viernes, mayo 31, 2024

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2023-2024 (5) Imanol, su temporada más complicada

Si para la Real ha sido un año complicado y exigente, es evidente que el principal afectado por esa situación es Imanol Alguacil. Y se ha notado, porque, aun dentro de su particular estilo personal, este es seguramente el año en el que más ha alzado la voz ante determinadas circunstancias, del calendario, de los arbitrajes y de la confección de la plantilla y su rendimiento. Nada demasiado grandilocuente, porque Imanol, siempre lo dice, no es un entrenador que busque excusas, dejando casi siempre la autocrítica para que se escuche dentro del vestuario y no ante los medios.

Eso es verdad que dificulta el análisis en profundidad sobre ciertas decisiones que el técnico haya podido tomar durante el año, que al final son las que encuentran eco en los medios de comunicación y las redes sociales, las que por alguna extraña razón hacen necesario que haya que reivindicarle año tras año, pero no podemos perder de vista lo fundamental: que Imanol ha incorporado a la Real un gen competitivo descomunal. No hay otra forma de entender que haya instalado al equipo txuri urdin en la parte alta de la tabla de manera casi ininterrumpida durante los cinco años completos que se ha sentado en el banquillo realista. Es el máximo responsable de que la Real se haya clasificado para competiciones europeas por primera vez en su historia y así hay que reconocérselo.

Las expectativas de esta temporada eran muy altas, y es cierto que ha habido dos mazazos emocionales que afectaron y mucho a la visión del aficionado: que se perdiera la opción de jugar otra final de Copa y que el sueño de seguir vivos en la Champions se esfumara con relativa facilidad. Eso también ha hecho que se viera con más claridad que el juego del equipo, desde un punto de vista preciosista, se haya situado en uno de los puntos más bajos de la etapa de Imanol en la Real. Pero incluso así, con un equipo agotado, con lesiones acechando durante todo el curso, Imanol ha creado un ejército de gladiadores que se dejan la piel en cada partido y que, ojo, en los momentos clave de la temporada han dado la cara y sumado lo necesario para llegar a los objetivos cuando seguramente muchos ya no confiaban en ellos.

La Real de Imanol se ha ido transformando con el tiempo, ya no es la misma que vimos antes de la pandemia, pero los cambios han sido progresivos y, de alguna manera, naturales. Su fútbol ofensivo se ha visto resentido esta temporada por la alarmante falta de gol. El técnico, no obstante, no ha parado de buscar variantes, tanto tácticas, con esquemas distintos, también amoldados al escenario y al rival, y probando a sus jugadores en distintas posiciones. Que se lo digan a Oyarzabal, que se ha movido en todas las variantes de ataque y acompañado de casi todos sus compañeros. Esto mismo es lo que ha llevado a la Real a ser uno de los equipos con mayor número de goles anotados a balón parado. Brais incluso ha marcado tres goles de falta, y a final de temporada, con Turrientes como mayor exponente, se ha visto al equipo con más ganas de probar desde fuera del área, en contraposición a la seña de identidad previa que era casi llevar el balón hasta la portería rival.

En defensa, las sensaciones también pueden ser distintas a la realidad. Puede parecer que la Real ha perdido entereza defensiva porque se le han ido bastantes puntos contra equipos de teórica menor entidad y en los últimos minutos, pero a la vez su portero, Remiro, ha luchado por el Trofeo Zamora hasta la última jornada y ha dejado su portería a cero en más de veinte partidos de la temporada, merced a un trabajo defensivo en el que participan todos, desde la presión y desde las faltas cuando son necesarias. Todo esto no se consigue sin un intenso trabajo entre semana, sin una planificación estratégica y sin hacer que toda la plantilla acompañe en la idea de juego, y eso, sí, es otro de los méritos de Imanol.

Puede que su gran debe de la temporada, en todo caso, haya sido la gestión de la plantilla, pero no en lo que se puede ver en un primer vistazo superficial a la temporada, las rotaciones en sí mismas, sino en los efectos que ha conseguido. Más que en otras temporadas, los datos arrojan que no ha sido capaz de hacer jugadores que estaban llamados a marcar una diferencia dieran lo mejor de sí mismos, como Cho antes de abandonar el barco o un Sadiq que tiró la toalla antes de tiempo. Y quizá este año haya sido en el que más complicado lo haya tenido Zubieta para brillar en el primer equipo. No siempre, claro, y ahí están los jugadores ya consolidados en el equipo, pero la presencia de Díaz de Zarate u Olasagasti ha sido testimonial, incluso la de Turrientes durante algunos tramos de la temporada, y eso se une a las salidas en verano de Gorosabel, Guevara, Sola, Navarro o Karrikaburu, ya sea como traspasados o como cedidos.

Es obvio que Imanol ha tenido preferencias claras y que hay jugadores a los que le ha costado sustituir. Zubimendi ha sido el ejemplo más claro, ya que es el que menos ha podido descansar. ¿Están las lesiones que sufre la Real detrás de esta exigencia? Eso es algo que no podemos saber a ciencia cierta, aunque el debate esté en las tertulias de los aficionados. De lo que sí podemos dar fe es de que las dolencias físicas han lastrado mucho a la Real, esta temporada más que nunca, han impedido que sus figuras pudieran tener el descanso necesario en los tramos menos exigentes del curso e incluso que algunos jugadores llegaran a coger el punto óptimo de forma en toda la temporada, caso de Silva u Odriozola. Llegar al final de la temporada con jugadores vitales como Merino, Zubimendi, Oyarzabal o Brais en un estado de agotamiento palpable es un riesgo enorme.

¿Podría jugar la Real como lo hace sin esa exigencia física? Seguramente no, y quizá la gran innovación que necesita el equipo no se refiere a su entrenador y sus capacidades, sino a la perfección de una preparación que permita ir un punto más allá. Con Imanol, lo que está claro, es que hay bajones en la temporada que se repiten año tras año. La duda es cómo solucionarlos o, al menos, cómo llevarlos a las semanas en las que menos daño puedan hacer en las aspiraciones del equipo. Imanol tiene cinco cambios para contribuir a esa tarea y aunque tampoco se ve una mala gestión en ese sentido, sí que hay que ser conscientes de que hay un cierto murmullo en la grada por la tardanza en dar la vuelta, o al menos intentarlo, en algunos partidos.

Es igualmente obvio que la idea de Imanol ha calado en sus jugadores y es eficaz. Juego desde atrás con un Remiro indispensable, presión alta arriba, mucho toque y reacciones contundentes para contrarrestar las pérdidas de balón, por mucho que ello haya supuesto un incremento en el número de las faltas que señalan los colegiados a la Real, hasta extremos que hace no tanto parecían insospechables en el equipo txuri urdin. Eso es una idea, una interiorizada y que todos los que juegan la defienden a muerte. ¿Puede haber mejor reivindicación que esta de un entrenador?

Año tras año da la sensación de que hay una cierta idea de que Imanol es un entrenador de transición, en formación y con más defectos de los que se le reconocen a técnicos de fuera, pero año tras año Imanol se consolida todavía con más fuerza, sigue llevando a la Real hasta donde se espera que se mueva en la parte alta de la tabla, y ha conseguido llegar ya a un número de años en el banquillo que no se veía desde los tiempos de Ormaetxea. Por algo será. Imanol o barbarie, dicen por las redes sociales, y cada día que pasa, más en una temporada en el que en ese mismo escenario se ha hablado de cambio de ciclo de una manera muy apresurada, es una frase que cobra más sentido. Y es que encima ha salido de todo este trance con más fuerzas de continuar.

jueves, mayo 30, 2024

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2023-2024 (4) Los jugadores


1. Remiro (8)
Partidos jugados: 49. Titular: 49. Minutos: 4.386.
Amarillas: 2. Roja directa: 1.
Remiro ha sido con absoluta seguridad el realista más regular de toda la temporada. ¿Es un portero perfecto? No, pero el juego de la Real no podría ser el que es sin él. ¿Sus puntos débiles son conocidos? Sí, le cuesta atrapar balones y salir con contundencia. Pero no hay que olvidar que ha luchado por el Trofeo Zamora hasta la última jornada, y eso es porque traduce en respuestas muy serias las pocas veces que suele tener que intervenir en los partidos. Es más decisivo de lo que se le reconoce. Su cruz de la temporada estaban siendo los penaltis, la tanda contra el Mallorca pesó, pero paró el último al Betis.

2. Odriozola (3)
Partidos jugados: 15. Titular: 10. Minutos: 719.
Goles: 0. Asistencias: 1. Amarillas: 0.
Cuando un jugador pasa cinco años en el ostracismo, cuesta mucho volver al ritmo competitivo. Odriozola lo ha sentido en sus carnes este año. Lo que más se celebraba con él era que saliera de un partido ileso. Ninguno de los quince disputados fue completo y varias lesiones le impidieron estar cuando se le espera, sobre todo cuando Traoré se marchó a la Copa África. Casi intrascendente, una única asistencia en Copa y en Andratx, pareció llegar al final de la temporada en su mejor momento, tampoco nada exuberante. El próximo curso, decisivo para saber si ha sido una buena inversión.

2. Sola (-)
Partidos jugados: 2. Titular: 0. Minutos: 28.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Qué lejos queda su debut en el primer equipo, donde se mostró como un lateral ofensivo y deslumbrante. Con la recuperación de Odriozola y el fichaje de Traoré, era evidente que se quedó sin sitio en la derecha y por eso el club buscó una cesión al Alavés que ha resultado fructífera a media. No ha sido titular indiscutible, ha superado los 1.000 minutos con el conjunto babazorro y ha jugado más bien por delante del lateral, por lo que ha podido dar cuatro asistencias, tres de ellas en Liga. No parece claro que vaya a volver al primer equipo porque la situación no ha cambiado mucho.
 
3. Aihen (7)
Partidos jugados: 29. Titular: 18. Minutos: 1.751.
Goles: 0. Asistencias: 2. Amarillas: 3.
Otro año más, Aihen Muñoz partía como suplente. Otro año más llegó otro lateral izquierdo para jugar por delante de él, Tierney. Y otro año más, el bravo canterano demostró que tiene sitio en la Real, aprovechando todas las oportunidades que tuvo por las lesiones del jugador cedido por el Arsenal. El Aihen de la Champions es el mejor lateral izquierda que ha tenido la Real en años, firmando actuaciones dignas del equipo ideal de la primera fase de la competición. Qué lástima su lesión de cruzado, que le llegó cuando mejor estaba, porque contribuyó a generar más carga y cansancio en el equipo.
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4. Zubimendi (8)
Partidos jugados: 45. Titular: 41. Minutos: 3.734.
Goles: 4. Asistencias: 1. Amarillas: 5.
El capitán general de Imanol sobre el césped, el más insustituible de sus jugadores para el de Orio, incluso en circunstancias en las que pedía a gritos un descanso. Como a casi todo el equipo, la temporada le ha ido pasando factura, y sus últimos partidos no están a la misma altura de lo que mostró en la primera mitad del curso, y que hizo que también se convirtiera en un jugador importante para la selección. El dominio que tiene del centro del campo es notable, su visión de juego es impecable. Y este año ha destapado una capacidad anotadora notable, dando además puntos. Con un gol suyo, sólo una derrota, la del Sánchez Pizjuán. Imprescindible y, ojo, sin relevo claro.

5. Zubeldia (8)
Partidos jugados: 43. Titular: 42. Minutos: 3.698.
Goles: 0. Asistencias: 2. Amarillas: 15. Roja directa: 1.
Sencillamente espectacular la temporada de Igor Zubeldia, aunque se le hiciera algo larga y en el tramo final de su participación, antes de que una lesión muscular la impidiera jugar en las cinco últimas jornadas, cometió algún error de calado como el penalti ante el Almería. En la primera vuelta, se podría haber dicho sin miedo alguno que Zubeldia estaba en la élite de los centrales no solo de la Liga española sino de toda Europa. Tácticamente es un portento, y cada vez se le ve más seguro en los automatismos de central que en los primeros tiempos de su reconversión le costaban algo más y ahora ejecuta como si siempre hubiera sido central.

6. Aritz (5)
Partidos jugados: 25. Titular: 11. Minutos: 1.234.
Goles: 2. Asistencias: 0. Amarillas: 5.
La reconversión de Zubeldia y el ascenso de Pacheco le han convertido en el cuarto central del equipo. Los fichajes de Traoré y Odriozola, en el tercer lateral derecho. Su polivalencia ha hecho que juegue, pero ha sido adelantado por todos los flancos. Su participación este año, aunque superior a 1.000 minutos, ha sido bastante testimonial, y no ha dejado muchas razones para pensar que su papel tuviera que ser más importante. Incluso así, es uno de esos jugadores que nunca sobra en una plantilla para apagar fuego, pero hay que pedirle más porque en tiempos pasados lo dio.

7. Barrenetxea (6)
Partidos jugados: 39. Titular: 28. Minutos: 2.059.
Goles: 5. Asistencias: 2. Amarillas: 2.
Qué mal le sientan a Barrenetxea los parones y qué daño le están haciendo para mostrarse como el jugador que efectivamente es. Ese lo vimos en el primer terció de la temporada, un brillante extremo zurdo, desequilibrante, sin miedo a encarar y a chutar a puerta, muy activo y necesario. Pero tras las lesiones que ha sufrido, otra vez numerosas, y sobre todo después de la última, que le hizo perderse la vuelta de las semifinales de Copa y reaparecer sin nada que hacer en Champions contra el PSG, ha estado muy lejos de su nivel. Con continuidad, ojo al jugador que puede llegar a ser.

