Más, esta Real quiere y va a por más (domingo, 17.00 horas, Montilivi; Canal + Liga y Gol TV). La visita a un equipo que lucha por la permanencia en Segunda se presenta como una oportunidad perfecta para seguir aumentando las distancias con respecto a los conjuntos que quieren subir, para reafirmar el buen juego demostrado ante el Nastic, para mejorar los números como visitante y para comenzar una parte del campeonato exigente y que, en poco más de un mes, nos dejará muy claro dónde estará la Real para afrontar el tramo final de la Liga. Martín Lasarte lo ha dejado claro: es un momento para dar otro golpe en la mesa que entierre definitivamente las dudas que algunos pudieran tener tras la ya cerrada racha de tres jornadas sin ganar. Es el momento de apuntular ya el ascenso.
La convocatoria del técnico realista sólo tiene una novedad, el regreso de Mikel González en lugar del sancionado Labaka. Eso evitará a Lasarte el principal quebradero de cabeza que le podría haber supuesto esta jornada, la formación de la defensa. De esta manera, lo normal es que la línea de cuatro la formen Carlos Martínez, Mikel González, Ansotegi y De la Bella, sin necesidad de algún experimento novedoso como colocar a un mediocentro de central o dar la alternativa y sus primeros minutos en la temporada a Esnaola, que seguirá esperando su oportunidad pero que no entra en la convocatoria. El único defensa que estará en el banquillo será Sarasola. Bravo, por descontado, seguirá ocupando la portería txuri urdin y, aunque no haga falta decirlo, no es probable que repita en Girona la experiencia de lanzar una falta.
Delante de ellos, y como Lasarte no recupera todavía a ninguno de los lesionados de esa zona (Xabi Prieto y Zurutuza, que podrían estar para el partido de la próxima semana en Huesca), no se esperan cambios. Diego Rivas y Elustondo formarían la dupla de pivotes, por delante de ellos se moverán Aranburu en la mediapunta y Griezmann y Nsue en las bandas, y Bueno volvería a ejercer de delantero único. Agirretxe, tras un comienzo de Liga demoledor, se ha ido apagando poco a poco y no ha aprovechado demasiado las breves presencias sobre el césped que ha ido teniendo. Junto a él, esperarán más minutos Songo'o o Sergio. A tenor de las palabras de Lasarte en rueda de prensa, quizá uno de los primeros cambios en Girona o en próximos partidos sea Johnatan Estrada.
El empate de ayer del Levante en Elche ha colocado ya la cuarta plaza a siete puntos de una Real que comienza la jornada como colider con 47 puntos y que, de no ganar el Numancia, podría aumentar el hueco hasta los diez puntos. Cuando salte al terreno de juego de Girona ya sabrá lo que han hecho Betis (el único que juega en casa esta jornada), Cartagena y Hércules, lo que dejará un panorama bastante claro de las aspiraciones de la Real en esta jornada. El equipo txuri urdin comienza un tramo de campeonato interesante, que definirá sus opciones. Primero jugará dos partidos seguidos fuera de casa, en Girona y Huesca, y después, recibirá consecutivamente en Anoeta a tres rivales directos por el ascenso: Numancia, Levante y Hércules, con las visitas a Salamanca y Córdoba entre medias. Para entonces, para el 4 de abril, a más de dos meses para el final de la Liga, la Real ya tendrá una valoración muy exacta de sus aspiraciones reales esta temporada.
La estadística señala que Girona no es precisamente una ciudad afortunada para la Real a lo largo de la Historia. Sólo la ha visitado en Segunda División, lo cual ya dice mucho, y en cuatro ocasiones hasta la fecha. Sólo ha vencido en una de ellas, en la lejanísima temporada 42-43. Fue por 1-2, con goles de Ontoria y Unamuno. Aquella campaña, el conjunto txuri urdin, entrenado por el mítico Benito Díaz, logró el premio del ascenso a Primera. El cuadro histórico lo completan dos victorias locales y un empate, la temporada pasada. El Girona llegó a golear a la Real por 4-1 en la temporada 48-49, siendo ese su triunfo más abultado ante el conjunto txuri urdin.
El encuentro de la pasada temporada fue un triste empate a cero. A la Real de Lillo le seguían pesando las ausencias por lesión de Xabi Prieto y Elustondo y no era capaz de crear demasiado juego ni muchas oportunidades de gol. Para colmo, el partido acabó con la expulsión de Marcos por doble amarilla. Vio ambas tarjetas por caídas dentro del área del Girona que el árbitro no señaló como penalti. Después de un buen inicio de temporada, la Real acumulaba cinco jornadas sin ganar y cuatro sin anotar un solo gol, verdadero problema del equipo durante toda la temporada pero especialmente durante la primera vuelta. Necati entró en la segunda mitad pero ni siquiera se acercó al gol. Como durante toda la temporada, en realidad.
En el partido de la primera vuelta, la Real todavía no se parecía del todo a esta Real que conocemos hoy. Segundo partido en Anoeta y segundo empate (al que habría que sumar la derrota cosechada en la Copa ante el Rayo). El estadio realista no era todavía un fortín, ni nada parecido. Agirretxe seguía en estado de gracia, marcaba los dos tantos del partido para el equipo txuri urdin y sumaba su cuarto gol en otros tantos partidos. Esta vez los pases fueron de Elustondo y Xabi Prieto. Se intuía esa Real soñada, pero no terminaba de dar el golpe, porque permitió que el Girona se adelantara por dos veces en el marcador. En cualquier caso, la Real seguía sin perder y la victoria en Tarragona una semana antes mantenía al equipo cerca de los puestos de arriba. Si la Real empata en Giron, seguirá calcando los números de la primera vuelta, números que colocarían a los de Lasarte en junio con 84 puntos. Y en Primera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario