La Real afronta ante el Nastic (domingo, 12.00 horas, Anoeta; Canal +) una prueba de madurez. Ese es el término que empleó el propio Martín Lasarte en su rueda de prensa semanal y ese es, sin duda, el más adecuado para definir lo que espera esta jornada. El equipo ya viene dando muestras de madurez durante toda la temporada, pero después de tres semanas sin ganar, con la ausencia de cuatro titulares y ante el mejor visitante de la categoría, es madurez lo que tendrá que demostrar una vez más. La demostración la tendrá que hacer todo el equipo, pero sobre todo la defensa, que es la línea con más bajas y con mayor riesgo de que se prolonguen en el tiempo ante la inminencia de sanción para los dos centrales. Ganar rompería muchos miedos y acercaría un poquito más a la Real a Primera.
Cuatro son los titulares habituales que no podrán estar ante el Nastic. A las ya conocidas ausencias de los dueños de la banda derecha durante toda la primera vuelta, Dani Estrada y Xabi Prieto, se suman las de Mikel González y David Zurutuza, que no estarán con seguridad ni esta jornada ni la próxima (veremos si se pieden alguna más). La baja del central es más problemática, ya que es quien ha usado el técnico como comodín ante la falta de efectivos (o de confianza en alguno de ellos en algún tramo) en los laterales. Con lo que tiene Lasarte, no parece posible otra defensa que no sea la formada por Carlos Martínez, Labaka, Ansotegi y De la Bella, con Sarasola en el banquillo. Tanto Ansotegi como Labaka tienen cuatro tarjetas. Esnaola, su único recambio natural en el primer equipo, sigue quedándose fuera de las convocatorias, por lo que una sanción a cualquiera de ellos pondría a prueba la confianza que Lasarte pueda tener en él o la capacidad de adaptación que otros jugadores (Carlos Martínez, Elustondo, Markel) puedan tener al puesto de central.
En el centro del campo es donde se recogen todas las dudas que pueda tener Lasarte para confeccionar su once. Durante la semana ha probado con una pareja de mediocentros formada por Diego Rivas y Aranburu, respondiendo así a la posibilidad de que Elustondo se quede fuera. Sin embargo, el técnico dedicó elogios al propio Elustondo en la rueda de prensa y recordó que parte de su rendimiento se ve afectado por los jugadores que tiene alrededor. O, mejor dicho, por los que ahora mismo no tiene. En la línea de tres mediapuntas, el único que parece tener el puesto asegurado es Nsue. Griezmann también parece probable que ocupe la banda izquierda y el jugador que se mueva por el centro podría ser Aranburu, en caso de que Lasarte continuara con sus dos mediocentros predilectos, o incluso Sergio, que vuelve a la convocatoria. Songo'o parece que esperará minutos en el banquillo. Bueno, ya pichichi del equipo con siete goles y dos jornadas consecutivas marcando, seguirá como delantero único.
A pesar de la racha de tres jornadas sin ganar, la Real sigue mantienendo una sustancial ventaja con respecto a los equipos que buscan meterse en la zona de ascenso. Ocho puntos separan al conjunto txuri urdin del cuarto clasificado, un Levante que recibe al Celta, y que tiene los mismos puntos que el Numancia, que juega en casa ante Las Palmas. Los realistas tienen 44 puntos, los mismos que el líder, el Hércules, que recibe al Villarreal B (empatado a puntos con Levante y Numancia pero sin posibilidad de subir). Tras dos jornadas sin ganar en Anoeta, la Real busca retomar la senda del triunfo y soñar con una racha similar a la de la primera vuelta (ocho victorias consecutivas, récord histórico en Anoeta) que le dejaría a las puertas del ascenso. En Anoeta, los partidos a las doce de la mañana son por el momento sinónimo de victoria local. Ojo al tiempo y la helada que en la noche del sábado podría complicar el maltrecho estado del césped de Anoeta, que será replantado aprovechando los dos partidos como visitante que le esperan al equipo.
La Historia dice que el Nastic no ha ganado jamás en San Sebastián, como tampoco lo había hecho hasta hace tres semanas el Elche. Que eso sirva de aviso. En Primera División, tres visitas y otras tantas victorias de color txuri urdin, la última de ellas en la temporada del descenso (Real y Nastic se fueron a Segunda de la mano), la 06-07, por 3-2. Fue la primera victoria en Liga de los realistas, y eso que la competición transitaba ya por la jornada 15. En cambio, los números de los tarraconenses no son tan malos en Segunda, donde han arrancado dos empates de los cuatro partidos jugados. De hecho, esos dos empates se produjeron en las dos últimas visitas del Nastic, ambas en este periplo por la categoría de plata que vive su tercer capítulo. La mayor goleada realista al equipo catalán fue el 5-0 de la temporada 45-46, militando ambos conjuntos en Segunda. Pérez, Unamuno, Pedrín, Ontoria y Vázquez fueron los autores de los goles aquel día.
La pasada temporada, Real y Nastic empataron a cero. Y gracias a un Zubikarai que se salió, con cuatro paradas antológicas, una de ellas doble, que permitieron que los catalanes no marcaran. La Real venía de ganar cuatro partidos consecutivos y soñaba todavía con reengancharse a la lucha por el ascenso, pero el Nastic frenó su trayectoria. La mejor ocasión realista para ganar el partido fue un penalti que Abreu falló. Fue el único lanzamiento entre los tres palos del equipo local, y por desgracia no fue precisamente un reto para el portero tarraconense. El Nastic, en cambio, tuvo ocasiones de todos los colores, en jugada, en contraataque, a balón parado, y demostró que si algo tenía la Real era un portero de garantías, incluso aunque Bravo, recién llegado de partidos con su selección, se quedara en el banquillo aquel día. Sergio sufrió una lesión y eso terminó de secar el poco fútbol que la Real puso sobre el césped.
En la primera vuelta, la Real consiguió una afortunadísima victoria sobre la bocina por 1-2. Su fútbol mejoró con respecto a las tres primeras jornadas, pero el triunfo y los tres puntos no hubieran volado a San Sebastián de no ser por el árbitro. En el descuento, Carlos Bueno realizó un desesperado disparo desde una posición escorada, el balón se escurrió por debajo del cuerpo del portero pero éste reaccionó a tiempo de cazarlo sobre la línea. El árbitro dio gol. No lo fue, pero valió. Fue el primer gol del uruguayo, que dio una victoria que comenzó a apuntalarse con el gol de Agirretxe, ya el cuarto de la temporada en otras tantas jornadas. Nsue y Xabi Prieto fueron de lo mejor de una Real que debió ganar antes el partido por las ocasiones acumuladas, pero que estuvo cerca de dejarse dos puntos por el golazo encajado.
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