8. Merino (7)
Partidos jugados: 45. Titular: 39. Minutos: 3.600.
Goles: 8. Asistencias: 5. Amarillas: 14.
Puede haber sido la temporada más complicada para Merino, y se le ha hecho larga, sobre todo en la fase más decisiva. A cambio, lo da todo, juega hasta cuando parece que está cojo y sus ausencias son de las que se notan, porque con Merino en el campo y en forma esta Real es un equipo que parece no tener límites. Es, quizá, el ejemplo perfecto de la Real más agresiva en la recuperación que ha querido Imanol. Y ha dejado una participación ofensiva sobresaliente, con datos muy buenos de goles y asistencias. El "Merino, quédate" de la despedida tiene muchas razones.

9. Carlos Fernández (4)
Partidos jugados: 16. Titular: 5. Minutos: 558.
Goles: 3. Asistencias: 1. Amarillas: 5.
Qué difícil es valorar la temporada de un jugador en cuyo estado físico no se puede confiar. Además de alguna ausencia anterior, Carlos se ha perdido toda la segunda vuelta. Partía como el tercer delantero de la plantilla, por detrás de Silva y Sadiq, y sus números son los mejores de los tres, con un gol cada 186 minutos, lo que de haber estado disponible le habría llevado a la decena de goles con cierta facilidad. Pero las sensaciones no son esas, y es un un jugador que, quizá también por esa lógica ansiedad de su situación, ve más tarjetas amarillas que celebración de goles. Futuro complicado en la Real.

10. Oyarzabal (7)
Partidos jugados: 44. Titular: 33. Minutos: 3.057.
Goles: 14. Asistencias: 3. Amarillas: 3.
Lo dicho sobre Merino aplica perfectamente para analizar la temporada de Oyarzabal. Es un jugador indiscutible. Si está, tiene que jugar. Dónde hacerlo es ya otro debate, porque Imanol le ha hecho dar vueltas por el campo para apagar todos los fuegos. Sigue sin recuperar la velocidad previa a la lesión, y aun así se adapta a todo, se pega con todo, sobrevive a todo y, un año más, vuelve a ser el máximo goleador, ya con los grandes récords de la Historia de la Real más cerca de lo que nadie habría imaginado. Qué pena que el destino le llevara a fallar el penalti en la tanda contra el Mallorca.

11. Becker (7)
Partidos jugados: 17. Titular: 9. Minutos: 924.
Goles: 3. Asistencias: 2. Amarillas: 1.
Indiscutiblemente, el mejor fichaje de la temporada, y eso que llegó en la ventana invernal y que fueron muchas las novedades de la plantilla en este curso. Venía avalado por ser un velocista nato, y lo ha demostrado con creces, su primer gol, en Vigo y en Copa, fue elocuente en este sentido. Puede que le falte un punto de calidad, pero su implicación es absoluta, cuando sale está en todas y sus números para un recién llegado y de esta forma son francamente buenos. Como su golazo ante Las Palmas, que habla de un jugador que sabe parecer mejor de lo que a lo mejor es por inteligencia y táctica.

11. Cho (2)
Partidos jugados: 16. Titular: 3. Minutos: 458.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Una de las mayores decepciones de la temporada fuer la de Momo Cho, de quien se esperaba que se consolidara en el equipo después de una aparición prometedora, pero lo que enseñó fue una falta de compromiso alarmante, además de un resultado en el juego claramente deficiente. Aunque fue titular en Champions en Salzburgo, Imanol apostó por él como revulsivo para matar partidos, a veces junto a Sadiq, y no se le pudo ver más fallón. Su salida en el mercado invernal fue una sorpresa, pero se entiende claramente en que no parecía tener la cabeza en la Real. Quizá faltó claridad a la hora de explicar los pormenores y las razones de su traspaso.

12. Zakharyan (5)
Partidos jugados: 40. Titular: 22. Minutos: 1.859.
Goles: 1. Asistencias: 2. Amarillas: 2.
Tan fríos como el clima de su país de origen ha dejado Zakharyan a muchos aficionados. Quizá eran muchos los condicionantes que impedían su rápida aclimatación al equipo: el idioma, su juventud, jugar en puestos que no se ajustan tanto a sus características... Pero le ha costado, una barbaridad. Se la nota clase en el golpeo, pero precisamente por eso hay que exigirle mucho más, no tanto en implicación, porque en eso no se le ha visto mal, pero sí en cuanto a resultados. Es un potencial asistente que desde la media punta parece rendir mucho más. Y tiene que explotar el próximo año.

13. Marrero (5)
Partidos jugados: 5.Titular: 4. Minutos: 411.
Amarillas: 1.
Siempre es ilusionante que debute en la Real un portero de su cantera, aunque los partidos que ha disputado Marrero no sirvan para aclarar la incógnita de si puede ser un rival para Remiro por la titularidad. Pleno de porterías a cero en Copa, pero siempre ante rivales de inferior categoría porque ante los de Primera jugó Remiro, y dos partidos en Liga, uno precisamente por la expulsión del titular, en los que encajó goles y no conoció la victoria. El partido de San Mamés fue su mayor desafío y contuvo los nervios francamente bien, aunque no tuviera mucho que hacer en los dos goles que recibió.

14. Kubo (7)
Partidos jugados: 41. Titular: 33. Minutos: 2.933.
Goles: 7.  Asistencias: 5. Amarillas: 3.
Hemos visto en Kubo dos jugadores distintos. El del arranque de la temporada confirmó que es uno de los mejores jugadores de la Liga: presente, con confianza, atrevido y goleador, todo un líder en el campo, además en un equipo que se sabe dominador del juego. Pero tras la Copa de Asia, Kubo cambio. Agotado, intrascendente, sin conseguir resultados. En los cuatro meses finales, solo un gol y una asistencia y eso es muy poco para un jugador llamado a estar entre las estrellas del equipo. Eso sí, de actitud siempre es un 10, da igual que no le salga nada, nunca deja de intentarlo. Y eso es oro puro.

15. González de Zárate (3)
Partidos jugados: 8. Titular: 5. Minutos: 364.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 1.
Hay que esperar que Urko sea uno de esos jugadores que Imanol forja a fuego lento y con paciencia, de los que aprenden en los entrenamientos, porque si no darle un dorsal del primer equipo ha podido ser una decisión apresurada y este un año prácticamente perdido para él. Parece que su hueco está en el centro del campo, pero la omnipresencia de Zubimendi no le ha dado opciones. Es difícil saber qué va a aportar en el equipo la próxima temporada, pero tiene una pretemporada por delante para demostrar que ya está en condiciones de entrar en la rueda.

16. Olasagasti (5)
Partidos jugados: 18. Titular: 4. Minutos: 539.
Goles: 0. Asistencias: 1. Amarillas: 3.
Temporada dificilísima para Olasagasti, último en las rotaciones del centro del campo si no contamos a Urko, y sin embargo estuvo sobre el césped en los partidos en los que se resolvieron las tres competiciones disputadas por la Real. Su sangre fría para ser uno de los lanzadores en la tanda de penaltis contra el Mallorca le cualifica para estar donde está, pero su rol ahora mismo es bastante intrascendente. Tiene carácter, pero tiene que rebelarse y pedir más minutos donde corresponde, en el campo, en pretemporada y en Zubieta.

