Está la Real en Segunda y hoy no me importa. Porque hoy Darko tiene una dolencia cardíaca. Tendría que haber escrito antes, pero no podía. Porque le tengo tanto cariño que no quería creérmelo. La magnífica noticia es que con la operación que le han hecho en Donosti han solventado el problema. Pero los médicos le han aconsejado que deje el fútbol. ¡Y yo que todavía tenía la ilusión de verle con la camiseta txuri urdin! El fútbol es cosa de sueños, y yo soñaba con eso. Qué tontería, ¿verdad? Pero es que Darko me ha hechos soñar a mí con tantas cosas desde que en 1996 llegara a la Real que supongo que le debo ese sueño. Quién me iba a decir entonces que le cogería tanto cariño a ese delantero serbio que venía, como siempre sentimos que vienen los jugadores extranjeros, a quitarle el puesto a uno de la cantera.
He saltado 110 veces de alegría gracias a él. 110. No hay ningún otro jugador de la Historia de este equipo que me haya dado tantas satisfacciones. Satrus y el Pequeño Diablo, los únicos que pueden decir que han dado más alegrías a algún realista, me pillaron muy joven. A Darko le he visto desde que llegó a San Sebastián. Toda su carrera. Le vi saltar, como un coloso, en el Santiago Bernabéu, marcando un golazo de cabeza la primera vez que lo visitaba. Luego perdimos 6-1, pero aquel gol se me grabó para siempre en la cabeza. Cómo le gustaba marcarle goles al Real Madrid y cómo me hacía disfrutar con ellos. Como en la temporada del subcampeonato. Qué tarde aquella, Darko, qué tarde, y qué dos goles metiste. ¿Cómo te explicas que tu regreso a la Real me tuviera pegado al televisor para ver las pocas imágenes que daban de la presentación en algún informativo de la televisión? Yo te lo digo. Por la simple ilusión de volver a verte de txuri urdin.
Porque antes de marcharte me habías enseñado, nos habías enseñado a todos los realistas, tantas cosas... Me acuerdo de tus goles en la Copa de la UEFA. De todos ellos. Y de todos los que marcaste antes, los 17 que nos llevaron a esa competición europea. Los 16 que marcaste en Liga mientras intentábamos hacernos un nombre en Europa. Los ocho que metiste en media temporada, cuando te llamamos para que nos rescataras y acudiste sin pensarlo. Todos tus goles. Incluso el último. El que marcaste en Anoeta, ante el Celta, cuando todos, tú también, pensamos que era posible que siguiéramos en Primera. Tú no te rendías nunca, corrías como el que más. Y no te puedes imaginar cuánto se contagia eso. Bueno, sí, lo sabes, porque te lo hemos dicho muchas veces. En la grada de Anoeta, en la de cualquier otro campo. Y seguro que por la calle. Yo, las pocas veces que te he visto, te lo he dicho. Porque probablemente no le haya tenido nunca tanto cariño a un jugador de la Real. De mi Real.
Lloré contigo de emoción cuando marcaste el gol al Alavés, el primero desde que volviste, el que dedicaste a tu hermano. O con aquel al Depor, que iba para tu madre. O con aquel al Mallorca que rompía esa racha tan larga sin celebrar un gol. Yo no canté gol aquel día, yo cantaba "gol de Darko". Y lo repetía sin cesar. Lo importante no era ganar aquel día, y mira que lo necesitábamos. Lo importante era que marcaste tú. Lloré contigo de tristeza cuando te lesionaste en el tendón de Aquiles, cuando nos dijeron que nos dejabas sin tus goles durante toda una temporada. Sí, ya sé que teníamos a Nihat, pero, con todo el cariño que le tengo al turco, no fue lo mismo. Lloré de tristeza, apenas a unos metros de ti, cuando salías emocionado de Mestalla. Emocionado al vernos, incansables, tras el descenso a Segunda. Lloré desilusionado cuando fallaste aquel penalti ante el Depor que nos hubiera llevado por primera vez a la Champions. Y las lágrimas se me saltaron, de pura ilusión, al verte marcar el primer gol de la Real en ese competición. Estaba en Anoeta. En el fondo contrario. Eres una pequeña figura allá al final de Anoeta. Pero me hiciste feliz en aquel momento. Como a todos nosotros.
Tantas cosas nos ha hecho vivir Darko. Incluso cuando no te dejaron despedirte de la gente, de tu gente, yo seguía teniendo ganas de verte. Y canté el gol que casi marcaste, otra vez en el Bernabéu, ese que Casillas te sacó con una parada increíble. Con tanto tiempo en la Real, Darko se adueñó del 9. Nuestro 9. Su 9. Porque ya no me importa que cualquier otro jugador de la Real lleve ese número en la camiseta. Para mí el 9 siempre llevará escrito "Kovacevic" encima. Eso no impedirá que tenga tanto cariño, o a lo mejor incluso más, por quien lleve ese número en el futuro. Ahora lo lleva Iligo Díaz de Cerio y sueño con el día en que se vuelva a poner la camiseta txuri urdin. Espero estar allí para verlo y poder aplaudirle. Pero lo que él lleva es una herencia. La tuya. Mi 9 de la Real es Darko. Siempre lo será. Ánimo, campeón.
5 comentarios:
Que bonito, que momentos.
Con el 6-1 del Bernabeu, ese día me compre el chandal de la Real, y el lunes me lo lleve todo contento a clase, porque la Real no es un club cualquiera.
En Valencia, cuando estuvimos juntos…
Darko te mereces todo lo mejor, no se si alguna vez llegaras a tener una ligera idea de lo feliz que nos has hecho y que seguro que nos seguirás haciendo. Tu si que eres un corazón txuri urdin. Vamos campeón mucho animo.
Un abrazo, aupa chicos, vamos Neskas a por la copa.
El mejor 9 desde Satrustegui, una pena que el gran Darko tenga que retirarse así pero es lo mejor para su salud, ademas creo que en su familia tiene tristes antecedentes.
Gran goleador y luchador incansable, un ejemplo para todos los jugadores de la Real.
Ya lo dijo Darko cuando llegó a Donosti: "si Darko Gol, no Problem", y que razon tenia, en la mayoria de veces sus goles nos dieron puntos. Animo Darko!!!
Ante todo perdonen por no hacer mi comentario antes, pero está uno en mil cosas.
Las tardes que nos dio Darko fueron increibles,y ahora que se cree que no pueda volver a jugar, me gustaría que los grandiosos pensadores que tenemos como directiva enla Real, le dieran la oportunidad de que nos las brindara en el campo,aunque no sea con la pelota pero si allí sentado al lado de Lillo y Juantxo, por ejemplo.
A un goleador como el le debe doler verse en al banquillo, pero a lo mejor de esta manera puede echar un cabo a encarrilar nuestro regreso a primera.
Un saludo, y seguimos en la batalla
Me acuerdo de lo que me dijiste una vez, si el Madrid hubiera fichado a Darko en las temporadas de Figo y Zizou, o incluso con Beckham, hubiera marcado más de 50 goles. Siempre he pensado que tenías razón, seguramente habría marcado una época. Un carácter irrepetible y un ariete imparable.
Publicar un comentario