A comienzos de 2001, tuve la oportunidad de entrevistar en Madrid a Salva Iriarte, en las semanas previas al último regreso de John Toshack a la Real Sociedad. De aquella entrevista que le hice, me quedé con dos expresiones. La primera, "yo soy un hombre del club". La segunda, que "cuando hay buenos jugadores (de cantera) van a jugar" por muchos foráneos que haya. Ambas expresiones, casi calcadas, las ha repetido hoy en la rueda de prensa que ha dado al regresar a Donosti como director deportivo de la Real. El regreso a su casa debe ser un punto de inflexión, el momento de volver a ilusionarnos con la Real, de recuperar esa ilusión que el descenso a Segunda ha mermado en muchos.
Reconozco que tengo una fe ciega en Iriarte y estoy convencido de que realizará un gran trabajo en su regreso. Quizá esa confianza se debe a que fue con él en el banquillo de la Real cuando de verdad empecé a aficionarme al fútbol y a la Real. Quizá por aquel glorioso 5-0 al Athletic de Bilbao que vivió desde el banquillo de Anoeta. Quizá porque fue cesado apenas unos meses después, cuando en la Real era un mal momento tener seis equipos por detrás en la Primera División. Quizá porque siempre ha sido un realista de toda la vida y porque me gustaba su apuesta futbolística.
Su primera rueda de prensa como director deportivo ha dejado claras las bases de su futuro proyecto y ha proclamado su responsabilidad inequívoca en la confección de la primera plantilla. Quizá por eso no ha querido anticipar las decisiones más esperadas por todos. No ha dicho si se ofrecerá continuar en el equipo a Kovacevic (que tiene ya una importante oferta de Grecia) y Rekarte (al que parece que quieren algunos candidatos a la Presidencia del Athletic de Bilbao); no ha dicho si se traspasará a Garrido (por el que también parecen suspirar en Bilbao) o Xabi Prieto (que tiene varios posibles destinos); no ha adelantado qué sucederá con los jugadores que el club ya ha declarado transferibles; y tampoco se ha aventurado a dar nombres de posibles fichajes. Eso sí, ha anticipado que uno de los mejores refuerzos para la Segunda División puede ser Skoubo, dando a entender que quiere que el danés se quede en la Real.
Salva Iriarte visitó la camiseta de la Real como jugador en 125 ocasiones y marcó 11 goles entre las temporadas 76-77 y 81-82. Aunque no muchos lo recuerden, era miembro del equipo que ganó las dos Ligas consecutivas a comienzos de los 80. En las categorías inferiores, como entrenador del Sanse y como segundo entrenador del primer equipo pasó más de una década. Se hizo con las riendas de la Real tras el cese de Toshack en la temporada 94-95. Irureta le relevo apenas un año después. Volvió al Sanse y volvió después al primer equipo de la mano del galés. Cuando éste fue de nuevo cesado, Salva Iriarte salió de la Real tras 34 años en el club. Hasta hoy. Bienvenido a casa, Salva.
3 comentarios:
Mucha suerte con Iriarte.Aqui empezareis a formar el equipo para ascender.
A ver si no te equivocas y conseguimos una gran "era Iriarte".
Saludos
creo que empezamos mal vendiendo a mikel al bolton,quien va a saltar al campo en su lugar?de la peña tal vez?ahora mismo en la real todo es transferible.que ha sido de darko?...vergonzoso
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