17. Tierney (5)
Partidos jugados: 26. Titular: 16. Minutos: 1.494.
Goles: 0. Asistencias: 2. Amarillas: 1.
Parecía el más incuestionable de sus fichajes, por su procedencia y por lo que se sabía de él, pero el resultado ha estado lejos de lo que se esperaba. Jugador muy comprometido, cayó de pie y es una pena que no haya triunfado de txuri urdin. Pero un lateral que no alcanza ni la mitad de los partidos de titular cuando su principal competidor se lesiona de gravedad a finales de año es evidente que no ha tenido la continuidad necesaria para brillar. Qué distinto podría haber sido todo si hubiera sido el héroe de la semifinal contra el Mallorca, con ese gol que entró y no le concedieron.

18. Traoré (6)
Partidos jugados: 40. Titular: 35. Minutos: 3035.
Goles: 0. Asistencias: 2. Amarillas: 9.
Jugador de dos caras, y la mala ha salido a relucir con demasiado efecto en la temporada. Primero, como víctima del virus FIFA, porque el jugador que volvió de la Copa de África parecía otro. Y su acción ante el PSG, determinante en la temporada por lo deportivo y por lo anímico. Tiene lagunas de concentración que compensa con un espíritu indomable, un saber estar en el vestuario espléndido y un carácter en el campo que siempre se pide a los fichajes foráneos. Le costó arrancar, a veces su espalda es un peligro, pero es un buen lateral.

19. Sadiq (2)
Partidos jugados: 36. Titular: 15.  Minutos: 1.363.
Goles: 3. Asistencias: 1. Amarillas: 4.
Es indiscutible a estas alturas, y más si no sigue, que el fichaje más caro de la historia de la Real ha sido un fiasco. Con los goles que marcó en noviembre y diciembre a Sevilla y Osasuna parecía que le iba a dar la vuelta a la historia, pero fue un espejismo. Fallos clamorosos, los de Mallorca pasan a la historia negra del club en la Copa, actitud no siempre positiva en el campo y acciones que casi parecen inverosímiles en un jugador de élite. Qué lejos se le ha visto siempre del gol, que es lo que tiene que dar sentido a su juego.

20. Pacheco (6)
Partidos jugados: 31. Titular: 19. Minutos: 1.831.
Goles: 1. Asistencias: 1. Amarillas: 10.
Buen paso adelante el que ha dado Pacheco, que ha confirmado que puede estar habitualmente en la defensa de la Real y ha cubierto con solvencia las ausencias de los titulares, Le Normand y Zubeldia. Pero su mayor obstáculo está ahí, en que lo ha hecho sabiendo siempre que era un sustituto, todavía lejos del nivel de aquellos. Tiene que rentabilizar mucho más su poderío aéreo, tanto en defensa como en ataque y aprender a defender sin usar las manos, muchas tarjetas amarillas ha visto y no parece que no estén justificadas en su manera de colocarse. Hay central.

21. Silva (3)
Partidos jugados: 26. Titular: 24. Minutos: 1.062.
Goles: 4. Asistencias: 0. Amarillas: 2.
Números y sensaciones altamente insuficientes para el delantero que estaba llamado a marcar diferencias por su experiencia internacional y por su conocimiento de la Liga. De actitud sobre el campo tampoco ha ido muy sobrado, aunque en el tramo final mejoró, quizá viendo que su cesión no estaba dando los frutos que invitaran a pensar en un esfuerzo de la Real para quedarse con él. Su primer gol a un equipo del mismo nivel fue en marzo. Eso, sumado a que vino lesionado y así permaneció durante mucho más tiempo del esperado no le ha ayudado nada.

22. Turrientes (7)
Partidos jugados: 41. Titular: 22. Minutos: 2.172.
Goles: 0. Asistencias: 1. Amarillas: 4.
Enorme paso adelante el que ha dado Turrientes en la segunda mitad del curso, cuando ha jugado prácticamente en todos los partidos y se ha demostrado como un jugador de garantías supliendo a Zubimendi, haciendo que sorprenda que Imanol no tirara antes de él con este fin, y también en la línea de volantes, aunque le falta presencia en el área para eso. Uno de los realistas que más apostó por disparar desde lejos, y eso, si le añade acierto, puede tener mucho valor de cara a la próxima temporada. Seguro y atrevido, tiene todo lo que hace falta en el centro del campo, a excepción del gol.

23. Brais Méndez (8)
Partidos jugados: 44. Titular: 38. Minutos: 3.318.
Goles: 8. Asistencias: 9. Amarillas: 8.
Se puede decir sin miedo que Brais es uno de los grandes fichajes de la Real de los últimos años. Ha sido el jugador de campo más regular, excelso en Europa, siempre da la cara y quiere protagonismo. Aporta un número alto de goles y asistencias, pero su papel en el campo es mucho más grande. Juega y hace que la Real juegue, conecta bien con todos sus compañeros y se ha convertido en imprescindible en este equipo. Ni siquiera la sombra del penalti fallado ante el Mallorca, que pudo costar una final, resta mérito a una temporada tremenda de un jugador que no duda en forzar para volver de lesiones.

24. Le Normand (7)
Partidos jugados: 43. Titular: 41. Minutos: 3.623.
Goles: 2. Asistencias: 0. Amarillas: 17.
Más indiscutible de lo que se le ha querido reconocer cuando se ha hablado con cierta ligereza de su traspaso, es un central de categoría. Y eso que durante la primera mitad de la temporada siempre pareció que Zubeldia estaba un peldaño por encima. Y eso, también, que tiene una manía de defender agarrando que es una invitación continua a que los árbitros tomen decisiones perjudiciales para la Real. De ahí el altísima, exagerado, número de tarjetas que ha visto. Pero es un titán, se pega con quien haga falta y lo hace con solvencia.

25. Galán (6)
Partidos jugados: 18. Titular: 17. Minutos: 1.388.
Goles: 0. Asistencias: 1. Amarillas: 3.
Fichaje de rendimiento inmediato, y eso que había mucho presión por la lesión de larga duración de Aihen y las ausencias prolongadas de Tierney, pero ha jugado más que el inglés, y durante tres meses prácticamente todo. Incansable, arriba y abajo por su banda, buscando siempre centros que tenían peligro y asociado con quien haya jugado por delante de él. Parece que gusta mucho en el club y que hay ganas de que siga, pero el tiempo dirá si es factible, porque tiene contrato con el Atlético y las negociaciones serán complicadas si los madrileños quieren pescar en Anoeta.

28. Magunazelaia (5)
Partidos jugados: 9. Titular: 1. Minutos: 212.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 2.
A falta de demasiadas oportunidades reales para canteranos este curso, quizá haya que medir la importancia que Imanol da a los chavales por cuándo les ha sacado. Magunzelaia jugó en Milán, en los minutos finales que confirmaron que la Real era primera de grupo en Champions. Casi nada. Pero es verdad que justo eso, casi nada, es lo que se ha visto del potrillo este año. solo un partido de titular y para dar descanso entre los partidos decisivos de la Copa. Pelea para conseguir más, viendo precedentes de otros chavales quizá una cesión esté en el horizonte.

