GRANADA 74 1 - REAL SOCIEDAD 2 Victoria vital en el descuento

Hoy la Real seguro que ha obligado a muchos a cambiar sus crónicas del partido. No voy a negar que yo mismo ya tenía un titular en la pantalla del ordenador y media crónica en la cabeza hablando de la incapacidad de este equipo para dominar los partidos que debe dominar. Porque el Granada 74 se ha quedado con diez jugadores en el último minuto de la primera parte. La Real ha luchado y ha demostrado mucha actitud ganadora durante los segundos 45 minutos, pero casi ninguna ocasión de gol. Y en esto, ya en el descuento, ha aparecido Díaz de Cerio y ha marcado. El 1-2. ¡Qué alegría! Tres puntos que obligan, de verdad, a pensar ya en las posibilidades de ascenso. La Real, con esta vital, importantísima e imprescindible victoria, se coloca a sólo tres puntos del ascenso. Y con un gol en el descuento. ¿Cuánto tiempo hace que no cantábamos un gol importante en estos minutos, tan fatídicos para la Real?

Cuando la historia haga justicia a esta temporada de la Real en Segunda tendrá que valorar muchas cosas, algunas incluso que se nos escapan a todos en estos momentos tan duros para los realistas. Porque es innegable que este tercio de la temporada no ha sido ilusionante, salvo en detalles muy puntuales (la irrupción de canteranos como Carlos Martínez o Castillo, la consolidación de Riesgo, algún partido de Markel...). Pero aún así la Real sigue viva y a tiro del objetivo de volver a Primera. Y entonces recuerdo que en la campaña en que aquel glorioso equipo se proclamo campeón de Liga, la 80-81, se llegaron a escuchar silbidos en Atotxa en algunos partidos de la primera vuelta. Y ya sabemos todos cómo fue aquel último partido en Gijón. Porque esto no es cómo empieza, es cómo acaba. Y para que esto acabe quedan todavía muchos meses.

Hoy sí, la Real ha roto algunas de las estadísticas negativas que le acompañaban esta temporada. Normalmente perdía puntos en el descuento; hoy ha ganado dos. Normalemente los delanteros mostraban una sequía preocupante; hoy han marcado dos de ellos, Delibasic y Díaz de Cerio, que según confesaba al final del encuentro era el tercer balón que tocaba. Bien por Iñigo, que regresaba después de la expulsión de Sevilla y de demasiados partidos sin continuidad. Normalmente muesta incapacidad ante rivales en inferioridad numérica... y hoy la ha mostrado durante muchos minutos, pero ha llegado el zarpazo justo al final. Normalmente es Riesgo el que salva los muebles; hoy parece que el gol del Granada 74, que parecía un centro más que un tiro, le ha pillado algo adelantado ("me la he comido un poco", admitió Asier al final) y no ha tenido demasiado trabajo. Normalmente los realistas acabamos el partido algo abatidos; hoy la explosión con el segundo gol ha sido inmensa.

Coleman sorprendió al no incluir finalmente en el once inicial a Gari Uranga, tal y como había apuntado en los entrenamientos de la semana y sólo ha realizado un cambio con respecto al partido de la semana pasada en Anoeta frente al Cádiz. Gerardo ha entrado por Castillo, el resto, los mismos. Y aunque se especuló con la suplencia de Delibasic, el delantero realista respondió. Primero con un lanzamiento al palo, el tercero ya de la temporada, lo que demuestra que algo de suerte le está faltando, y después con su segundo gol como realista. En la segunda parte dejó su puesto a Gari. Iñigo Díaz de Cerio, que también salió en la segunda parte, se confirmó como el máximo goleador de esta Real en Segunda.

El técnico galés acertó con un cambio táctico en la segunda parte, mandar a Xabi Prieto a la izquierda con la expulsión del lateral derecho granadino. Centros ha habido, casi todos los peligrosos han sido de Prieto, pero sigue costando crear ocasiones. Bien es verdad que era difícil hacer mucho fútbol en un campo tan pequeño como el del Granada 74 y lo mismo hay que pensar que estos campos pequeñitos le vienen bien a la Real. Recordemos el partido de Eibar, uno de los más serios que ha jugado el equipo txuri urdin este año. La Real, que fuera de casa estaba puntuando habitualmente, hacía mucho que no celebraba una victoria lejos de Anoeta. El 2 en la quiniela no se producía desde el 15 de septiembre, desde que los de Coleman ganaron en Las Palmas.

La importancia de la victoria hay que ponerla en relación a la tabla clasificatoria. No asciende la Real ningún puesto esta jornada, sigue novena, pero empata a puntos con el sexto clasificado y recorta dos puntos al tercero. Hércules, Granada 74, Celta, Real y Tenerife están empatados con 25 puntos. Por delante, el Elche tiene 26 y Sevilla Atlético (que no cuenta para el ascenso) y Sporting, tercero en la tabla, tienen 28. Estamos a tiro. También es importante porque con el gol de Delibasic se rompía una racha de 234 minutos sin marcar un gol, casi dos partidos y medio. Bien es cierto que el gol del Granada 74 ha dejado la racha de Riesgo imbatido en 290 minutos, pero la Real sigue siendo (otra vez igualado con el Sevilla Atlético) el equipo menos goleado de la categoría. Este equipo no pierde desde el 20 de octubre y, al margen de los excesivos empates que venía cosechando este conjunto, eso hay que valorarlo.

Empieza a ser hora de que la Real se crea que puede estar arriba. Si le preguntamos a cualquier aficionado realista, seguro que afirma tajantemente que a este equipo le cuesta mucho jugar contra diez. Pero la estadística no lo afirma tan claramente. En Liga (olvidando la negra jornada copera en Las Palmas), la Real ha jugado en superioridad cuatro partidos. Ha ganado tres y ha empatado uno (en casa contra el Celta, aquel frustrante partido en el que los celtiñas se quedaron con diez en el minuto 1). Tan mal piensa tanta gente que van las cosas y estamos a tres puntos de los puestos que nos permiten volver a Primera. Vaso medio lleno o vaso medio vacío, ya sabéis... Un triunfo ante el Tenerife será la mejor guinda para este año tan triste. Soñemos con ese regreso a Primera, soñemos, que estamos cerca de la Navidad, época de milagros y de buenos deseos.