Oyarzabal, en el partido de la temporada pasada, la 2018-2019. |
A nadie se le escapa que la brutal desigualdad que la Liga ha impuesto a la Real con los horarios, privando al equipo txuri urdin del descanso que sí han gozado sus rivales por Europa, ha terminado de machacar a una plantilla que ha llegado muy justa de gasolina y con diversas molestias y lesiones, pero igualmente hay que destacar el enorme compromiso de todos por seguir peleando pese a todo. Las bajas de Illarramendi, Guevara, Sangalli y Januzaj se dan por seguras, Zaldua parecía que se iba a perder ya la temporada y sin embargo está a las órdenes de Imanol, lo mismo que Barrenetxea, que no solo protagonizó una recuperación en tiempo récord sino que ha protagonizado dos buenas actuaciones en los dos últimos partidos. Y los potrillos del Sanse están igual de comprometidos, aunque la absurda limitación legal ha impedido que alguno de ellos tenga más minutos todavía. Imanol, con este panorama, es lógico que esconda sus cartas retrasando lo más posible la lista.
Y lo mismo se puede decir de la alineación, toda una incógnita. Da la sensación de que Moyá terminará la temporada bajo palos. Llorente y Le Normand repetirán en el centro de la zaga, Zaldua podría reaparecer por la derecha si su recuperación es total, en caso contrario repetirá Gorosabel, y el estado físico de Monreal determinará si está para salir de inicio en la izquierda. Zubimendi, la gran noticia del final de temporada, y Zubeldia se juegan el primer puesto del centro del campo, el segundo es de Merino y el tercero lo determinará el estado físico de Odegaard. Si no juega, le sustituirá el incombustible Oyarzabal. Portu y Barrenetxea estarían en ese caso por delante. En punta, Imanol tendrá que decidir entre seguir forzando con Isak o dar continuidad al gol que Willian José marcó en Villarreal.
La victoria en la pasada jornada permitió a la Real sumar 54 puntos y mantener la séptima plaza, además de colocarse a tres puntos de los castellonenses, con el average particular empatado y con tres goles de desventaja en el general para el cuadro txuri urdin. El Getafe tiene los mismos puntos que la Real, pero en caso de empate siempre quedará delante. Y el Athletic, principal perseguidor ahora de los de Imanol, está a trespuntos. El Sevilla, cuarto, ya es equipo Champions, y tiene 66 puntos, los mismos que el tercero, el Atlético. La Real ha ganado dos partidos desde el reinicio, el Sevilla viene de su mejor racha en Primera sin perder, trece encuentros. Solo Real Madrid y Barcelona han marcado más goles en casa que el cuadro txuri urdin, 33 en 18 partidos, pero ha dejado escapar puntos en la mitad de esos duelos, tres empates y seis derrotas. El equipo andaluz solo ha marcado menos goles como visitante que el Barcelona, lleva 28 en 18 partidos y no pierde fuera desde el 2-1 ante el Celta, tras el cual ha sumado tres victorias y tres empates.
La historia da un balance claro a favor de la Real en sus duelos ante el Sevilla en terreno donostiarra. Han sido 60 los encuentros jugados entre ambos equipos, siempre en Primera División, y el conjunto txuri urdin se ha impuesto en 35 de ellos, con siete victorias de los andaluces y 18 empates. La mayor goleada realista es el 5-0 de la temporada 1949-1950, con Epi, Caeiro, Basabe y Pérez Payá como anotadores, el último de ellos por partida doble. El Sevilla, por su parte, logró su triunfo más holgado en la temporada del último descenso realista, la 2006-2007, cuando ganó en Anoeta por 1-3. Desde que se produjo el último ascenso, en 2010, la superioridad realista es aún más clara, ya que ha ganado cinco de los nueve partidos disputados, con dos victorias sevillistas y dos empates. En ese tiempo, el Sevilla ha marcado al menos un gol en Anoeta en siete de esos nueve encuentros.
En el último precedente, la pasada temporada, la 2018-2019, Real Sociedad y Sevilla empataron a cero en un encuentro más bien flojo en el que casi destacó más lo extradeportivo, el estreno de la discutida versión ralentizada del himno que finalmente se retiró y el homenaje a Luca Sangalli después del ictus que sufrió. Sin demasiadas ocasiones en ninguna de las dos porterías, hubo un cierto dominio del Sevilla en la primera mitad, con una buena parada de Moyá en la mejor llegada de los visitantes, y mayor claridad realista tras el descanso, que bien pudo adelantarse en el primer acto con una espléndida internada de Aritz por la derecha. Januzaj tuvo la ocasión más clara por parte del equipo txuri urdin para desnivelar el encuentro, pero sus malabarismos dentro del área encontraron un disparo desviado para acabar la jugada. El Sevilla lo intentó a la contra, pero ni siquiera encontró la portería realista.
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