36. Jon Martín (-)
Partidos jugados: 1. Titular: 0. Minutos: 23.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Hablan muy bien de este muchacho quienes siguen al detalle las categorías inferiores de la Real, y el hecho de que haya sido el último jugador del Sanse que ha debutado esta temporada en el primer equipo es un síntoma de que Imanol cuenta con él para el futuro. La pretemporada determinará su sitio, si es en el Sanse, si es cedido o, quién sabe, si derriba la primera de los mayores. Lo poco que se le vio ante el Atlético en la jornada final no basta para saber sobre él, pero lo que sí está claro es que tampoco desentonó.

38. Dadie (5)
Partidos jugados: 3. Titular: 1. Minutos: 139.
Goles: 0. Asistencias: 1. Amarillas: 0.
En aquellos primeros partidos de Copa en los que la Real visitó campos poco habituales, el potrillo que destacó fue Dadie. Entrando desde la derecha, causó muy buena impresión e incluso el día de su debut dio la asistencia para que el gol de Carlos Fernández clasificara al equipo frente al Buñol. En Liga no llegó a disputar ni media hora, pero lo hizo en San Mamés, lo que nos obliga a pensar, como decíamos de Maguna, de la importancia de los escenarios que ha dado a los potrillos, aunque sea de manera casi testimonial. No parte de una posición fácil para pelear, pero nunca se sabe.

39. Aramburu (6)
Partidos jugados: 15. Titular: 6. Minutos: 657.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 3.
La mejor noticia de entre todos los debutantes del Sanse de esta temporada la ha proporcionado Aramburu. El joven internacional con Venezuela tuvo que irrumpir en el lateral diestro cuando Traoré y Odriozola no estuvieron disponibles y jugó a un gran nivel. En la segunda vuelta ha tenido una presencia muy significativa en el equipo para ser la temporada de su irrupción en el primer equipo y en una plantilla que ha tenido hasta seis laterales además de él. Y se le ha visto como un jugador peleón, combativo y noble.

miércoles, mayo 29, 2024

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2023-2024 (3) La Copa, la mayor herida emocional

Sobre el papel, llegar a las semifinales de una competición es un resultado notable, pero las circunstancias mandan, y las de la Copa del Rey de esta temporada 2023-2024 hacen que esta competición haya quedado como la mayor herida emocional del curso. La final contra el Athletic, de nuevo contra el gran rival deportivo, se quedó a un solo paso. Reeditar el 3 de abril de 2021, aunque muchos veían que en esa final el favorito era el Athletic, que estaba en el mejor momento de la temporada, es un sueño demasiado bonito como para que no duela haber perdido la oportunidad de disputarlo.

Y por la forma, además. El verdugo realista fue el Mallorca, en una eliminatoria que además tuvo un ambiente extrañamente enrarecido. En Mallorca no entendieron la celebración del gol de la victoria en el partido de Liga jugado en la isla apenas un día antes, en el que Merino se llevó los dedos a la boca con la habitual forma de L, en honor al nombre de su pareja. Entendieron que les mandaba callar, y lo consideraron una falta de respeto, no así que recibieran al autobús de la Real al grito de "hijos de puta" sin que se sepa muy bien por qué. Y tampoco entendieron que Luis Arconada sacara la bola en el sorteo con una sonrisa, la que luce siempre que aparece en actos públicos. Pensaron, ellos sabrán por qué, que era una mofa, como dando la eliminatoria por ganada, y sin entender que, en todo caso, el Mallorca era el equipo a priori más débil de las semifinales por su situación liguera, siendo el único equipo que ha luchado por no descender mientras que los otros tres han luchado por la plaza europea que el equipo balear no logró perdiendo la final de Copa contra el Athletic.

Si hablamos de fútbol y ocasiones, la Real mereció ganar los dos partidos de la eliminatoria, pero no consiguió vencer en ninguno de los dos. En la ida, en Son Moix, un 0-0 que estuvo marcado por los fallos clamorosos de un Sadiq que después de aquello no levantó cabeza en toda la temporada, además de por un penalti a Barrenetxea bastante claro que Muñiz Ruiz no quiso pitar. En la vuelta, 1-1. El Mallorca se adelantó al poco de comenzar la segunda mitad por medio de Giovanni González. Para entonces, la Real había desperdiciado la mejor ocasión posible, un penalti ya en el descuento de la primera mitad que Brais envió al centro para que lo despejara Greif. Oyarzabal empató en el minuto 71, apenas cinco minutos después de ingresar en el partido, no fue titular por estar recién recuperado de una lesión, y el partido llegó a la prórroga. 

En el tiempo extra se produjo la acción más polémica no ya de la eliminatoria sino de toda la Copa 2023-2024, un gol fantasma de Tierney que la inexistencia de la tecnología de gol evitó que se diera por válido. Y fue gol. Al no valer, y no moverse el marcador, se llegó a la tanda de penaltis, y ahí el Mallorca fue mejor. A pesar de que la Real tiró primero y de la ventaja que eso suele dar, no logró ganar. Falló, además, su mejor lanzador, Oyarzabal. Fue el primero de los diez lanzamientos. Turrientes, Olasagasti, Zubimendi y Becker mantuvieron a la Real con vida hasta el final, pero al anotar Darder el quinto lanzamiento, sin que Remiro estuviera cerca de parar ninguna, el sueño de volver a la final se esfumó de la manera más triste, además en un Anoeta que ansiaba una gran noche copera y que vio a bastantes jugadores del Mallorca despedirse con burlas hacia la Real y hacia Merino que evidencian una mediocridad injustificable que, seguro porque esto es fútbol, algún día tendrá cumplida revancha, esperemos que con mucha más deportividad.

Hasta ahí, el viaje de la Real por la Copa había resultado casi modélico y cargado de guiños dentro de ese conjunto de partidos ante rivales de inferior categoría que siempre resultan bonitos y necesarios para ayudar al fútbol más modesto, por el enorme parecido con el devenir de la competición de la temporada 1986-1987, que terminó con Arconada levantando la Copa al cielo de La Romareda tras batir en los penaltis al Atlético de Madrid. En aquella ocasión, el equipo de Toshack, como el de Imanol, también superó sus tres primeras eliminatorias por un corto 0-1 contra equipos de inferior categoría. La Real en esta ocasión superó a Buñol, Andratx y Málaga con ese marcador. También ganó un partido contra un equipo de rivalidad geográfica por 0-2, entonces fue el Eibar en eliminatoria a doble partido, y aquí a un Osasuna que se quejó amargamente del arbitraje de aquel día. Y también se jugó contra un equipo balear, aunque entonces fuera contra el Mallorca Atlético y en cuartos, no contra sus mayores y en semifinales.

