muchos han hablado del partidazo sin el premio del gol que hizo Bueno. Muchos han lanzado comparaciones entre Zurutuza y Zidane. Muchos han alabado el planteamiento y el carácter que le puso al partido Martín Lasarte. Muchos de la exhibición de Mikel González. Otros han querido hablar del debate, aparentemente zanjado, de la ausencia de Xabi Prieto y sus repercusiones para el juego de la Real. Otros más del control de Griezmann en la jugada del gol, o de Nsue por ser su autor. Y otros tantos, del paradón de Zubikarai que impidió el empate de los alicantinos. Pero hay un jugador de la Real, que estuvo sobre el césped de Anoeta aunque no jugó, del que nadie ha hablado esta semana. Asier Riesgo. Todos los demás pudieron hablar sobre el campo, y lo hicieron. Yo voy a hablar de él, del portero que se quedó en el banquillo.
No debió de ser un trance fácil para él el partido del pasado fin de semana. Cuando se abre la posibilidad de jugar y ves que no juegas, más en el caso del portero, las sensaciones tienen que ser complicadas de manejar. Al final me quedo con la sensación de que Asier Riesgo es un gran guardameta que no ha tenido suerte hasta ahora. Pero no sólo hablo de esta temporada, hablo de toda su carrera en el conjunto realista. Llegó al primer equipo cuando las penurias económicas ya empezaban a hacer estragos en el club y se apostó por subir del Sanse a un grupo de prometedores canteranos. Ahí estaban, al comienzo de la temporada 2004-2005 los Garrido, Mikel Alonso, Xabi Prieto, Labaka o Gari Uranga. Pero el más titular de todos, desde el principio, fue Asier Riesgo. Tenía una buena hoja de servicios, era ya internacional sub-21 y parecía que podía coger el testigo de Alberto en la portería y convertirse en el próximo gran guardameta de la cantera.
Todo le salió mal casi desde el principio. La primera temporada con Amorrortu en el banquillo no fue mal, pero en la segunda encajó muchísimos goles. Demasiados para que su confianza permaneciera intacta o para que las dudas no llegaran a parte de la afición. Sin embargo, fue titular con todos los entrenadores, con Amorrortu primero, con Gonzalo Arconada después y finalmente con José Mari Bakero. Pero éste, en su doble faceta de director deportivo y entrenador, optó por fichar un portero para la siguiente campaña, la 2006-2007. Ese portero era Claudio Bravo. Y, pese a todo, Riesgo empezó jugando. El horrendo inicio de temporada se lo llevó por delante un poco antes que al propio Bakero. No era el culpable, pero era fácil que cargara con los platos rotos. Perdió la titularidad en la séptima jornada. Lotina no se la devolvió. Y aún así fue el portero que defendió la meta de la Real en la triste jornada del descenso. No jugó en todo el año, pero se comió ese marrón. Mala suerte.
En Segunda, fue titular en su primera temporada. Hizo un trabajo espléndido. Pero la suerte le esquivó otra vez. Es el portero de Vitoria, el del no ascenso, el de la tarde más triste de la historia reciente. La Real le cedió al Recreativo, y cuajó un año espléndido. En Primera, ante los mejores. Y ahora que hemos hablado tanto del tiempo que llevaba un portero de la Real sin parar un penalti, igual viene bien recordar que él detuvo dos para el Recre en un mismo partido. Pero su equipo bajó a Segunda. Mala suerte otra vez. Su ausencia la aprovechó Bravo para hacer historia y ganar el Zamora y, de paso, un trocito del corazón de cada aficionado. Qué difícil es volver así a casa, cuando otro ya te ha quitado el puesto. Se le quiso vender, como a Bravo, pero la Secretaría Técnica no consiguió colocar a ninguno de los dos. Bravo era el titular, pero Riesgo empezó siendo el segundo, por delante de Zubikarai. Y lo hizo muy bien supliendo al chileno. Pero en el mercado invernal trató de salir y no lo consiguió. Mala suerte. Y ahora el banquillo desde aquí hasta, seguramente, el final de sus días como txuri urdin.
Casi todo ha jugado en contra de Riesgo. Al principio pagó la inexperiencia, más seguramente del equipo que la suya propia. Después sufrió la incomprensión de parte de la afición (¿por qué seguimos haciendo tan alargada la sombra de Arconada para todo portero que salga de Zubieta?). Parte de la prensa no se ha portado bien con él, dando a entender que su mirada siempre estuvo fuera de la Real cuando dentro del campo se ha portado siempre con una profesionalidad exquisita. Tuvo un error, sí, cuando Bravo renovó por la Real y Asier dijo que pediría explicaciones a su compañero, al que ya veía fuera del club como tarde el próximo verano, dejándole así vía libre para recuperar la portería. Antes de eso, algunos ya habían provocado que Riesgo fuera silbado en Anoeta. Sin motivo en realidad. Él siempre ha dicho que quiere jugar en Primera. Con la Real, si puede ser. Se le pitó sin entender que un traspaso hubiera sido bueno también para el club, que tiene tres porteros de Primera y dos no pueden jugar.
No sé si el club ha hecho todo lo posible por renovar también a Riesgo o si dejar que su contrato languidezca hasta el final sin hacer más movimientos que esperar supone librarse un problema. Lo que sí sé es que Riesgo no se merece la animadversión de ningún realista. No tiene la mía. Al contrario, tiene mi admiración. Bajo los palos ha hecho todo lo posible, y a veces lo imposible. Fuera de los campos sólo tuvo un desliz, el ya mencionado. Tengo la sensación de que sobre Asier se ha creado un estado de opinión (que quiere salir de la Real a toda costa) que no es cierto. Sin la actual crisis financiera del fútbol, a Asier se lo habrían rifado equipos de Primera y habría hecho un gran servicio a un club en ruina. Es mucho mejor que buena parte de los porteros que están en la máxima categoría del fútbol español. Pero no tiene suerte. Ni siquiera para que alguien se haya acordado de él esta semana, seguro que una de las más difíciles para él desde que llegó al primer equipo. Parece que se marchará en junio. Ojalá que donde vaya tenga por fin esa suerte que hasta hoy le ha faltado.
2 comentarios:
La verdad que yo con Riesgo tenía una doble sensación:
- Cuando los planos de televisión eran largos parecía segurísimo y con movimientos de porterazo.
- Pero cuando eran los planos cercanos su cara decía otra cosa, parecía que sólo le faltaba llorar, que sufría, y si tú estás cerca de él jugando a ti como defensa no te da confianza.
Es un portero muy bueno(sus dos últimos años así lo demuestran), pero se hunde con los fallos. Por ejemplo Valdés ha tenido muchísimos fallos y ahí está (aunque suene fuerte, para mi Riesgo no es peor que Valdés).
Es verdad que la suerte tampoco le ha acompañado pero a partir de ahora quien sabe, también Bravo estuvo un año sin jugar como suplente de él mismo y ahora es un héroe(hasta marca goles)
Javi, puede que tengas razón y Riesgo despiste con su aspecto, pero estoy contigo, tiene condiciones de sobra para equipararse a los mejores. No sé si se hunde con los fallos, pero es verdad que ha padecido mucho en la Real y no siempre por su culpa. Yo creo que remontará el vuelo, aunque seguramente sea lejos de la Real.
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