La Copa se fue dejándonos para los registros históricos los primeros goles en la Real de Silva, contra el Andratx, y de Becker, contra el Celta. Hasta el  descuento en Vigo, cuando marcó el 1-2 definitivo Luca de la Torre, en un partido muy dominado hasta ese añadido, el equipo txuri urdin había mantenido su portería a cero, 450 minutos con la portería sellada, ocupada por el debutante Marrero en las tres primeras eliminatorias y después por Remiro en cuanto los rivales fueron de Primera División. Para lo anecdótico también queda que Oyarzabal fue el máximo goleador del curso en esta competición con tres goles (en apenas 310 minutos), que Brais con dos fue el máximo asistente, que sólo Le Normand jugó los siete partidos en la andadura txuri urdin en el torneo y que eso convirtió al central francés en el jugador con más minutos, 578.

Todo son frías estadísticas en una competición que dolerá por mucho tiempo.

martes, mayo 28, 2024

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2023-2024 (2) Champions de gloria, Champions de resignación

A nadie se le escapa que, estando en Champions, esta temporada era la más exigente y complicada para que Europa conociera el potencial y la realidad de la Real, pero hay dos conclusiones lógica. La primera, que el Viejo Continente sigue siendo un territorio por conquistar. La segunda, que los intentos de la Real por alcanzar esa cima van siendo cada vez más intensos... pero con el mismo techo de cristal todavía por romper. Si lo miramos por el lado negativo, la Real sigue sin superar una eliminatoria europea desde hace una década, cuando superó la ronda previa de la Champions de la temporada 2013-2014 contra el Olympique de Lyon, y no va más allá de los octavos desde que eliminó al Colonia en la Copa de la UEFA 1988-1989. Son muchos años sin despuntar, y más ahora que la Real se ha acostumbrado a pisar Europa todos los años.

Cuando allá por el día 31 de agosto se sorteó la fase de grupos, la Real, un año más, podía lamentar su mala suerte. El equipo txuri urdin, que partía del cuarto bombo, el de los conjuntos de menor coeficiente europeo que se asomaron a la más grande de sus competiciones, quedó encuadrada en el grupo D con tres rivales de notable entidad. No era el grupo de la muerte (eso se lo quedó el grupo F, con PSG, Dortmund, Milan y Newcastle), y esquivaba a ex jugadores de pasado reciente como Odegaard o Isak, pero enfrentarse al Benfica portugués, el Inter italiano y el Salzburgo austriaco no era poca cosa, ni mucho menos. El calendario tampoco era demasiado propicio, con el Inter como primer y último rival, y dos partidos fuera de casa en la primera vuelta. 

La respuesta de la Real a ese escenario fue espectacular a todos los niveles. Su presentación en la Champions fue extraordinaria. Los de Imanol se marcaron en Anoeta un partido espectacular ante el Inter, entonces vigente subcampeón de la competición tras perder la final de 2023 por la mínima contra el Manchester City. Nada más empezar el partido, Brais marcó, poniendo en ventaja a una Real que jugó 75 minutos de un altísimo nivel, de los que, firmados por equipos de los siempre mal llamados grandes, se habrían considerado como una candidatura al título desde las primeras de cambio. El Inter no conseguía meter mano al equipo de Imanol, pero el partido se le hizo largo y la categoría de los italianos les hizo recuperar un punto a tres minutos del final con un gol de Lautaro.

A pesar de que no se logró la victoria, algo que en Anoeta está siendo la tónica en las últimas presencias europeas y que además ha sido algo general en esta temporada y ha afectado a los resultados en la Liga y en la Copa, la Real siguió apostando por la competición europea y terminó la primera vuelta como líder de su grupo, merced a las dos victorias que logró a domicilio, 0-2 en Salzburgo con goles de Oyarzabal y Brais y 0-1 en Lisboa con otro gol del gallego, que había marcado en los tres partidos. Con el gol que hizo para certificar la victoria un año antes en Old Trafford y estos tres, Brais desde luego se ha ganado un hueco en la memoria europea reciente del aficionado txuri urdin.

Y así llegó el que podemos considerar como el mejor partido que ha jugado la Real en Anoeta en una competición europea, al menos en unas cuantas décadas. La primera media hora que los de Imanol ejecutaron ante el Benfica fue para enmarcar, una oda futbolística que disparó los sueños más optimistas. En apenas 21 minutos, el equipo txuri urdin destrozó al lisboeta con tres goles anotados por Brais, Oyarzabal y Barrenetxea, jugando además con siete canteranos en el once inicial y dos más con los cuatro cambios que hizo Imanol aquel día. Aunque los meses y las dificultades de la competición hayan hecho que muchos lo olviden, la Real estaba tocando el cielo de Europa.

El Inter aguantaba el tirón, y el empate que ambos equipos protagonizaron en la penúltima jornada, a cero la Real en Anoeta ante el Salzburgo y a tres el Inter en Lisboa ante el Benfica dejaba a los dos equipos ya clasificados para los octavos de final y con un partido final en Milán para disputarse el liderato del grupo. Y ahí la Real volvió a ser mejor que el Inter. De otra manera, porque los de Imanol supieron jugar con la necesidad de un Inter que era segundo por average si no conseguía ganar en ese partido final. Y la Real, en un escenario mítico y ante 70.000 espectadores, no solo aguantó el 0-0 inicial sino que estaba presentándose como una seria alternativa para ser protagonista también en los octavos. No hubo muchos equipos mejores en esta fase de grupos de la Champions.

Pero aún así, siendo primera, ganándose el derecho a jugar contra un segundo de grupo y con el partido de vuelta de los octavos en casa, el sorteo volvió a ser muy poco amable con la Real. El multimillonario PSG, el peor de los rivales que le podían tocar en suerte, fue su rival en el primer cruce eliminatorio. En París lo celebraron sin esconderse lo más mínimo. En Donostia muchos vieron una eliminatoria imposible. Y el momento en que le llegó a la Real, con el equipo visiblemente cansado y esperando casi en la pista del aeropuerto a un Kubo recién aterrizado de la Copa Asia, tampoco ayudó. La misión era muy complicada.

La Real se presentó en el Parque de los Príncipes, en todo caso, dispuesta a plantar cara. Lo hizo durante casi una hora. Tuvo alguna ocasión de peligro para adelantarse, pero sobre todo consiguió que el PSG apenas inquietara a Remiro. Y cuando las ilusiones seguían vivas, una jugada muy desafortunada se llevó casi todas las opciones de pasar de ronda antes del cuarto de hora de la reanudación. Traoré salió del campo para ser atendido cuando no daba la sensación de estar pasándolo mal. Y en el córner provocado en esa jugada, Mbappé marcó el 1-0. Traoré era la marca de la estrella gala, y ese papel, para sorpresa de todos, recayó en un Kubo que erró al tirar el fuera de juego y dejó al francés rematar a placer. El 1-0 supuso un bajón anímico espectacular, y eso permitió que el PSG estuviera cerca de liquidar la eliminatoria con el 2-0 que anotó Barcola en el minuto 70.

El partido de vuelta era un sueño muy complicado que se sustentaba en un único escenario: marcar el 1-0 y hacer que el PSG pensara en las remontadas vividas en años anteriores en esta competición. Pero al cuarto de hora de partido, Mbappé liquidó las escasas ilusiones que quedaban en la eliminatoria, haciendo el 3-0 global, el 0-1 en Anoeta. En el 56 hizo el 0-2 y ahí ya sí todo el mundo dio la eliminatoria definitivamente por cerrada. La Real, al menos, reaccionó con mucho orgullo, y Anoeta lo entendió. Se lanzó a por el gol del honor como si en realidad fuera un tanto decisivo en la eliminatoria y lo encontró en el último minuto del partido,. Merino cerraba así la participación de la Real en la Champions con un sabor de boca agridulce.

Que la Real esté entre los dieciséis mejores equipos de Europa es algo a tener en cuenta u que no debemos menospreciar. Es obvio que duele que otros tantos equipos españoles hayan tenido ya su momento de gloria en competiciones continentales, pero todavía no haya llegado el momento para el conjunto txuri urdin. La presencia continua entre las estrellas hará que el coeficiente txuri urdin mejore, de hecho para la próxima edición de la Europa League ya tendrá una bola de un bombo superior en la remozada Europa League, además de los enormes beneficios económicos que depara jugar al máximo nivel. Pero lo que importa está en el césped y ahí todavía esperamos un paso más dentro de este lento crecimiento que está experimentando la Real de Imanol.

San Mamés, escenario de la final de la Europa League 2024-2025, es un aliciente más para que ese salto hacia adelante llegue de inmediato. ¿Por qué no soñar que la experiencia adquirida cristalice en un gran éxito en un escenario más que propicio para un desembarco de aficionados sin precedentes en la Historia de la Real?


lunes, mayo 27, 2024

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2023-2024 (1) Otro final feliz y europeo

Otro final feliz, otra Real europea, otro final de temporada notable que ha llevado al grupo de Imanol a lograr los objetivos básicos planteados en aquel ya lejano verano de 2023, pero a la vez él curso deja sensaciones encontradas, sobre todo entre los aficionados, que han podido ver un bajón en el equipo precisamente cuando más en juego estaban todos esos objetivos, en los meses definitivos, desde febrero hasta el final del curso. Es cierto que puede ser esta la consecución menos brillante de una clasificación europea si nos atenemos a criterios estéticos, a eso que la mayoría, acertada o equivocadamente, llama buen fútbol, pero Imanol hablaba de que esta ha sido la temporada más difícil de las cinco que ha completado en el banquillo txuri urdin, y seguramente no le falta razón.

El frío balance, el que quedará en los libros de Historia es que la Real fue sexta en Liga con 60 puntos, semifinalista de Copa y octavofinalista de Champions League. Es difícil pensar que no se reconozca a un equipo con estos números un rendimiento excepcional. Pero en lo emocional pesará para siempre lo suyo que se escapara la final de Copa, que habría sido de nuevo contra el Athletic, en una eliminatoria a doble partido contra el Mallorca, el más accesible de los tres semifinalistas, y con dudosas intervenciones arbitrales en los dos partidos. Y también que la eliminación europea llegara a manos de un PSG que nuevamente volvió a quedarse lejos del título, en semifinales, y que a tenor de los primeros 45 minutos en el Parque de los Príncipes y los últimos en Anoeta parecía más eliminable de lo que el contundente marcador final señaló.

Es muy complicado sobrevivir a la exigencia de la Champions, y eso es seguramente lo que más marca este curso. Se recordará sin problemas la Liga 2003-2004, en la que la Real deambuló por la mitad baja de la tabla a pesar de meterse entre los 16 mejores equipos de Europa, en una campaña en la que un Celta también de Champions se fue a Segunda. Han pasado los años, la preparación para retos como este es teóricamente mejor, pero no olvidemos que la Real llevaba una década sin asomarse a la máxima competición continental y solo la costumbre de estar en Europa le da. Una costumbre que podía ayudar. Lo que Imanol ha conseguido en cambio es que ir a Europa parezca algo rutinario, y no lo es. Obviando comparaciones que no llevan a ningún lado, esta Real es la primera que se ha clasificado para competiciones europeas durante cinco campañas consecutivas, y eso es algo que en la Liga solo han hecho en este lustro Real Madrid, Barcelona y Atlético. Es un dato brutal, que da una idea de la dimensión que ha alcanzado esta Real.

Este es seguramente el factor más determinante por el que la Real no ha peleado realmente por volver a la Champions, aunque por momentos eso no ha Estado tan lejos, y su pelea ha sido la de asegurar el puesto que finalmente logró en la Europa League. Vamos de nuevo a los datos fríos. El equipo txuri urdin accedió por primera vez a la sexta plaza en la jornada séptima, ganando en Mestalla, y ha ocupado esa posición en 17 jornadas. Su techo fue la quinta plaza, a la que se aupó en la jornada octava con la victoria en Anoeta contra el Athletic. La Real ocupó esa primera plaza de Europa League en cinco jornadas, la última de ellas la decimosexta después de ganar en Villarreal, y la perdió para no volver a recuperarla más en la siguiente jornada, empatando en Anoeta ante el Betis.

Y ahora vamos con los condicionantes. El primero, seguramente el fundamental, el estado físico de la plantilla. Arrancar la temporada con la inesperada retirada de David Silva por lesión fue un mazazo del que fue difícil recuperarse. A partir de ahí, las dolencias se han sucedido, las de Aihen Muñoz y otra más de Carlos Fernández para perderse toda la segunda vuelta, con la intermitencia de un André Silva que no se incorporó realmente hasta casi el ecuador, con lesiones en el mejor momento de la temporada para jugadores como Barrenetxea o un Brais Méndez que arriesgó en las dos lesiones que tuvo para volver y triunfar, acabando la temporada sin dos pilares como Zubimendi o Zubeldia para afrontar los partidos decisivos... En el club parece asumirse este nivel de bajas como algo normal, pero es algo que inquieta en la grada.

El calendario tampoco fue amigo de la Real. Lo fundamental, porque perdió a dos titulares, Traoré y Kubo, para disputar la Copa África el primero y la Copa Asia el segundo, en las fechas en las que más se aprieta el calendario en España por la Copa. Para complicar aún más esa fase decisiva de inicio del año 2024, la Real tuvo que disputar nada menos que once partidos entre el 7 de enero y el 18 de febrero, de los nueve fueron como visitante. Nueve desplazamientos, hasta cinco seguidos para empezar esa racha, en menos de mes y medio y a las puertas de una semifinal de Copa y una eliminatoria de octavos de Champions. Y por si faltaba el remate, la absurda asimetría del calendario liguero coloca en el camino de la Real en las siete últimas jornadas ligueras a tres de los cuatro primeros equipos de la tabla, Real Madrid, Barcelona y Atlético, y a sus dos grandes rivales finales por la sexta plaza, Betis y Valencia. Casi nada. El hecho de que la Real, eliminada de las competiciones por eliminatorias, sumara 20 de los últimos 33 puntos en juego (la práctica incomparecencia en la jornada final ante el Atlético habla casi de un 20 de 30) dice mucho de esta dificultad.

Y por supuesto, hay que hablar del gol. Mientras Sorloth (ojo, fue él quien escogió la oferta económica del Villarreal) dejaba atrás su pasado txuri urdin y peleaba por ser el Pichichi de la Liga con 23 goles, los tres delanteros con los que contaba la Real, los mencionados Silva y Carlos Fernández y el recuperado Sadiq presentaron unos números bajísimos. Entre los tres, sumaron 10 goles en las tres competiciones, una media que no llega a un tanto cada seis partidos. Insistimos entre los tres. Que la Real haya sobrevivido a eso es una proeza y explica que en toda la segunda vuelta apenas haya un partido en el que marcara más de dos goles, el 2-3 con el que logró la victoria en Granada. En Anoeta, otro calvario de la temporada, se vieron cinco goles contra el Granda (5-3), cuatro contra el Getafe (4-3) y tres contra el Athletic (3-0), todo en la primera vuelra. A partir de ahí, y con la excepción europea del 3-1 al Benfica, nunca más de dos goles. 

Son muchos condicionantes como para no entender el cansancio del equipo, incluso la impotencia, podríamos decir. Y aun así, el equipo ha actuado unido y comprometido. Recibió el palo de caer a la séptima plaza a falta de tres jornadas para el final y al final le ha sobrado hasta una jornada para certificar el pase a la Europa League después de una espléndida racha final de 20 de 30 puntos posibles y de ganar a sus dos rivales más directos por la sexta plaza, el Valencia y el Betis. La temporada podría haber ofrecido un saldo mejor, quedan las espinas de la Copa y de la Champions, pero el mérito ha sido gigantesco. Certificar la quinta clasificación europea consecutiva es algo muy grande, porque demuestra que, con Imanol, la Real se ha instalado en la élite. No está un año arriba y tres abajo, no lucha un año por la Liga y al siguiente por no descender. El de la Real es un proyecto consolidado, el de un equipo que siempre da la cara. Con una segunda vuelta de menor brillantez formal en este curso, pero con un espíritu competitivo encomiable, algo que honra el escudo y la camiseta de la misma manera.

jueves, mayo 23, 2024

Corazón Txuri Urdin, el podcast. Cuando la Real rompió una racha que nunca había vivido: diez jornadas sin ganar

En la temporada 1975-1976, la Real llegó a encadenar diez jornadas sin conocer la victoria. En aquel momento se convirtió en el récord negativo, el equipo txuri urdin nunca llegó a jugar diez jornadas de Primera División sin haber conseguido ganar por lo menos en una ocasión.

El equipo de Josean Irulegi, que cogió las riendas de manos del cesado Andoni Elizondo, rompió la racha con una victoria ante Las Palmas en Atotxa, con goles de Idígoras y Muruzabal, este segundo en la foto que acompaña estas líneas. Todo lo que aconteció en ese partido y en la racha previa centra el episodio de esta semana de Corazón Txuri Urdin, el podcast de historias sobre la Historia de la Real Sociedad, que podéis escuchar en este enlace.

Una semana más os recordamos que el podcast se puede escuchar en Spotify, en este enlace, y también en Google Podcasts, en este otro enlace. ¿Sugerencias para seguir encontrando temas que tratar? Estamos a vuestra disposición...

jueves, mayo 16, 2024

Corazón Txuri Urdin, el podcast. Un punto en las cinco primeras jornadas, colista... y al final a la Copa de la UEFA

La Liga 1991-1992 no pudo empezar de peor manera para la Real Sociedad. En las cinco primeras jornadas, el equipo entrenado por John Toshack no fue capaz de ganar ni uno y perdió cuatro de ellos. Y lo peor de todo, la apuesta por el delantero canterano Belloso le estaba saliendo fatal al galés, puesto que ni él ni ninguno de sus compañeros había conseguido marcar ni un solo gol en esos cinco primeros partidos. Por supuesto, cayó hasta la última posición.

La cosa cambió radicalmente a partir de la sexta jornada. La Real ganó al Valencia por 3-1, marcó un gol en el primer minuto, Luis Pérez fue su autor (en la imagen), y aunque el jugador llamado a convertirse en el artillero del equipo, el recién fichado Kodro, se lesionó aquel día, el rumbo del equipo txuri urdin se enderezó de una forma espectacular, hasta el punto de que acabó clasificado para la Copa de la UEFA. Todo lo que aconteció en esa mala racha y en el partido en el que se rompió, centra el episodio de esta semana de Corazón Txuri Urdin, el podcast de historias sobre la Historia de la Real Sociedad, que podéis escuchar en este enlace.

Un día más, recordad que el podcast se puede escuchar en Spotify, en este enlace, y también en Google Podcasts, en este otro enlace. Y, por supuesto, que estamos abiertos a sugerencias para seguir hablando de personajes, anécdotas y cualquier otro aspecto de la Historia de la Real.

jueves, mayo 09, 2024

Corazón Txuri Urdin, el podcast. La primera victoria en el Camp Nou

Si el Barcelona celebra, las posibilidades de que la Real gane en el Camp Nou aumentan. Es una de esas leyes no escritas del fútbol que arrancó en la temporada 1978-79. Hasta entonces, el equipo txuri urdin jamás había ganado en Can Barça. El equipo culé venía de ganar esa misma semana la Recopa de Europa, el memorable 4-3 frente al Fortuna Dusseldof alemán. Y en esa resaca, una Real que busca plaza para la Copa de la UEFA, supo sacar petróleo del Camp Nou en una segunda parte memorable.

Todpo loq ue aconteció en torno a aquel partido, a cuyo tercer gol pertenece la foto, centra el episodio de esta semana de Corazón Txuri Urdin, el podcast de historias sobre la Historia de la Real Sociedad, que podéis escuchar en este enlace.

Os lo decimos siempre, tened en cuenta que el podcast se puede escuchar en Spotify, en este enlace, y también en Google Podcasts, en este otro enlace. Y también insistimos en que estamos abiertos a sugerencias para seguir ampliando este podcast.

jueves, mayo 02, 2024

Corazón Txuri Urdin, el podcast. El primer enfrentamiento entre el Sanse y el Real Unión

En las primeras décadas de historia del fútbol, la Real Sociedad se disputaba la hegemonía del territorio gipuzkoano con un Real Unión que llegó antes y que le superaba en palmarés. Cuando el equipo irundarra, fundador como la Real de la Liga, bajó a Segunda División a comienzos de los años 30, lo hizo para no volver. Y con el tiempo, su rivalidad encontró otro protagonista, el filial txuri urdin, el Sanse.

Todo lo que ocurrió en los dos primeros duelos entre Sanse y Real Unión, allá por la temporada 1957-1958, con la imagen del primer gol del conjunto visitante en Atotxa, centra el episodio de esta semana de Corazón Txuri Urdin, el podcast de historias sobre la Historia de la Real Sociedad, que podéis escuchar en este enlace.

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